domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo Veintisiete. (MINI MARATÓN)



-¡Lane! –Oí a Elly llamarme desde el final del pasillo.

Ya era la hora del descanso por lo que no tenía otro sitio al que ir, así que miré hacia atrás y vi a Elly a lo lejos. No tenía buena cara. Me acerqué a ella rápidamente y me fijé en su cara. Estaba muy pálida y tenía unas ojeras bastante marcadas. Parecía enferma.

-Elly… ¿Qué...? Dios mío. –No podía creérmelo. Yo sabía que ella estaba mal. ¡Lo sabía!
-¿Puedes acompañarme al baño? Solo puedo confiar en ti. –Me dijo.
-Por supuesto Elly. –La dije sin dudar.

Las dos nos dirigimos al baño. Yo sentí miedo por lo que pudiera contarme, porque era obvio que estaba enferma, y yo rezaba por qué no fuera algo extremadamente grave. A lo mejor solo necesitaba dormir, tenía cara de cansancio. Entramos al baño y Elly se apoyo en el lavabo con cansancio.

-¿Qué te pasa Elly? 

Ella levantó los ojos y me miró con una mueca. 

-No lo sé, he estado aguantando estos días porque pensé que se me pasaría, pero ha ido a peor. –Dijo, con tristeza.
-¿Te bajó el periodo?-La pregunté.

Ella negó con la cabeza.

-Vale, físicamente lo que te pasa es que no descansas bien, te sientes cansada, mareada y no te viene el periodo.-Fui contando síntomas.
-Sí, debería contárselo a Liam. –Comentó, mirándose los pies.
-Aleluya, por fin me haces caso.

Cerró los ojos con fuerza.

-Me estoy mareando. –Dijo, alarmada- Veo borroso.

Antes de que pudiera terminar la frase, corrí a su lado y la pasé un brazo por la cintura para que no se cayera al suelo. 

-Vale, tranquila, lo que vas a hacer es sentarte. –Poco a poco la ayudé a apoyarse contra una pared y a sentarse en el suelo. – Bien, mete la cabeza entre tus piernas, te hará sentir mejor.

Elly seguía con los ojos cerrados, pero me hizo caso. Yo me levanté y me mojé las manos en el lavabo para mojar la nuca y frente de Elly, y así, poder refrescarla y con suerte hacer que el mareo pasara.

-Elly, voy a buscar a Liam y esta vez no vas a negármelo. –La dije. Ella no hizo absolutamente nada, así que me levanté y salí por la puerta del baño.

Corrí por el pasillo lo más rápido que podía buscando a Liam por todos los lados. Me ponía nerviosa no poder encontrarle, por que Elly podía encontrarse peor o desmayarse.  Giré por una esquina y me choqué con alguien. Di un traspié hacia atrás pero no me caí al suelo.

-Perdón, Lane. –Dijo Harry.

Yo miré hacia arriba y le vi, mirándome fijamente con esa mirada tan extraña suya. También estaba Louis que me miraba impasible. Con cara de póker. ¿Dónde estaban sus chistes y su sonrisa? Para mayor desgracia, también estaba Sheila, y todo cuadró para mí. Harry, Louis y Sheila. De eso iba la cosa. Últimamente los tres se habían alejado…Y junto con Sheila y Louis…Harry había acabado cediendo de la misma forma. Sheila les había comido la cabeza. Fruncí el ceño con molestia y volví a mirar a Harry, porque en ese momento, lo que hicieran me importaba bien poco, yo tenía que ayudar a Elly.

-¿Habéis visto a Liam? –Dije, ignorando el comentario de Harry.
-Está en la biblioteca. –Me contestó Louis con sequedad.

‘’ ¿Qué coño te pasa, Louis? Ya no eres tú. ¿Dónde está tu sonrisa?’’ Esas palabras me las guardé, sin embargo le dedique una discreta mirada de decepción y seguí mi camino, corriendo por los pasillos de nuevo. Ya tendría tiempo de pensar en lo que acababa de ver, pero en ese momento lo más importante era la novia de mi mejor amigo, y por descontado, mi amiga también.
Entré en la biblioteca con rapidez, y lo más silenciosamente que pude encontré a Liam. Me senté rápidamente a su lado y él me miro extrañado.

-¿Qué pasa? –Susurró en voz baja para no molestar a nadie.
-Tienes que venir conmigo, es urgente. –Le susurré en el oído.

Él frunció el ceño y señaló los apuntes que estaba estudiando.

-¿Puede ser en un momento? Ahora estoy un poco ocupado.
Negué con la cabeza rápidamente.
-Es Elly, se encuentra mal, se ha  mareado. Tienes que venir. –Le dije.

La cara de Liam cambió, y tras tomarse unos segundos para comprender y asimilar lo que le había dicho, recogió sus cosas y se levantó de la silla.  Los dos fuimos, de nuevo, corriendo por los pasillos, hasta llegar al baño. Solo podía pensar en que no le pasara nada a Elly. Liam se adelantó a mí y abrió la puerta con brusquedad. Estaba realmente preocupado. Elly levantó ligeramente la cabeza, ya que aún seguía en el suelo, y abrió la boca en cuanto vio a Liam. Mi mejor amigo rápidamente se agachó a su lado y habló con ella, tranquilizándola. Elly apoyó la cabeza en el pecho de Liam, y él comenzó a acariciarla el pelo con suavidad. 

-¿Cómo te encuentras? –Le dijo Liam, mirándola directamente a los ojos.
-Voy a vomitar. –Informó Elly.

Liam, sin alarmarse, sujetó a Elly por la espalda, pasando un brazo por su cintura y con cuidado la llevó hasta el retrete. Elly se arrodilló, y Liam, con suavidad, recogió su pelo para que no se manchara. Se oyó una arcada, y el vómito vino justo después. Liam giró la cabeza para no verlo, y sus ojos se encontraron con los míos.

‘’Voy a llevármela a casa’’, Liam articuló la frase con los labios. ‘’Ve a avisar a la jefa de estudios’’.
Hice caso de lo que Liam me dijo y salí de aquel baño, una vez más.
                                                                             ***
En la entrada del instituto, vi como Liam ayudaba a Elly a subirse en su coche. Elly llevaba en las manos una de esas bolsas que se usan para el vómito. Liam la puso con mucho cuidado el cinturón de seguridad y la besó en el pelo, susurrándola algo que la hizo medio sonreír. Liam era, sin duda, el chico más dulce que había conocido en mi vida. 

-Hola, Lane. –Oí la conocida voz de Dylan.

Me di la vuelta y me encontré con Dylan, JJ e Izan.

-¿Qué le ha pasado a Elly? –Preguntó Dylan.
-Se ha puesto enferma, llevaba así unos días. –Le dije yo.
-Bueno, al menos ahora está en buenas manos. –Dijo. -¿Te vienes con nosotros?
-Pues sí, porque con Harry y Louis no podría ir. –Comenté, recordando lo que había visto unos minutos atrás.
-¿Ha pasado algo? –Dijo Izan, pasando el brazo por mis hombros de nuevo. - ¿Tengo que pegar a alguien? 

Reí y negué con la cabeza. Nos sentamos en una mesa de la cafetería mientras comíamos, y aproveché para explicarles que pensaba que Sheila, después de nuestra pelea, había estado comiéndoles la cabeza a Harry y Louis hasta hacerles creer que yo les estaba haciendo algo malo, y que les había alejado de mí a propósito. 

-Oh, se la ve buena persona a la Sheila esa. –Dijo Izan, entretenido en su comida. 

JJ, Dylan e Izan comenzaron a discutir el asunto. Sin embargo, yo pensaba en el momento en el que había visto a Harry. Liam me había dicho que tenía que aclararme, saber si estaba enamorada de Harry, y no podía sentirme de ninguna manera a gusto con él después de lo que había visto, era como una pequeña decepción, porque siempre había considerado a Harry lo bastante inteligente como para no dejar que le comieran la cabeza, y después de esto, no sabía  qué era lo que iba a hacer, porque no podíamos tener nada ahora que se había alejado del grupo. Suspiré y me centré en la conversación. 

-…Y ahora lo único que tenemos son patatas rancias. –Terminó su frase Izan, cogiendo una patata frita de su plato, mirándola con desprecio y luego metiéndosela en la boca.
-Yo creo que el problema es que han metido muchas comidas nuevas en el menú, y por eso ahora tienes menos presupuesto para comprar mejor comida. – Contestó JJ.
-Pues que la cocinen, por eso se llama ‘cafetería’,  y no ‘comedor de instituto cutre’. –Se quejó Izan.
Me reí por la forma en la que Izan se expresaba, me recordaba a Zayn. Hablando de Zayn…
-¿Alguien ha visto a los demás? Es como si estuvieran desaparecidos. –Pregunté.
-Antes he visto al moreno sexy y al chico mono rubio. –Informo Izan.
-Sí vamos, lo que vienen a ser Zayn y Niall. –Confirmé. - ¿Y qué hacían?
-No sé, parecían como agentes secretos, iban cuchicheando y mirando hacia todos los lados. 

Dylan me miró y se encogió de hombros sin saber. Vaya día llevaba. Estaba lleno de misterios y yo no me enteraba de nada. ¿En qué clase de lío se habían metido Niall y Zayn ahora? 

Narra HARRY.

Intenté alejarme un poco de Louis y Sheila a la hora de ir a la clase de física, a lo mejor así sería mejor. Yo no quería verme envuelto en sus problemas, si Louis quería dejarse llevar por Sheila, me parecía bien, pero eso no me incluía a mí. Yo no tenía por qué unirme a ellos. De hecho, tampoco me habían contado nada, por lo que tampoco querían que yo me uniera a ellos. Suspiré y entré en clase. Miré a mi sitio, Lane ya se encontraba en nuestro asiento compartido, y estaba sacando las cosas, me sentí extrañamente incómodo al recordar cómo había mirado antes a Louis. Al principio parecía sorprendida y después decepcionada, y lo que más me molestó, era que mí me había mirado igual. Yo no quería decepcionarla. De hecho, quería estar bien con ella. Me había sentido fatal en ese momento, y nunca pensé que pudiera querer la aprobación de Lane tanto como la quería en aquel  momento.

Narra LANE.

Entré en la clase de física y me senté en mi sitio. Por lo general, Harry llegaba más tarde que yo así que por unos minutos no tendría problema.  Cogí mi móvil intentando ser discreta y le mandé un mensaje a Liam para que me contara qué tal se encontraba Elly, ya que me había quedado realmente preocupada. Guardé el móvil y comencé a sacar mis cosas. Noté movimiento a mi lado así que supuse que Harry ya había llegado. No sabía que pensar, y en aquel momento tenía serias sospechas sobre él.

-Hola. –Dijo Harry con voz grave.
-Hola.- Le contesté sin mirarle. 

No quería volver a los problemas con él, así que me mantendría ligeramente alejada. Pero le veía de reojo y me daban ganas de tocarle. Y me confundía mucho aquel sentimiento. Sus rizos caían sobre sus ojos por lo que no podía verle bien, pero sus labios estaban entreabiertos, y eso me distraía, también. Quería no desconfiar de él. 

La clase comenzó. 

Harry giró la cabeza y sus ojos se encontraron con los míos. No me molesté en apartar la mirada, seguí mirándole como si eso pudiera decirme algo. Pero no tenía respuesta. Él abrió la boca, como si fuera a decirme algo, pero volvió a cerrarla y bajó la mirada, y eso es todo lo que obtuve. Me sentí muy, muy frustrada. Suspiré y aparté la mirada yo también.  Noté mi bolsillo vibrar, por lo que supuse que Liam había contestado a mi mensaje.  Cogí el móvil discretamente, aunque no pasé desapercibida, para mi desgracia.

-Lane. –Dijo la profesora. - ¿Le ha sonado a usted el móvil? ¿Tiene algún mensaje que atender?

Se la veía claramente enfadada y no iba a  tener la suerte de que me dejara en paz, ya que era una de sus peores alumnas. No podía hablar y se me acababa el tiempo, parpadeé rápidamente y bajé la mirada.

Noté cómo por debajo de la mesa una mano rozaba la mía, y me quitaba el móvil de las manos. 

-Perdón, era mío. –Dijo Harry, enseñando brevemente mi teléfono. –Se me olvidó ponerlo en silencio, lo siento.

La expresión de la profesora se suavizó visiblemente, ya que Harry, al contrario que yo, era un alumno brillante, y la profesora le tenía un cariño especial, de profesora, por supuesto.

-Que no se vuelva a repetir, Harry, aunque no te haga falta, deberías estar atento. –Contestó la profesora. Siguió explicando, y Harry me devolvió mi móvil.

Me miró de nuevo, y esta vez no pude aguantarle la mirada. ¿Por qué lo había hecho? No debería haberlo hecho. Alargué la mano y abrí la palma para que él pusiera mi móvil en ella, y fue exactamente lo que hizo.  Guardé el móvil sin haber leído el mensaje de Liam y presté atención de nuevo a la profesora. Debería estar agradecida, y sin embargo, estaba enfadada. Aunque probablemente estaba enfadada porque quería algo de Harry que no podía conseguir. O a lo mejor me daba rabia que la profesora tuviera preferencias con él. 

Cuando terminó la clase, la profesora se hubo ido, y los alumnos comenzaron a irse de la clase, me atreví a preguntárselo. Guardé las cosas en mi mochila y me puse de pie para mirarle. Él vio que le iba a hablar, y se levantó también.

-¿Qué pasa? –Me preguntó.
-¿Por qué has hecho eso? –Le dijo, cruzándome de brazos.

Arrugó la frente y entrecerró los ojos.

-Pensé que no te convenía meterte en líos en este momento. –Dijo él, cruzándose de brazos al igual que yo.
-No entiendo por qué. Parece que lo hubieras hecho porque sabías que no te dirían nada.
-Lo hice por ti. –Dijo bruscamente. 

Bajé la mirada debido a que sus palabras me impactaron.

-¿Estás bien? –Dijo él, acercándose lentamente a donde yo estaba.
-Sí Harry. –No, no estaba bien, quería saber que no te habías pasado al otro lado y que aún yo te interesaba, pero por supuesto no podía decírtelo. –Estoy perfectamente. 

Me di la vuelta bruscamente para coger mi mochila e irme, pero él no me dejó. Sujetó mi brazo y me obligó prácticamente a girarme. Bajó la mano por mi brazo hasta agarrarme la mano y se acercó a mí hasta pegar su frente a la mía.

-No soporto discutir contigo. –Susurró, casi rozándome los labios. 

Se me cerró la garganta y se me hizo difícil respirar. Harry anulaba mis sentidos y atontaba mi cabeza, y la forma en la que me trataba solo lo empeoraba. Sin embargo, no dio el paso, no me besó, simplemente se quedó con su frente pegada a la mía, y agarrándome la mano. Y me estaba volviendo loca.
-¿Vas a besarme? –Lo dije en  voz tan baja que no supe si me había oído.
Y me besó. Con la mano libre cubrió mi cara y abrió mis labios con los suyos para poder moverse sobre mi boca. Sin duda deseaba aquello. Cada beso de Harry era adictivo. Por algún motivo, puse una de mis manos en su pecho, notando su corazón que latía descontroladamente. Al menos no era el único en sufrir el efecto. Soltó mi mano y la pasó por mi cintura, apretándome contra él.
Me daba vueltas la cabeza. Ni siquiera me acordaba de qué era lo que había pasado.

-¿Estás enfadada conmigo? –Dijo con sus labios sobre los míos. Después, se separó para mirarme la cara.

Yo cerré los ojos y negué con la cabeza, totalmente aturdida. ‘No, no me hagas esto Harry, no puedo ni recordar en qué clase acabamos de estar’. Él, sonrió y me acarició la cara con el pulgar, para besarme una última vez antes de soltar mi cintura.
Lentamente dejé que me soltara, y poco a poco fui capaz de que mi cerebro funcionara en condiciones. Cogí mi mochila, y me la colgué al hombro. 

-Mierda. –Dije. Harry me miró con atención. –Liam no está.

Él se quedó pensativo y después entendió.

-¿Quieres que te lleve a casa? –Ofreció.

Probablemente no era la mejor idea, en ese momento tenía que aclarar mi mente en muchos sentidos,  y estar en un coche a solas con Harry solo me haría querer besarle. Dios mío, me moría por besarle de nuevo. ¿Qué me estaba pasando? Harry me lo hacía difícil a la hora de pensar con claridad. 

-No hace falta. –Dije, mirando como cogía su mochila y se la ponía en los hombros. –Mi casa no está tan lejos.
-Lane, no vas a ir sola a casa. –Dijo, mirándome con seriedad.

Caminé hasta salir de clase y me dirige a la salida. Sabía que Harry estaba detrás de mí, pero no podía explicarle que tenía que alejarme de él porque  no sabía si estaba enamorada de él y no sabía hasta que punto Sheila le había comido la cabeza. 

-Sube al coche. –Dijo, poniendo un mechón de pelo detrás de mi oreja. Después, se agachó hasta poner sus labios sobre mi oído y susurró lentamente. –Por favor.

Me dio un escalofrío. ‘’Harry Edward Styles, te odio mucho en este momento, y con mucho, me refiero a MUCHO’’. Cogí aire y lo solté en un lento y profundo suspiro. No tenía nada de autocontrol.

-Está bien. –Accedí.
-Gracias. –Dijo. –No quiero que vayas sola.

Negué con la cabeza y le seguí hasta el coche. No entendía nada de lo que había pasado aquel día, todo había sido una locura. Me monté en el coche y me puse el cinturón. Harry hizo lo mismo y comenzó a conducir. Intentaba por todos los medios no mirarle, porque quería convencerme a mí misma de que tenía el autocontrol de no soltar mi cinturón de seguridad y lanzarme a su cuello en cualquier momento. Sin embargo, sentía que le debía una disculpa.

-Siento haberte hablado borde. –Susurré. –No estaba de muy buen humor.

Bueno, eso no era del todo mentira. Al menos estaba siendo en parte sincera.
Harry me miró de reojo y negó con la cabeza.

-Bueno, yo hoy no estoy de humor para que estés cabreada conmigo. –Dijo suavemente. –Así que no te disculpes.
-¿Por qué estás siendo suave conmigo? –Le dije sin pensar. 

Él estuvo un momento en silencio, pensando en la respuesta, pero sin quitar la mirada de la carretera en ningún momento. 

-Porque quiero caerte bien. –Dijo.

No me esperaba esa respuesta para nada. La mente de Harry parecía haber dado un vuelco. Y yo sentía cosquillas por todo el cuerpo, en reacción a sus palabras. No podía creérmelo.

-Pero…Ya me caes bien. –Afirmé.
-Estás distante conmigo. No puedo soportar eso. –Se sinceró. –No quiero que lo estés.

Cerré la boca esta vez. No podía hablar y no sabía que decirle.

-¿Qué te ha pasado, Harry? Antes no me hablabas así. –Le dije cuando aparcó enfrente de mi casa. 

-Lo sé. –Dijo, mientras yo me quitaba el cinturón de seguridad. –No sé qué me estás haciendo.



Capítulo Veintiséis (Corto) : Las preocupaciones de Lane y Harry.(MINI MARATÓN)



¡Hola chicas! TENGO NOTICIAS ASÍ QUE LEER ESTO, POR FAVOR.  
1-Lo primero: No tenía ni idea de qué hacer en este capi, así que he hecho esta basurilla, y como recompensa subo esto y un capítulo normal, espero que os guste ^^
2- LA TEMPORADA TERMINA EN EL CAPÍTULO 30.
Y ya tiene fecha: el domingo, día 3 de marzo, subiré el último capítulo.
Ya os daré más información aslkfjsaklfja os dejo leer, y os paso la recomendación musical (Os aviso de que no es para todos los gustos, pero a mí me gusta jaja) :)



                                                                       ***


(NARRADOR EXTERNO)
[PRÓLOGO DEL CAPÍTULO]

‘’Harry miraba a Lane sin comprender, sin comprender a Lane, y sin comprenderse a sí mismo. Lane iba absorta en sus pensamientos y en su conversación con Izan y no se había dado cuenta aún, de que el chico de los rizos deseaba, sin quererlo, estar en el lugar de Izan.  Poder rodearla con el brazo. Harry se sintió frustrado al querer estar en el lugar de Izan, y Lane, seguía sin darse cuenta de que Harry la miraba. Pero la pelirroja y el chico de intercambio caminaron hasta una mesa de la biblioteca como si fueran pareja, riendo y hablando.

Alrededor de Harry todo iba a tiempo normal, pero para él, ver a Lane hizo que se parara el tiempo. Una quemazón en el pecho le confirmó que definitivamente no podía dejar que otro chico le arrebatara a Lane. Harry pensó que la atracción física que sentía hacia Lane le hacía quererla para él solo, y nunca, nunca pensó con anterioridad que estuviera enamorado del monstruillo pelirrojo, se negó a creerlo, se negó a creer que aquella chica que al principio le sacaba de quicio pudiera estar haciendo un hueco en el corazón que él se esforzaba por proteger. Lane, al fin, levantó la mirada, y al encontrarse con dos ojos verdes observarla con dureza, se la heló la sangre’’.

Narra LANE. 

Miércoles. Me levanté totalmente asustada, y con el sudor corriendo por la frente. Sin duda había tenido una pesadilla. ¿Cómo puedes sudar si fuera del edredón hacían como -325 grados bajo cero? Me metí en la ducha para quitarme el mal estar de la pesadilla, y mientras el agua corría y me relajaba, las imágenes de aquella pesadilla acudían a mi constantemente.
>>La pesadilla consistía en un bosque, un bosque muy oscuro, en el que los objetos eran apenas visibles, y me encontraba sentada en el suelo, con las manos manchadas de tierra mojada y mis pantalones rotos a la altura de las rodillas. Me encontraba muy, muy asustada, y desde el fondo del bosque, una gran figura blanca se acercaba a mi posición. Era una figura distorsionada, sin cara, casi fantasmal. Y yo jadeaba asustada, sin poder moverme del sitio.  A medida que se acercaba, el rostro de aquella figura, que también era fantasmal, comenzó a coger forma. Y de la nada, unos ojos verdes fríos como el hielo me  tragaron de lleno. <<
Y es que, sabía que esa pesadilla se debía a que no podía sacar aquella mirada de mi cabeza. ¿Qué razón podía haber para ver semejante enfado en la cara de Harry? Sin duda me estaba obsesionando con lo que él pudiera pensar de mí. En cualquier otra situación me hubiera dado igual que alguien pensara que podía ser pareja de alguien que acababa de conocer, pero con Harry…Simplemente no quería que Harry pensara que tenía pareja. ¿Significaba su mirada que ya no ‘’éramos amigos’’? Y lo más importante, ¿quería yo ser la amiga de Harry?

Sin embargo, aquel miércoles no podía centrarme en Harry, porque estaba, sin resultado, pensando en una forma en la que provocar a Eithan. Sólo quería que él desapareciera de mi vida, que se fueran él y el corrupto del director, y el lameculos de Adair, si es que eso era posible también. Sin embargo, no se me ocurría nada que pudiera hacer que hubiera un gran lío, no se me ocurría nada que pudiera ocasionar un desastre. Y eso me frustraba, la última vez que se formó un gran lío en el que Eithan formó parte fue cuando se quemó el coche del director. Seguí pensando. 

Supuse que hoy hablaríamos todos, y que a alguien se le ocurriría una idea. A mí lo que me preocupaba era salir ilesa de alguna manera, porque tampoco quería que me expulsaran. Tenía que parecer yo la víctima, para que así pareciera que yo no tenía la culpa de nada.

Otro problema que tenía era la salud de Elly. Había empezado a importarme mucho la novia de mi mejor amigo y estaba preocupada por ella. Pensó que estaba embarazada porque no la venía el periodo, con lo cual, si no la venía el periodo Elly tenía un problema. Pero si además de eso, estaba mareada y su salud se resentía, es que la pasaba algo de verdad. Y también me preocupaba que no se lo contara a Liam porque podría tener algo grave y para cuando Liam lo supiera podría ser demasiado tarde.

Quedaban tres días para terminar el semestre oficialmente, y estos tres días, sin duda, iban a ser intensos.

Apenas podía hablar con Liam sin pensar en contarle lo de Elly, él iba conduciendo como siempre, y yo miraba por la ventanilla para disimular. Simplemente no quería preocuparle, pero por otra parte se merecía saber que su novia no estaba bien. Me molestaba que mis principios estuvieran luchando dentro de mi cabeza. Pero aguanté lo suficiente como para pasar el viaje con Liam sin que me preguntara ni yo quisiera contarle nada. Sin embargo, no me libré de las preguntas de Liam.

-¿Harry y tú habéis llegado a algo? –Murmuró.

Me dio un vuelco el corazón, esto implicaba que Liam fuera a hacerme hablar sobre mis sentimientos, y  a darme su opinión, por descontado. 

-¿A qué te refieres? –Contesté.
-Os vi besándoos, claramente no sois pareja pública y menos con lo que pasó con lo de Louis. ¿Habéis llegado a una conclusión? –Me miró de reojo y volvió a poner la mirada en la carretera.
-Me dijo…me dijo que pasaría lo que tuviera que pasar. Yo no lo tengo tan claro, parece que él lo viera así de fácil, aunque luego demuestra todo lo contrario. No conozco a Harry Styles para nada, y no sé si me gusta como para…para…quiero decir, hace un mes nos odiábamos, ¿y ahora vamos besándonos por las esquinas? Es muy confuso.
-¿Has probado a intentar conocerle?
-Se trata de Louis, Louis es importante. –Contesté sin pensármelo. – No merece la pena empezar algo con Harry, ni siquiera siento algo tan fuerte por Harry como para traicionar a Louis de esa manera.
-Pero ya lo has hecho. –Contestó Liam con sequedad.
-Gracias Liam, me haces sentir mucho mejor.
-Lo siento Lane, quiero decir que ya lo has hecho, no puedes pretender que no ha pasado.
-No lo hago, Harry y yo ya hemos hablado, él ha dicho que pasará lo que tenga que pasar, pues ya está. Además ya le dije que se lo diríamos a Louis.
-Mira Lane, si algo he aprendido es que subestimamos mucho nuestros sentimientos. Un día te darás cuenta de que realmente necesitabas a Harry y lo habrás perdido, él se habrá enamorado de otra chica y Louis se habrá olvidado de ti. Y tú no te habrás olvidado de ninguno.
Eso que Liam dijo tenía tanta verdad que casi se me cae el alma a los pies.
-¿Necesito saber si estoy enamorada de Harry?- Le pregunté con miedo.
-Y necesitas saber si Harry está enamorado de ti.
Bajé la cabeza con malestar. Liam tenía razón. Tenía que averiguar si estaba enamorada de Harry, al fin y al cabo decían que los polos opuestos se atraían. ¿Era normal que sintiera que todo esto me podía? 

  Narra HARRY.

Notaba a Louis ligeramente distante. 

Me preocupaba que Sheila estuviera diciéndole o haciéndole algo que le alejara de nosotros. Sin duda Sheila tenía un plan, pero, ¿sería la rubia capaz de alejar a Louis de sus verdaderos amigos por amor? Me preocupaba Sheila, me preocupaba Louis, y me preocupaba lo que pudiera pasar con él. ¿Cómo decirle que Sheila le hacía mal? 

Aquel día, Sheila estuvo pegada a Louis y a mí todo el día, haciendo que yo me sintiera ligeramente apartado. Notaba la tensión entre Sheila y yo, y sabía que yo no era de su agrado. Ella tampoco me agradaba a mí. Me daba muy mala espina y no quería que me arrancara a mi mejor amigo porque ya tenía yo bastantes problemas con Louis sin que Sheila metiera caña en nuestra amistad.
Y ahora que lo pensaba, al principio estábamos todos juntos. Pero desde la pelea de Lane y Sheila ahora con la única compañía que Louis estaba era Sheila y yo. Eso era lo que nos mantenía unidos. Si yo me alejaba de allí, Louis y Sheila seguirían su camino. ¿Serían novios? Louis no me había llamado ni había hablado conmigo seriamente desde hacía unos días. Y si quería conservar a Louis, tendría que meterme por medio del virus que era Sheila.



martes, 5 de febrero de 2013

Capítulo Veinticinco.



 ¡Hola!
Siento haber tardado, he tenido unos problemillas y bueno. BLEH, que ya tenéis el capi. UMMM, COMENTAD PORFA, aun que sea un simple siguiente, comentad en este mismo blog, da igual como, bien o mal escrito, lo valoro igual. Muchas gracias por leer y os dejo con la recomendacíon musical, y agradeciendo a 'Amber Fletcher' a 'Susa' y a mi 'Fursia' por todo lo que han hecho por mí estos últimos meses, nunca os lo agradeceré lo suficiente.

(EN EL CAPÍTULO VEINTICUATRO)
-Liam, Lane y Elly aclararon el tema del predictor: Ni Lane, ni Elly estaban embarazadas.
-Lane y Harry hablaron sobre el beso, y quedaron en que pasaría lo que tuviera que pasar, aunque Lane al día después dudó que pudiera pasar algo entre ellos.
-El padre de Niall inspeccionó el historial de Eithan y estaba limpio.
                                                                          ***
-¡Pero cómo que no! ¡Debería tenerlo todo! –Dijo Louis, frustrado.

El padre de Niall se encogió de hombros y le miró. 

-Pues está limpio.
-Es que no es posible. –Dijo Harry pasando una mano por sus rizos, apartándolos de su cara.
 Eso me distrajo por un momento. Él me miró y aparté la mirada rápidamente.

-Se deberá a otro soborno. Es siempre lo mismo. –Dijo Niall pensativo.
-Chicos, lo siento mucho, yo ya he hecho mi trabajo, pero que sepáis que el director de este campus no es desconocido, a la mínima le echan. –Comentó, en tono de confidencialidad.

Todos nos quedamos callados mirándole con asombro. Él se dio la vuelta, se despidió y se fue.  Sin embargo, nuestro silencio no se rompió. Todos nos habíamos quedado muy sorprendidos con la información que nos acababa de dar el padre de Niall.

-¿Sabéis sinceramente lo que pienso? –Dijo Harry, mirando al suelo con el ceño fruncido. –Si Lane y yo estuvimos castigados tanto tiempo, no fue por qué no tuviera la grabación, era porque nos quería hacer pagar el castigo de Eithan. Por eso nos quitó el castigo en cuanto Lane confesó que había sido Eithan, porque no quería que nos fuésemos de la lengua. Y seguramente el cabrón de él tenga la grabación guardada para que nadie se entere de lo de Eithan ni de lo de los sobornos.
-En ese caso, tenemos que recuperar la grabación. –Dijo Dylan.
-Pero eso no demuestra el soborno. –Dijo Zayn.
-Eso lo puedo arreglar yo. –Dije rápidamente. Todos me miraron. –Sabéis que bueno…Eithan siempre viene a por mí. Puedo provocarle…o algo.
-¿Provocarle en qué sentido? –Dijo Harry.
-Para que se enfade de algún modo y haga una de las suyas. –Contesté en voz baja.
-A mi me parece buena idea. –Dijo Elly, que se encontraba a mi lado. –Si Lane le provoca Eithan la liará y el director será sobornado. Por lo tanto, si conseguimos pruebas de que ha sido sobornado, le echarán. Solo hay que estar atentos.
-¿Y qué pasa con Lane? –Dijo Harry. – Eithan irá a por ella.
-Pues estaremos divididos, unos cerca de Lane, y otros cerca del director. –Dijo Zayn como si fuera obvio. Harry sin embargo no parecía de acuerdo.

Miré a Harry con el ceño fruncido y él me miró de la misma forma. ¿Qué le pasaba? No sé si se pensaba que Eithan iba a darme una paliza o algo parecido. 

-Bien, pues ese es el plan. –Dijo Liam. –Lane, ten cuidado.

Harry levantó la ceja, claramente de acuerdo con el comentario que había hecho Liam. Yo le aparté la mirada.
Noté como Elly apoyaba su peso sobre mí y bajaba la mirada.

-Elly, ¿te encuentras bien? –La dije al oído mientras los demás comenzaban a hablar de nuevo.

La miré y ella reposaba la cabeza en mi hombro, cerrando los ojos.
-Sí, me ha dado un pequeño mareo, me pasa últimamente, pero estoy bien, se me pasa enseguida. –Contestó.

Sin embargo, eso no me relajó, me preocupó más saber que últimamente la daban mareos.

-¿Lo sabe Liam? –La pregunté. 

Noté como negaba con la cabeza.

-Elly, díselo. –La ordené.
-Me pondré bien, Lane. No estoy enferma. –Dijo, poniéndose recta y mirándome, molesta.

Negué con la cabeza en signo de desaprobación, pero lo dejé pasar solo por esa vez. La daría el beneficio de la duda. Si veía que la volvía a pasar, se lo diría a Liam sin dudar, que luego llegábamos a confusiones muy, muy exageradas.

-Bueno, nosotros nos vamos. –Dijo Niall. –Vamos con Sheila, que ha decidido no venir por…Bueno. –Dijo mirándome.

Asentí con la cabeza, yo tampoco quería que Sheila se quedara sola, sinceramente. Yo solo quería que dejara su resentimiento en otra parte y dejara de fastidiarme.
Vi como Louis, Niall y Harry se alejaban. ¿Harry también? Sentí una punzada de molestia cuando vi que Harry iba con Sheila. Sin embargo, Liam, Elly, Dylan y Zayn estaban conmigo.

-Venga, vamos Lane que he quedado con Izan y JJ. –Me dijo Dylan, tirando de mí para que comenzara a andar.
-Bueno, nos vemos luego. –Dijo Liam, que se iba con Elly y Zayn.

Dylan y yo comenzamos a andar y reparé en lo que me había dicho.

-Espera, ¿has quedado con JJ? –Dije sorprendida. -¿Y quién es  Izan?
-Sí, cuando nos dejaste hablando solos, cosa que agradezco, me dijo que algún día teníamos que quedar. –Contestó, satisfecho de sí mismo. –Izan, es su amigo de intercambio. Ha venido desde América.
-¿Son novios o algo? –Pregunté.
-No, eso es lo mejor de todo. –Me dijo sonriendo. –Ya verás.
-No me informas de lo que pasa en tu vida, Dylan. –Dije,  con voz quejosa.

Él alargó un brazo para atraerme a él.

-Si es que ya no pasamos tiempo juntos, pequeñuca. –Dijo, besándome el pelo.
-¿Por qué me llamas pequeñuca? –Reí. 

Él ignoró mi comentario y simplemente me hizo un gesto con la cabeza para que mirara hacia delante, donde se encontraba JJ, con su habitual estilo callejero, y a su lado, un chico bastante más alto que ella. 

(HAY MÁS CAPÍTULO DEBAJO DE LA FOTO)
















-¿Ese es Izan? –Dije, sorprendida. 

Era moreno de pelo, y tenía ojos azules. Era el típico actor de película de adolescentes hormonadas. 

-Sí, ¿te gusta? –Dijo, con una sonrisa pervertida.
-Es muy….americano. Muy, muy americano. Es el típico americano. –Dije, sin quitarle la mirada de encima. –Se parece a Zack Efron.

Dylan comenzó a reírse a carcajadas mientras llegábamos hasta ellos, así que llamamos su atención. 

-Hola, chicos. –Dijo Dylan.

Yo simplemente observaba. JJ le saludó de vuelta e Izan le chocó la mano, haciendo un gesto que en mi opinión, era muy americano. Me hizo reír mi propio pensamiento, y eso que era un pensamiento muy tonto. Izan levantó la vista, y sonrió al verme. 

-Hola, soy Izan. ¿Eres Lane? –Dijo, dándome un beso en la mejilla a modo de saludo.
-Sí, ¿Dylan te ha hablado mucho de mí? –Dije, con una sonrisa.

Izan  entrecerró los ojos y asintió con la cabeza. Su gesto me hacía pensar que tenía mucha auto-estima, y que era muy abierto socialmente.

-Un poquito. –Soltó una risa. –Me alegro de conocerte.
-Yo también.-Dije, sinceramente. –Me ha dicho Dylan que vienes de intercambio. 

Nos sentamos todos en las afueras del campus.  Frankie asintió con la cabeza y se sentó a mi lado.

-Vengo desde Atlanta, estoy en primero. –Dijo, con orgullo.
-¿En primero? ¿Entonces tienes dieciséis años? –Pregunté. Él asintió con la cabeza. -¿No eres demasiado joven para ir de intercambio? 

Él se mordió el labio, haciéndole parecer más atractivo.

-¿Y tú no eres muy bajita para estudiar en general? –Dijo, contraatacando. Se me abrió la boca y por poco choca contra el suelo. Él comenzó a reírse. –Era coña, me caes bien.
-Ah, te caigo bien y me dices cosas tan bonitas como estas. –Dije, de buen humor. – No quiero saber cómo tratas a los que te caen mal. Por cierto, Zack Efron, baja los humos. –Le guiñé un ojo.

Él se rió y me pasó un brazo por encima de los hombros.

-Buena respuesta. –Aprobó JJ. –Se lo merece, es un chulo. 

Ahora todos reíamos. Me gustaba el buen rollo que había, y que Izan supiera reírse de sí mismo.  Y también me gustaba cambiar de aires. Me encantaba estar con los chicos, pero nunca me había imaginado a mí misma con la clase de gente que pasan de todo y son como son. Me encantaba. Con lo dulce que era Dylan, nunca le hubiera imaginado en algo así.

Estuvimos el resto del tiempo hablando sobre todo, en general, sobre la vida de Frankie en Atlanta, sobre que los estudiantes de dieciséis años sí podían hacer intercambios, lo cual hizo que me sonrojara, pero también estuvimos hablando sobre JJ, y sus aficiones. En general era gente bastante maja y los dos parecían buenas personas. Me reprendí a mí misma por seguir los prototipos y poner etiquetas a la gente. 

-Entonces, ¿me vienes a buscar tú? Lo cierto es que no tengo coche. –Dijo JJ.
-Claro, a la hora que hemos dicho, sin problema. –Contestó Dylan.

Me quedé callada un momento y miré a Dylan con duda.

-Sí, hemos quedado esta noche. –Me informó Dylan con una sonrisa triunfante.
-Sí, no le dije nada porque pensé que vosotros dos eráis novios. Pero ahora que sé que no…Pues vamos a salir – Comentó JJ como si nada.
-Me parece bien, yo tampoco tengo coche. –Dije una frase que no tenía sentido para demostrar que no me importaba que salieran. Pero en vez de hacerles reír me miraron como si estuviera loca. Puse una mueca. – Bueno, ¿y cuánto tiempo piensas quedarte, Izan?
-Un mes –Dijo sacudiendo la cabeza, con una sonrisa dedicada a mi comentario sin sentido. – Después volveré a Estados Unidos y no volveréis a verme, así que disfrutad de mí mientras podáis. –Y tras decir eso, me guiñó un ojo con chulería.
-Oh, por supuesto. –Dije, falsamente siguiéndole el rollo. –Eres un Adonis, eres el Rey de la Belleza, digno de admirar.
-Lo que yo admiro es su sentido de la ironía, señorita Lane. –Comentó, cruzando las piernas en un gesto que me pareció muy femenino para alguien como él. 

Reí y le di un codazo. 

-¿Qué es lo que más echas de menos de Estados Unidos? –Le pregunté, con curiosidad.

Se lo pensó un momento.

-A mi novio. –Dijo, con una sonrisa. –Él si que sabe cómo…
-Oh, no. No, no, no nos cuentes detalles. –Dijo JJ. –Sé que tu novio y tú sois unos pervertidos Izan, pero ellos no se merecen oírlo. De verdad que no.

Reí en voz alta y a carcajadas.

-Me lo esperaba. –Dije. –En cuanto has cruzado las piernas.
-Soy fabulosa. –Dijo Izan, haciendo un malísimo intento de voz de mujer. Volví a reir.
-Oye. –Dijo JJ, sacándonos a Izan y a mí de nuestra broma. –Luego tengo que ir a la biblioteca, encargué un libro y…

Izan estalló en carcajadas.

-Ah, ¿pero que sabes leer? –Dijo, metiéndose con ella.
-Pues sí, deberías probarlo. –Dijo JJ entrecerrando los ojos con recelo.

Izan siguió riéndose y pasó un brazo por mis hombros. Parecía mentira que le hubiera conocido apenas una hora atrás.

Narra HARRY.

Louis, Niall y yo encontramos a Sheila en el lugar dónde habíamos quedado. Hablaba animadamente con otra chica, la cual se fue en cuanto llegamos. 

-Hola chicos. –Dijo ella con una sonrisa en la cara.
-Hola. –Dijeron Niall y Louis a la vez.

No es que Sheila me cayera mal ni mucho menos. Simplemente no terminaba de confiar en ella. Sí, al principio parecía buena chica, y yo mismo había admitido que tenía una mente brillante para las ideas; y precisamente por eso no terminaba de fiarme. Tras la pelea con Lane, mi mente dio por hecho que había ideado un plan. Siempre que la veía, veía también cómo su cabeza maquinaba planes, más ideas brillantes. Así lo veía yo, y por lo tanto, había algo en su cara cada vez que miraba a Louis, que me decía que algo malo se avecinaba en torno a ellos dos. 

Sheila miraba intencionadamente a Louis, como hablando con él. Y al mirar a Louis, podía ver claramente que Louis no se sentía cómodo, que lo que Sheila intentaba decirle no le parecía bien. Me aclaré la garganta para interrumpir su silenciosa conversación.

-Bien, ¿a dónde queréis ir? –Dije, por comenzar una conversación.

Pese al tenso momento que acabábamos de vivir, Niall no mostraba ninguna emoción extraña, probablemente ni se hubiera dado cuenta. Algo bueno en ser Niall, supongo. Él tenía un mundo completamente fuera de lo normal dentro de su cabecita. Suspiré mientras él se reía de un chiste que acababa de hacer Louis.

-A la biblioteca. –Dijo Sheila, sin embargo. –Si no os importa, por supuesto.

La miré entrecerrando los ojos. Ya veía. Iba de simpática pero realmente no la apetecía ser simpática. ¿Estaba intentando caernos mejor que Lane? ¿Tenernos comiendo de su mano? A lo mejor ese era su plan. Pero, ¿qué tenía Louis que ver, y por qué no me lo había contado? ‘’Tampoco mereces saberlo, perdiste el derecho en casa del monstruillo pelirrojo’’. Maldita conciencia.

-A mi no me importa. –Dijo Niall, de nuevo inconsciente de que ahí pasaba algo raro.

Y es que no solo era Sheila. Louis apenas había hablado. Sí, hacía chistes, lo cual era más que habitual suyo, pero más habitual era que hablara por los codos, que hiciera alguna locura, que se moviera demasiado, que fuera él. Y aquel día estaba la mayor parte del tiempo callado y serio. Me preocupó.

-A mi tampoco. –Murmuré automáticamente.

Y tras decir esto, los cuatro nos encaminamos a la biblioteca. De todas formas yo tenía que pasar a limpio un par de apuntes del nuevo tema de Biología, así que en el fondo no era una molestia ir.
Estuvimos en aquella biblioteca cerca de una hora, y apenas hablábamos. Era muy, muy incómodo. Al menos para mí. Una parte de mí se moría por saber qué narices estaba pasando entre Louis y Sheila. Por Lane me había enterado de que Sheila, al parecer, estaba muy pillada de Louis. Pero ahora tenían algo en común. Algo como un plan, y me ponía nervioso. Ni siquiera se habían esforzado en ocultarlo. 

Escuché la puerta abrirse y escuché unas risitas bajas, controladas para no molestar a alguien. Observé a Lane, que iba con Dylan, y dos personas más. Me quedé mirándola inconscientemente. Físicamente era bonita, nunca me había fijado del todo. No era perfecta ni mucho menos, pero sí bonita. Sus piernas no eran demasiado largas, dado que ella no era muy alta, pero caminaba ágilmente, sus caderas se movían con cada paso y eso era algo que me tenía algo hipnotizado. Subí la mirada hasta su cara, sus ojos marrones en forma de avellana eran bonitos, también, y las pecas de sus mejillas la daban un toque juvenil cada vez que reía. Eso hacía su sonrisa mucho más bonita. Su pelo caía ondulado hasta su cintura, como de costumbre, y algunos mechones caían sobre su rostro, como de costumbre también. Me gustaba su pelo anaranjado. Me fijé en algo más, que sin embargo, no me agradó demasiado.
Miré con desconcierto el brazo de aquel chico desconocido para mí, descansando en los hombros de Lane como si fuera suya. No me agradó para nada. ¿Quién era ese chico?