Me desperté animada y extrañamente positiva aquel lunes. La
razón era que aquella era la última semana de clase, y no solo eso, sino que
también era la primera semana de diciembre.
Más veces había expresado mi agrado hacia el invierno y sobre todo, a
diciembre y las navidades. Además, pensé
que ser positiva era algo que no costaba, y que cambiaba lo que tenías a tu
alrededor, porque tú eres la que decide si quieres que te vaya bien o mal. Al
menos eso pensaba yo.
Tras tomar una ducha y vestirme, miré mi correo, debido a
que nos informaron de que próximamente todos tendríamos un e-mail con
información sobre cuando se realizaría el test práctico y escrito de conducir.
Fui a la bandeja de entrada y allí encontré el mensaje
esperado. Lo leí y apunté la fecha en un post-it, aunque el examen estuviera a
tan solo 3 y 4 días del lunes. Me
levanté y fui a reunirme con mi mejor amigo.
-Hola Liam. –Dije, subiéndome al coche y besándole en la
mejilla. –A partir del martes no tendrás que volver a llevarme a ningún lado.
Bueno, con un poco de suerte.
-¿Y eso a qué viene? ¿Me abandonas? –Dijo, poniendo un
puchero.
-Por supuesto que te abandono. No realmente, me independizo.
– Me aclaré la garganta. –No, que el jueves tengo el examen escrito en la
autoescuela, y el viernes el práctico.
-Te echaré de menos –Me contestó, sonriendo. –Pero que sepas
que no es ninguna vergüenza no tener coche. Elly tampoco lo tiene.
Sonreí y lo dejé
pasar. Liam estaba encantado con llevar a Elly, y Elly estaba encantada con que
Liam la llevara, sin embargo, yo, quería ser más independiente, y poder hacerlo
por mí misma. Al fin y al cabo, era mejor para todos.
***
Salí para guardar mis cosas en la taquilla antes de entrar
en la segunda clase de la mañana, y antes de entrar, asomé la cabeza a la
puerta una vez más para poder ver una estresada Elly corriendo por el pasillo.
-¡Elly!-La llamé, debido a un acto reflejo.
Elly ni si quiera vaciló, giró a la derecha y se metió en el
baño. Mi mente volvió a hacer especulaciones. ¿Iba a llorar? ¿Estaría enferma? ¿Liam
sabría algo? Una voz a mis espaldas me sacó de mis pensamientos.
-Perdona, ¿Lane? –Me
di la vuelta para encontrarme una chica morena, de ojos marrones, una gorra de
marca y ropa ancha, sonriéndome. Cualquiera hubiera dicho que esa chica era una
pandillera, una rebelde o cualquier otra cosa. Sin embargo, yo hubiera dicho
que como podía ser que JJ, supiera quién era yo.
-Hola. –Contesté, sonriéndola de vuelta. -¿Qué pasa?
-¿Hoy verás a Dylan? – Me quedé un poco traspuesta al oír a
la chica que a Dylan le gustaba, preguntar por él. En mi mente un ‘¡TOMA YA,
DYLAN!’ resonó bien alto. Al ver que me había quedado sorprendida, JJ siguió
hablando. – Se ha dejado el estuche en clase de física, ya sabes, es mi
compañero de mesa. Se lo iba a dar yo misma, pero pensé que su novia le iba a
encontrar antes que yo.
¿Su novia? La miré y me pareció casi inocente.
-Claro yo se lo doy, pero no soy su novia. –Contesté. –
Dylan está más que libre.
Vi a Dylan caminando a lo lejos con Zayn y Niall,
probablemente yendo a su próxima clase, así que aproveché el momento.
-¡Dylan! –Le llamé. Giró la cabeza rápidamente y me sonrió,
pero su cara se volvió blanca como la nieve en cuanto me vio al lado de JJ.
Casi me entra la risa. –Ven un momento, por favor.
Dylan se despidió de Niall y Zayn y se acercó hasta nosotras.
-Hola. –Dijo, dirigiéndose a las dos. Miró a JJ de reojo un
momento y luego me miró a mí. Por su expresión, casi podía decir que sabía con
exactitud lo que pensaba. De nuevo, me entraron ganas de reír.
-JJ tiene algo que darte. –Le dije, mientras me hacía la
desinteresada.
Él se aclaró la garganta y miró a JJ.
-Es tu estuche, te lo dejaste esta mañana. –Contestó,
tendiéndole su estuche.
-Gracias. –Contestó, sonriéndola. –No me había dado cuenta.
-Eso está claro. –Dijo ella, con una carcajada. – De nada.
Yo me fui alejando a medida que hablaban, y desde lejos pude
ver que ellos seguían con la conversación, así que supuse que había hecho algo
bien. Fue extraño hablar con JJ, parecía mucho más borde de lo que realmente
era, aunque no dudaba ni un ápice que podía tener un humor extremadamente
sarcástico. Debía admitir que su pose era como de la típica adolescente chula,
pero había resultado ser agradable, cosa que yo no había dudado que fuera, pero
aún así me había quedado gratamente sorprendida.
Cuando salí de la cuarta clase, me dirigí la cafetería, pero a medio camino, vi a una
pensativa Elly sentada en uno de los bancos del pasillo. Recordé la escena del
pasillo, y pensé que a lo mejor podría hablar con ella. Vi la ocasión perfecta
puesto que no estaríamos solas mucho tiempo, así que me acerqué y me senté a su
lado.
-Hola Elly. –La saludé.
Ella fingió una sonrisa.
-¿Qué haces aquí? Es la hora de comer. –Dije, intentando
comenzar una conversación.
-Oh, estaba esperando.
-¿A quién?
Me di cuenta al instante de que acababa de acorralarla con
esa pregunta. No sabía qué contestarme, y se había quedado en silencio. Me
preparé para la pregunta fuerte.
-¿Qué te pasa?
Ella me miró, y los ojos la brillaban como nunca, como si
hubiera estado a punto de llorar durante un buen rato.
-Puedes confiar en mí. –La informé.
Ella bajó la cabeza y cogió un buen trago de aire. Como si
estuviera dándole vueltas al nivel de confianza que podía llegar a tener en mí.
Yo estaba segura de que Liam la había hablado de mí, y si lo había hecho, Elly
debía de saber que yo guardaba los secretos como si fueran míos.
-Me he comprado esto. –Dijo, entregándome una pequeña caja
envuelta en papel, con el propósito de no mostrar el contenido de la cajita.
Quité el envoltorio y mire la caja. Casi se me salen los
ojos de las órbitas. Me esperaba cualquier cosa menos eso.
-Elly…Es un test de embarazo. –La dije, como si ella no lo
supiera. -¿Es que…piensas que…?
Ella se tapó la cara con las manos.
-No lo sé Lane, no lo sé. Es que llevo ya tres semanas de
retraso. Nunca me había pasado.
-¿Pero hay posibilidades? –Dije, mirando la caja de nuevo.
Estaba sin abrir, y por supuesto, sin utilizar.
Cuando me miró tenía los ojos anegados en lágrimas.
-Puede ser. –Negó con la cabeza a la vez que se volvía a
tapar la cara.
-Oh, dios mío. –La abracé, y ella me devolvió el abrazo.
-¿Por qué no te has hecho la prueba aún?
-Porque tengo miedo de que de positivo.
-No tiene por qué darlo, además, es mejor estar segura. –La
dije. –Ven, vamos al baño.
-No, Lane. –Dijo, quitándome la caja de mis manos.
-Escúchame, ¿no crees que si estuvieras…embarazada, sería
mejor que lo supieras? ¿Qué Liam lo supiera? – Aún me costaba asimilar la
posibilidad de que Elly pudiera estar embarazada. Y que Liam fuera el padre.
Ella me miró muy fijamente y suspiró.
-Es lo más lógico. –Se rindió ella. –Pero Lane, por favor,
salga lo que salga, no se lo digas a nadie.
Me levanté y comencé a caminar. No me podía imaginar el
agobio que tenía que llevar encima, pero en caso de que ese test diera
positivo, yo sería la última en decírselo a nadie. Me imaginé que Elly
estuviera embarazada, y pensé en Liam. Probablemente no sería la mejor noticia
de su vida, pero Liam tenía el corazón más grande que había visto nunca, y si
al final él era padre, sería uno de los mejores. Pese a tener 18 años.
(+Información: En la novela todos tienen 18 excepto Lou, que
tiene 19)
Entramos en el baño y Elly abrió la cajita, sacando el
predictor de dentro, y lo miró con inseguridad. La deseé suerte y volví a
abrazarla, y dejé que entrara en la cabina del baño. Tardó aproximadamente un
minuto en salir, y no dejaba de mirar el aparato con inseguridad.
-¿Cuánto tiempo tiene que pasar?
Miré las instrucciones de la caja, y la informé.
-Quince. Una ralla es no, dos rallas son sí. –Comenté.
–Dame, que lo guardo en la caja, lo envuelvo y en quince minutos lo miramos.
Ella asintió y me pasó el test. Lo cogí con cuidado y lo
metí en la caja, lo envolví, y me lo guardé en el bolsillo. Con un poco de
suerte en quince minutos ese test de embarazo mostraría una sola ralla.
Salimos de allí y en un silencio extraño nos dirigimos hacia
la cafetería. Era extraño pensar que el embarazo adolescente era algo real que
le podía pasar a cualquier persona. Por muy cercana que fuera, y por muy
cuidadosos que fueran.
Allí dentro, todos estaban ya en la mesa de la cafetería, y
me acordé de Liam. ¡Mierda! Me vería con Elly, ¿qué se supone que debía
decirle? Mi mente trabajaba rápido, y opté por decirte que no había conseguido
nada. Solo conseguiría preocupar más a Liam, pero aquello era mejor que decirle
la verdad. Por ahora.
Cogimos la comida, y nos dirigimos a la mesa. Elly, se sentó
al lado de Liam, el cual la miró con tanta intensidad que me encogí hasta yo en
mi sitio. Nunca había visto a nadie querer a otra persona como Liam lo hacía.
Liam se acercó a su oído y la susurró algo, que la hizo sonreír, y después, la
besó en la mejilla. Yo miré a Elly, que tenía las mejillas sonrojadas debido al
estrés.
Aún así, al mirarles, me parecieron la pareja perfecta.
-Lane, ¿puedo robarte un poco de ensalada? –Me susurró Louis
al oído.
Di un bote del susto, y eso pareció divertirle. Yo no
sonreí, por la simple razón de que me sorprendió que me hablara. Yo creí que
Sheila y él habían hablado de mí, y, por lo que Sheila me dijo, me dio la
impresión de que Louis me odiaba o algo parecido.
-Claro Louis, coge lo que tú quieras. –Le dije, acercándole
mi plato.
Miré hasta el otro lado de la mesa, donde Sheila nos
observaba fijamente, pero volví a mirar a Louis, que ya se había servido
ensalada de mi plato, y me sonreía.
-Estás nerviosa. –Me dijo, de la nada.
-Me habías asustado. Me estoy recuperando. –Le contesté.
Él rió y siguió comiendo, y yo, no entendí nada, ¿qué pasaba
por la mente de Sheila que parecía que fuera a estrangularme de un momento a
otro? Seguí comiendo mientras pensaba en todo en general, cuando noté una
patada por debajo de la mesa. Miré a mí alrededor, molesta, y me encontré a
Liam llamándome con la mirada.
Levanté la cabeza en un gesto interrogativo y el comenzó a
gesticular con la boca y las manos.
‘’ ¿Podemos hablar luego?’’
-Gesticuló Liam.
Asentí con la cabeza, y aparté la mirada. ¿Qué tendría que
decirme Liam que fuera tan importante que nadie pudiera saberlo?
Al terminar de comer,
él se acercó hasta mí mientras caminábamos hacia fuera, como habíamos
acostumbrado a hacer.
-¿Qué pasa? –Le dije, se le veía preocupado, y bueno, tenía
motivos para estarlo, aunque él no lo supiera.
-¿Le pasa algo a Elly? –Me dijo de repente. Tragué saliva. –
Es que lleva unos días…Muy rara.
-No lo sé.-Mentí. - ¿Qué la pasa?
-Está rara, está seria, no es ella misma, yo veo que la pasa
algo…Pero no sé el qué. –Dijo, apretando los labios.
-¿Has hablado con ella?
-Sí, pero me dice siempre que no me preocupe, que está bien.
Pero yo la veo, y veo que no está bien, y me preocupo. No sé por qué no quiere
decírmelo.
Sentía una pena terrible por Liam en aquel momento. Ojalá
alguien le pudiera decir lo que pasaba. Pero ese alguien no sería yo, y algo me
decía que Elly tampoco.
-Si te dice que no te preocupes…Entonces confía en ella. A
lo mejor no es tan grave o no quiere preocuparte. – Objeté.
-Pero tú has venido con ella, ¿no te ha dicho nada? –Susurró
en voz baja.
-No, es que no hemos hablado de nada en concreto. Nos hemos
encontrado y hemos venido hacia aquí. No la he notado rara.
Esa era la mayor mentira que había contado en semanas. Se
veía de lejos que Elly estaba hecha polvo.
-Bueno, gracias igualmente. –Se rindió.
En cuanto Liam terminó de decir eso, choqué contra algo,
haciendo que el test de Elly se cayera aparatosamente contra el suelo.
ASDFGHJKLÑ necesit siguiente capitulo Ya :) Necesito saber si esta embarazada o no :S asdfghjk Me encaaanta como escribes, necesito que pase algo mas entre Harry y Lane, un besooo :3
ResponderEliminarCielo, subiré en seguida, muchísimas gracias por leer :)
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