lunes, 24 de diciembre de 2012

Capítulo Veinte.



                                                                    Hola chicas!
Hoy vengo con malas noticias: Me han copiado la novela. ¿Lo mejor? La chica una vez fue mi amiga y encima niega habérmela copiado.

  Así que si véis que me han quitado el tuenti, agregarme a Texe Styles Yellow sparks.
 Bueno HOY ES EL CUMPLE DE TOMMO!!!!!!!!! Nuestro Boo Bear :'''') Agh, qué rápido crecen. 
De cualquiero modo, FELIZ NAVIDAD A TODAS!
Os aviso de que este es un capítulo un poco tenso e.e , pero espero que os guste!  Un bezito! ojkierooo!.

                                                                                     ***

Narra HARRY.

¿Cómo podía haberlo hecho? 

¿Cómo, si quiera, la había acogido entre mis brazos?

Debía haberlo parado en el mismo momento en el que nuestras manos se rozaron. No debería haberlo dejado empezar, y mucho menos dejarla como la dejé. Medio sin ropa y tirada en la cama.
Pero mucho más allá de ahí…Estaba mi mejor amigo que acababa de ser apuñalado inocentemente. Ni si quiera podía levantar la cabeza del suelo mientras iba a mi coche. Me sentía definitivamente como un monstruo. La última persona a la que yo podría traicionar sería a Louis. La última. Porque él siempre había estado en cualquier situación y ahora…Ahora había estado con la única cosa que él nunca compartiría conmigo, y que yo, por supuesto no quería compartir. Y ahora que ya estaba perdido, ¿qué debía hacer? ¿Qué se supone que haces cuando besas sin querer y precipitadamente a la chica de la que tú mejor amigo está enamorado? Era sin duda, lo peor que había hecho nunca.

Me mordía el labio inevitablemente ante mi grave error. ¿En qué momento decidí pasarme por la casa de Lane, antes que por la de Louis? Lane era totalmente la fruta prohibida, y en este caso, la fruta que yo nunca hubiera querido probar. ¿Qué me había pasado ahí dentro? Ahí dentro no fui yo mismo, ese no era yo. 

Giré en la rotonda que llevaba a la casa de Louis totalmente avergonzado. Sintiendo una terrible decepción y pena por mí mismo. Lo último que se debía romper era una amistad, y yo la rompí en el mismo momento en el que la toqué. Sin duda, Louis debía saberlo, y no por sentirme mejor conmigo mismo, si no porque Louis tenía que saber que su mejor amigo era un desagradecido sin autocontrol que la había cagado para siempre. 

Por supuesto, esto no podía quedar así, se lo tenía que contar a Louis, con el consentimiento de Lane, y sobre todo, tenía que hablar con Lane. Es lo que menos me apetecía hacer pero algo nos llevó a hacer eso y tendríamos que aclararlo, aunque ni se iba a repetir, ni Lane y yo volveríamos a mantener ningún tipo de contacto tras esa conversación. Era totalmente imposible. 

Aparqué el coche y respiré hondo, poniendo mi cabeza en el volante.  Seguía sin poder creérmelo.  Caminé lentamente hasta  la puerta de su casa, y llamé al timbre, como siempre. Abrió la madre de Louis, Jay, que me dio un beso como siempre que me veía, y me dejó ir a buscar a Louis.
Entré en su habitación y tenía la misma cara que hubiera tenido si le hubiera contado lo que acababa de pasar. Estaba sentado en su ordenador escribiendo, probablemente algún tipo de trabajo de clase, pero su mirada no era la de Louis Tomlinson, porque Louis Tomlinson nunca estaba apagado.

-Hola.-Dije, cuando entré.
-Oh, hola Harry, pensé que tardarías más. –Dijo él, guardando el archivo y apagando el ordenador.
Louis se levantó y se sentó en su cama, mirándome como si yo debiera hacer algo.
-Ah, sí. –Dije yo, buscando en el bolsillo de mi chaqueta. –Te he traído el pendrive con las normas para el trabajo de tecnología.
Se lo di y me quedé quieto.
-Harry, siéntate, que estás en mi casa. –Dijo el mirándome como si estuviera loco.
-Yo…Eh, sí, vale. –Dije sentándome.
-¿Estás bien? –Me dijo mirándome fijamente.
-Sí, simplemente ha sido un día…Extraño. – Contesté, sin poder mirarle a la cara.
-Para mí también lo ha sido.
-¿Qué te pasa? Estás como...diferente, ¿te ha pasado algo? – Susurré.
-Es solo que…Te va a sonar infantil, o exagerado, pero antes Lane me ha llevado a solas para decirme que…que no. Que no podía ser. Y simplemente ahora no puedo sentirme bien, no importa. 

Otro factor más a añadir. Si esto no era suficientemente malo, antes de que Lane me besara ya había dicho que no a Louis, y ahora Louis estaba mal, y yo podría ser el culpable de ello. Tragué saliva con un nudo en la garganta. 

-Lo siento. –Dije casi en un suspiro, probablemente ese ‘’lo siento’’ iba en otra dirección que él ni se imaginaba.
-No te preocupes, supongo que…Que se me pasará, aunque de verdad pensaba que Lane era increíble, besarla fue genial, no me arrepiento de eso. Siento hablarte de besarla Harry, pero es que no puedes ni imaginarte como fue hacerlo. –Siguió hablando.

Sentí una punzada en el estómago. 

-Pero bueno, supongo que es todo más fácil sabiendo que no os lleváis bien, así no tendré que pasar todo el día con ella sin poder olvidar lo que pasó. 

Me aclaré la garganta.

-Sí…Supongo que eso es bueno. –Comenté. –Louis…No…no estés pensando en Lane. No era para ti, y ya está, así que por favor no le des tanta importancia. –Dije casi con desesperación.
-Lo sé, lo sé. –Dijo él, mirándose las manos. – Simplemente dame unos días.
-Vale. –Dije. –Louis me tengo que ir ya.
-Vete, vete, te veo mañana, gracias por todo. –Dijo, con una pequeña sonrisa.

‘’Gracias por todo’’. Esas palabras me rompieron poco a poco. Salí de allí con un mal estar en el cuerpo que se me  hizo muy pesado. Tenía que hablar con Lane cuanto antes para aclarar las cosas con ella y poder contarle la verdad a mi mejor amigo.

Narra LANE.

Me levanté alterada y sudorosa, debido a una horrible pesadilla que había hecho que mi corazón se descontrolase totalmente. Sin duda, irse a dormir totalmente confusa y nerviosa no había sido lo mejor, y debía haberme tomado una manzanilla o algo para relajarme. Pero no lo hice, así que miré el reloj y opté por ducharme rápidamente para quitarme la incomodidad de estar sudando de encima.
Sin embargo, no podía quitarme de encima el malestar que sentía y lo avergonzada y nerviosa que me sentía por ver a Harry aquel día. No podía verle, simplemente tenía que ignorarle como fuera, no pensaba ni si quiera dirigirle una mirada. Me sentía como si mi dignidad hubiera huido junto con el beso a Harry.

Simplemente quería ver a Liam y abrazarle, porque él nunca me preguntaría qué me pasa. Ese día no había quedado ni con Liam, ni con Dylan, por razones que ni yo misma comprendía. Simplemente quería andar hasta clase, y despejarme.  

En cuanto llegué, busqué a los chicos con la mirada, y allí estaban todos, Liam, Dylan, Niall, Zayn, Sheila, Elly, Louis…Y Harry. Liam me dio un gran abrazo en cuanto me vio, y yo intenté no mirar a nadie fijamente a los ojos y sonreír, sobretodo sonreír.

-¡Has aprobado física!-Me dijo Liam en medio del abrazo. – Sabía que lo conseguirías. 

Sonreí más aún cuando me soltó, y todos me felicitaron. Bueno todos no, pero ocho de nueve lo hicieron. 

-Ven Lane, que quiero decirte algo. –Me dijo Liam cogiendo mi brazo y haciéndome andar.
Nos alejamos del grupo, para mi alivio, y me llevó al lado de las taquillas.
-Mira. –Dijo, sacando una cajita del bolsillo. –Te he comprado esto, por aprobar física, creo que te lo mereces. A parte eres una gran persona y no sé, me apetecía regalártelo. Espero que te guste.

Cogí la cajita y la miré un momento. ‘’Te lo mereces, a parte eres una gran persona’’. Las palabras resonaban en mi cabeza y a medida que abría la cajita más daño me hacían esas palabras. Al abrir la caja vi un precioso colgante de plata con una bola de cristal azul envuelta por un enganche de plata. Era totalmente preciosa, pero realmente ni me lo merecía, ni era una gran persona.

Narra LIAM.

Esperé ansioso su reacción. Podía presumir de que siempre se me habían dado bien los regalos, ya que solía fijarme en mis seres queridos. Además, yo solo quería animar a Lane, que últimamente había estado algo apagada.
-Es…muy…-Sus ojos se llenaron de lágrimas y no pudo evitar taparse la cara con una mano ante la incontinencia de las lágrimas, que salían descontroladamente.
-Lane…-Dije yo, abrazándola automáticamente y frotando su espalda. –No te preocupes Lane, todo va a estar bien, de verdad.
-No. –Contestó, con la voz rota. –No lo va a estar Liam.
Me separé ligeramente para poder quitarle las lágrimas de las mejillas.
-Sí, sí lo va a estar. Cuéntame qué ha pasado. – Dije, abriendo la puerta del baño de las chicas y metiéndome con Lane, importándome poco quién pudiera vernos.

Lane se apoyó contra la pared y me miró insegura, y nunca, nunca, Lane había temido contarme algo. En ese momento miles de sucesos macabros pasaban por mi mente. ¿Qué podía ser tan malo que Lane no quería contármelo? Ella…siempre había confiado en mí, ¿es que eso había cambiado ahora? Me crucé de brazos intentando no mostrar lo inseguro que me sentía yo en aquel momento. Con cada lágrima que salía de los ojos de Lane, yo solo pensaba: ‘’Vamos Lane, no te vengas abajo, no ahora, no tú. ’’

-Liam…yo…debí contarte esto en cuanto comenzó, y siento mucho no haberlo hecho. Simplemente no quería…no quería aceptar que estaba pasando, y ahora es todo un lío. –Dijo, quitándose algunas lágrimas más. –Y yo no quería que pasara, no así, y no con Harry. 

¿Con Harry? ¿Qué había pasado con Harry? ‘’Dios mío, Lane, dime que no has hecho una locura, dime por favor que no has hecho una maldita locura. ‘’ Eran palabras que ojalá pudiera gritar, pero Lane me necesitaba tranquilo y yo no podría nunca hacerla daño en un momento tan frágil como ese.

- Todo empezó con las clases de física. Yo me sentía increíblemente incómoda con Harry, increíblemente incómoda. Pero a la vez me gustaba su presencia, y olía tan bien…Es un chico inteligente y se le dan bien los niños, y de repente dejó de parecerme tan desagradable. Me gustaba su presencia a pesar de algunas discusiones y descubrí que era…Una buena persona dispuesta a ayudar a quien fuera dejando atrás las diferencias. Como el odio, en este caso.

>>Y descubrí que había estado cuidando de mí en aquel coche y aunque no lo quería admitir me gustaba aquello. Casi se pega con Eithan por mí…era protector conmigo. Y me ayudaba, eso sobretodo. Aunque a veces, él veía que había mostrado demasiado de sí mismo y se cerraba en banda y se mostraba seco conmigo, casi distante, aún así yo sabía que había conseguido algo.

Pero un día, inesperadamente Louis, que no tenía nada que ver me confesó que me quería y me besó, y yo estaba totalmente confundida por que ya había alguien que nublaba mis sentidos, aunque de nuevo no quería admitirlo. Y tuve que decirle…que no. Con dificultad, porque adoro a Louis y es una persona de diez. Todo un caballero y muy, muy dulce. Pero no le veía a él así. Y ese mismo día, o sea ayer…Harry vino a mi casa a por su carta de importación…Y nuestras manos se rozaron y…y…>>

Lane volvió a romper a llorar. Me acerqué a ella y volví a abrazarla, para que supiera que no la estaba juzgando por nada, y que seguía con ella aunque pudiera haberse acostado con Harry.

-Liam.-Dijo entre un sollozo. –Yo no quiero que Louis sufra, no quiero que se entere, no quiero que Harry y Louis terminen su amistad, de verdad, no quiero destrozar una relación por un simple beso que se descontroló. 
-¿Pero acabasteis…?
-¡No!-Me cortó ella. –Faltó…verdaderamente poco, pero…no. 

Aún abrazándola,  pensé en todo lo que me acababa de contar Lane. Y uní cabos. Por eso Lane estaba tan agobiada y desconcentrada. Por eso no sonreía ni hablaba apenas. Siempre iba con la cabeza gacha y alejada de Louis, Harry o Sheila. 

-Lane, ¿te gusta Harry? –La pregunté suavemente, para aclarar ese punto.
-No lo sé, en medio de ese beso descubrí que Harry no me desagradaba en absoluto…y...y…ojalá pudiera decir que no me gustó. Siento no habértelo contado, de verdad. Lo siento.
-No, Lane, no lo sientas. –La solté y la cedí papel para que pudiera limpiarse la cara. – No te preocupes, todo va a salir bien. En cuanto aclares las cosas con Harry…Podréis seguir como si nada.
Lane negó rápidamente con la cabeza y se mojó la cara para refrescarla.
-De ninguna manera puedo volver a hablar con Harry. Esto tiene que quedarse como está si no queremos liar esto más. Es mejor dejarlo como está, de todas formas, Harry y yo nunca tuvimos una buena relación. –Dijo ella, totalmente convencida.

¿Y yo qué iba a hacer? Era su decisión, ella sabía lo que había pasado y cómo, y si ella creía que dejar las cosas como estaban era mejor, yo sería el primero en apoyarla en sus decisiones.

Narra LANE.

Conseguí calmarme del todo gracias a Liam que me apoyó silenciosamente durante todo el día. Consiguió milagrosamente mantenerme con una sonrisa en la cara gracias a sus chistes malos, y pude ver como verdaderamente se esforzó para que yo no tuviera ni el mínimo contacto con Sheila, Harry o Louis, y para no mostrar ningún sino de tristeza.

Liam se ganó un puesto en el cielo en el mismo momento en el que se esforzó tantísimo porque yo estuviera bien. Pero aquel día era el día en el que teníamos la fiesta en casa de Harry, y en la que dormiríamos allí. Y Liam no podía pretender cuidar de mí durante tantísimas horas, pero sin embargo, totalmente relajada, en medio de la cafetería y mientras todos hablaban, sonreí verdaderamente por primera vez aquella semana, y besé a Liam en la mejilla, totalmente agradecida por tener al mejor chico del mundo en mi vida.

                                                                            ***

‘’Lane, tenemos que hablar. Nos vemos esta noche.

-Harry.S.’’

Quité la nota de mi cuaderno de física rápidamente deseando que nadie la hubiera visto. Me senté en el asiento y me guardé la nota en el bolsillo. Lógicamente mi compañero de pupitre no podía haber visto la nota porque mi compañero de pupitre era Harry Styles, y Harry Styles no había acudido a física ese día. Fue totalmente un alivio para mí que no tuviera que sentarse a mi lado aquel día, por que sin duda hubiera sido una de las peores clases de mi vida. Sin embargo no podía evitar preguntarme el por qué de su falta, y mucho más allá de eso: Tenía que evitar a Harry totalmente en la fiesta.

Narra HARRY.

Me encontraba en el despacho de la jefa de estudios, ya que me había llamado para hablar cobre la carta. Yo ni la había abierto, así que no tenía ni idea de lo que iba a pasar en aquel momento. Ella me miró esperando a que abriera la carta y la leyera, y eso hice. La abrí poco a poco, aun que ya sabía que se trataba sobre mi beca.

‘’Estimado Sr.Styles, como bien sabrá, ha sido usted aceptado en la Universidad de Western Ontario, Londres, en la capital de Ontario, en el país de Canadá para realizar artes y biología.

Debe usted rellenar algunos requisitos adicionales que no le llevaran demasiado tiempo, solo tiene usted que pasarse por el reverso de la hoja.

Un cordial saludo: Jack McFlannagan. Director y coordinador de la Universidad de Western Ontario. ’’

-Vaya. –Dije. –No sabía que necesitaran más datos míos, creí que los había cubierto todos en la beca original.
-Lo sé, no te llevará mucho tiempo, puedes hacerlo ahora si así lo deseas, Harry.
Asentí con la cabeza y cogí un bolígrafo que me cedió la jefa de estudios, para rellenar aquel pequeño papel.
-Perdón que me meta en tus asuntos Harry pero… ¿Te  irás a vivir a Canadá?
-Supongo. Es lo mejor, ¿no?-Dije, pensando en ello.
-Sí, es solo que bueno, tienes amigos aquí en Reino Unido, y bueno no solo te cambias de país, si no de continente. ¿Crees que llevarás bien separarte de tus amigos?
-No quiero…Prefiero no pensar en eso ahora. –Dije, evitando su mirada y rellenando el papel.
-Por supuesto, lo siento Harry.

*Narra LANE*

Preparé un pequeño neceser en el cual metí ropa interior, zapatos planos, cepillo de dientes, cepillo del pelo, colonia y ropa para el día siguiente, y la dejé encima de la cama. Aunque ir a esa fiesta y pasar la noche en casa de Harry no era lo que más me apetecía, tenía que echarle narices. Evitar a Harry, lo cual era cobarde, pero no acobardarme.
Elegí ropa bastante simple, pese a que elegí un par de tacones por ser viernes. 



Dejé mi pelo ondulado como de costumbre, y de maquillaje utilicé un poco más que de costumbre, me maquillé los párpados y las mejillas, y me eché pintalabios, algo que no hacía a menudo. Cogí mis cosas, me despedí de mi madre, y salí de casa. En la calle hacía frío y ya había oscurecido, por lo que caminé lo más rápido posible. 

Llegué allí y Harry me abrió la puerta. Le saludé amablemente para no parecer incómoda y entré, encontrándome a todos menos a Sheila y Louis que aún no habían llegado. Mi cabeza no paraba de dar vueltas a las cosas y empezaba a tener ideas imposibles sobre el por qué de que fueran Louis y Sheila y no otros los que faltaban, pero intenté relajarme, y cogí un vaso de algún tipo de alcohol que había en la mesa, ya que realmente no me importaba. Tristemente, me fiaba de Harry y sabía que él no pondría nada malo. Pude relajarme y reírme gracias a que Elly permanecía haciéndome bailar, y debido a la chispa del alcohol, todos estábamos más alegres. 

Cuando Sheila y Louis llegaron, Harry puso la mesa y la comida con nuestra ayuda. Y debía decir que cocinaba bien, realmente bien.
Notaba las miradas de reojo de Sheila, y por algún motivo, me intimidaban. Lo único que quería evitar eran problemas, y las miradas de reojo de Sheila no me lo facilitaban para nada. ¿Qué sabía ella? ¿Por qué me miraba así? Miré a Louis, el cual no paraba de hablar con Harry alegremente, y Harry, le evitaba las miradas. Era todo extremadamente tenso: Sheila me miraba a mí, yo miraba a Louis, Louis hablaba con Harry, Harry evitaba a Louis, Liam y Elly se miraban entre ellos…Y bueno, Zayn y Niall y Dylan eran ajenos a todo. La cena se hizo bastante incómoda, así que evité hacer movimientos obvios. 

Narra HARRY.

Tras la cena, recogí todo rápidamente, y volví con los chicos para coger una copa. Lane y Elly bailaba, y me di cuenta de que Sheila se mantenía alejada de las chicas, riendo y jugando con Louis, Niall, Zayn, Liam y Dylan, lo que no me gustó nada. Algo iba mal con Sheila.
Pero no podía preocuparme por Sheila en aquel momento cuando tenía que hablar con Lane. Esperaba que hubiera leído mi nota, por que no podíamos retrasar la charla.
La miré intencionadamente pero ella nunca me devolvió la mirada, así que tuve que ir a buscarla sin que Louis, ni Sheila se dieran cuenta. 

-Lane, ¿puedes venir? –Dije, intentando no mirar a Elly.

Parecía que todos ahí excepto Niall, Zayn y Dylan sabían lo que pasaba, y me ponía nervioso no poder preguntarle a nadie. 

-Yo…Es que estoy bailando. –Dijo ella, intentando darse la vuelta.
-Ya.-Dije, cogiéndola de la mano y dándola la vuelta. –Pero es urgente.
-Venga ve Lane, yo te espero aquí. –Dijo Elly cogiendo otra copa y caminando hacia el otro grupo.

Lane miró a Elly con desesperación pero me siguió cuando yo comencé a caminar. Subí las escaleras y llegué hasta mi habitación, dejando a Lane entrar primero.

-No sé…No sé de qué quieres hablar Harry. No creo que tengamos nada de lo que hablar. –Dijo de espaldas a mí.
Había notado cómo me había evitado durante toda la fiesta y cómo ahora intentaba evitarme, pero esta vez no lo conseguiría.
-Sabes que sí. Lane…Sabes que…
-Que esto no debería haber pasado. Lo sé.
-Exacto. –Contesté. No sabía cómo expresarme.
-Mira Harry…-Dijo Lane, pero unos golpes a la puerta la cortaron.
-¿Hola? ¿Harry estás ahí?-Era la voz de Louis al otro lado de la puerta.

Lane  y yo nos miramos con horror y la señalé el armario. Ella corrió hacia allí, y yo corrí detrás de él escondiéndome dentro con ella. El armario no era muy espacioso, o por lo menos no para que dos personas se metieran dentro. Y por si hablar con Lane sobre lo que pasó no fuera suficientemente incómodo, cuando nuestros pechos chocaron debido al poco espacio y podía escuchar perfectamente su respiración debido a lo cerca que estaba, supe que sí que podía haber momentos más incómodos.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Capítulo Diecinueve.

¡HOLA! ESTO ES UN AVISO DE QUE NO OS ESPERÁIS LO QUE PASA EN ESTE CAPÍTULO.
¡HOLA¡ ESTO ES UN AGRADECIMIENTO POR HACERME 22 COMENTARIOS EN 3 DÍAS, POR QUE NORMALMENTE APENAS CONSIGO 15 COMENTARIOS EN UNA SEMANA.
¡Muchas gracias! Espero que os guste este capítulo, y que merezca la pena :)
                                                                
                                                                    ***


Tras esperar a Harry en la salida del campus durante varios minutos, comprendí que no iba a encontrarle, y no podría darle la carta, lo cual me había puesto de bastante mal humor, porque, ¿qué hacía yo con una carta de otro país que era para Harry? Pues eso, absolutamente nada.

-¿Y por qué no se la traes mañana a clase? –Me contestó Dylan, sacando las llaves del coche de su bolsillo.

Me acababa de dar cuenta de que Dylan no tenía esperanzas de encontrar a Harry, así que comencé a andar, dándome por vencida yo también.

-Si no es eso, Dylan, es que me lo encuentro todos los días de la semana, y justo hoy que tengo que darle algo, no está, pues me cabrea. –Dije, guardando la carta en la parte trasera de mi mochila. –Se la traeré mañana.
-O puedes dársela a Louis. –Dijo.

Le miré de reojo y me puse la mochila en condiciones. No le iba a explicar ahora lo que había pasado, aunque debería.

-Ya veré.-Contesté para terminar con la conversación.

Debía tomar una decisión sobre Louis, y no sabía a qué estaba esperando…Yo podía hacer como si nada, pero Louis no podía esperar, yo no podía tener a Louis esperando por mí. Me prometí a mí misma pensar en algo en cuanto llegara a casa. Cuando llegara a casa también tenía que hablar con mi tía sobre Juliet y la fiesta del viernes y tenía que ir a la autoescuela. Me organicé mentalmente para poder hacerlo sin agobiarme, no me llevaría mucho tiempo.

-¿Es verdad eso de que Harry y tú os odiáis? Yo lo veo más como una relación amor-odio. Contéstame seria, por favor. –Dijo Dylan, poniendo en marcha el coche.
-Sinceramente, no sé qué contestarte, hemos tenido un par de roces, pero si tuviera que decirte si le odio o no, diría que no, simplemente no congeniamos. Y a lo segundo…Dylan, si no congeniamos, no hay amor-odio, siento arruinarte la ilusión. –Le contesté, un poco exasperada de todo.
-Relájate Lane, llevas todo el día demasiado nerviosa, y no puede ser bueno para ti.-Me contestó, acariciándome el brazo.
-¿Te has dado cuenta? -Dije, sorprendida.
-Claro Lane, te voy conociendo las caras, y me preocupo si te veo mal. –Dijo, como si nada.

No dije nada, pero sin embargo, Dylan me hizo sacar una de las pocas sonrisas sinceras que había sacado en todo el día.

                                                                   ***

No supe nada de Liam en todo el día, por lo que supuse que estaba pasando la tarde con Elly. Y no debía molestarle pero sentía que le necesitaba demasiado. Me sentía como si se hubiera perdido una parte importante de mi vida. Y necesitaba hablar con alguien urgentemente. Sí, estaba Dylan, era cierto, y también era cierto que había descubierto un gran amigo en Zayn, y que las chicas me escuchaban siempre, pero nadie, en el mundo podría reemplazar a Liam como mejor amigo.

Suspiré mientras preparaba las cosas de la autoescuela y esperé en el sofá a que mi tía llamara a la puerta para venir con Juliet.  Sin embargo, la hora de irme llegaba, pero mi tía no, así que no tuve más remedio que llamarla al móvil.

‘’ ¿Sí?. Contestó mi tía. ‘’Hola tía, soy Lane, ¿no vas a venir?  ‘’Oh, perdón Lane, se me olvidó avisarte. Es que no voy a necesitarte hoy, mañana nos vamos a pasar el fin de semana fuera y me llevo a Juliet conmigo’’ Eso me hizo sentir extrañamente bien. ‘’Oh, vale, entonces nada’’. ‘’Adiós Lane’’ ‘’Adiós tía’’. 

Una sonrisa se formó en mi cara. No por no cuidar de Juliet, porque me encantaba hacerlo, pero mi tía no podía irse de viaje en mejor momento. Fue una casualidad genial que hizo mi tarde un poco más divertida.  Cogí mis cosas, y salí directa hacia la autoescuela.

Narra LIAM.

Tenía el estómago cerrado debido a los nervios. Acababa de salir de la agencia de viajes y me dirigía a casa de Elly. Ella no tenía ni idea. Sin embargo, mi mejor amiga y Sheila ya lo sabían. Me sentía emocionado por que viera su regalo de navidad, anticipado, muy anticipado. Rezaba por que le gustara Italia. Eso y estar alejada de todo. Llegué a su puerta, y me abrió su madre.

-¡Hola Liam!-Dijo besando mi mejilla. –Elly está en su cuarto.
-Vale, subo. –Dije, sonriendo. 

Subí las escaleras de dos en dos, y respiré hondo antes de llamar a la puerta de Elly y entrar cuando ella me dio permiso. Cuando abrí la puerta, la encontré tirada en la cama estudiando, con las gafas de estudiar puestas. Sonreí.

-Hola preciosa. – La dije, acercándome a ella y sentándome a su lado. La besé en la mejilla mientras miraba lo que hacía. -¿Qué estudias?
-Filosofía, lo odio. –Dijo, quitándose las gafas y acurrucándose en mis brazos. –Gracias por venir, podía haberme explotado la cabeza. 

Reí y aparté un rizo de su cara. 

-Tienes un momento, ¿verdad? Te he traído algo. –La dije.

Ella se quedó sentada con las piernas cruzadas mientras se mordía el labio.
-Pero no hacía falta que me trajeras nada, Liam. –Dijo, poniendo un puchero inconscientemente.
-¡Pero si no sabes lo que es! –Dije. –Cierra los ojos, anda. 

Elly me hizo caso y cerró los ojos,  y yo, nervioso, saqué los billetes del viaje y los puse en la cama, enfrente suyo, para que los viera en cuanto abriera los ojos. Me acerqué a ella y la di un suave beso en los labios.

-Ya puedes abrir los ojos.

Abrió los ojos lentamente y me miró, pero al ver que yo no tenía nada, bajó su mirada hasta que encontró los papeles y los miró extrañada. Cogió uno y lo leyó, tapándose la boca con la mano.

-Liam, ¿Italia, en serio? –Dijo, comenzando a reírse a carcajadas. -¡Estás loco, me encanta!
Se abalanzó sobre mí para besarme.
-Estás loco, Liam Payne. Italia está en la otra punta de Europa. –Me abrazó. –Eres increíble.
La agarré y la di la vuelta poniéndome encima suyo.
-Lo sé.-Dije, antes de volver a besarla. 

                                                                          ***

 Narra LANE. 

Ese jueves se me hizo casi imposible levantarme de la cama. Estaba tan calentita ahí dentro que mi cuerpo se negaba a moverse, por eso, decidí darme mucha más prisa a cambio de dormir unos cuantos minutos más. Como ya veía yo venir, me puse lo primero que encontré, una camisa de botones rosa, y unos pantalones vaqueros pitillos muy básicos, y me conformé con eso.

Liam me vino a buscar, lo cual me resultó…Extraño, pero simplemente genial. Me habló de cómo le había dado ya los billetes a Elly. Y yo debí contarle lo de Louis…Pero no lo hice. Y me sentí mal por ello. Por él y por Dylan. Y mientras él me contaba detalles sobre la tarde anterior, yo pensaba en Louis. Hoy debía de hablar con él para dejar las cosas claras. Además, recordé que la primera vez que vi a Sheila fue por que miraba a Louis como si no hubiera nada más bonito en el mundo. 

-FLASHBACK-
‘’También me di cuenta de que una chica de la mesa de enfrente no paraba de mirar a Louis. Él no la miraba porque pasaba casi todo el tiempo hablando con los chicos, mientras que Elly y yo nos preocupábamos por Liam y Louis añadía algunas frases de vez en cuando. Pero, sí, aquella chica rubia oscura con grandes ojos marrones miraba a Louis como si fuera lo más maravilloso de este planeta.
Entré en clase justo cuando tocó el timbre que indicaba que comenzaban las clases, y me senté en el primer sitio que vi libre. Saqué mi libro de matemáticas y miré a mi compañera. Era la chica rubia oscura de ojos marrones de la cafetería, la que había estado mirando a Louis como si no hubiera mañana. Quise hablarla, por simple curiosidad.
-Hola, ¿te importa que me siente aquí?-Dije amablemente.
-Claro que no. Es mejor no pasar la clase de matemáticas sola. –Dijo, poniendo cara de horror. –Puede darte un ictus.
Me reí por lo cierto que era eso.
-O algo peor.-Me reí. –Soy Lane.
-Yo Sheila.-Dijo, sonriendo también.
-¿Sheila? Nunca había conocido a nadie que se llamara así.
-Ya, es que mis padres son españoles, yo nací en España, pero llevo viviendo aquí mucho tiempo.-Dijo.
-Eso mola-Dije sinceramente, nunca había estado en España. ’’
-FIN DEL FLASHBACK-

Yo sabía que no era la indicada para Louis, pero sin embargo, Sheila parecía adorarle, y ella si iba a poder darle a Louis lo que yo no podía. Y no porque Louis no fuera lo suficientemente bueno, ya que él cubría todas mis expectativas…Sino que simplemente no había sucedido, no había conseguido sentir nada más por él. ¿Pero cómo decírselo sin…Sin romperle el corazón? Me sentía fatal por él. Porque yo pensaba de verdad que él era perfecto como persona, y que como novio sería incluso mejor. Pero no podía obligarme a mí misma a sentir algo que si no había sentido ya, no sentiría nunca. 

Caminé con Liam a mi lado, yendo a las taquillas, y cogí mis cosas. 

-Hola chicos. –Oí la voz de Louis a mis espaldas.
-Hola Lou…-Dije, y al ver a Harry, por poco me abalanzo sobre él. -¡HARRY!

Me sentí avergonzada por haber gritado así al ver a Harry, pero mi memoria de pez había decidido traicionarme. Louis y Harry se miraron, y Harry me miró con toda la confusión del mundo, ahora todos le mirábamos a él.

-Ayer te estuve buscando, me dieron una carta para ti. –Le dije, intentando no ponerme nerviosa por la situación.
-¿Ah sí?-Dijo, sin cambiar su expresión. –Dámela que la leo.
-Ya…Es que se me ha olvidado traértela, lo siento. Si quieres puedo traértela maña…-Harry no me dejó terminar.
-No te preocupes, me paso luego por tu casa, que tengo que ir a un sitio y…Bueno, que luego la recojo.
-Oh, vale.-Dije, girándome ahora hacia Louis. – Lou, ¿puedes venir un momento? 

Noté la mirada de Harry quemarme. Yo sabía que él sabía detalladamente lo que había pasado y me daba vergüenza que él lo supiera. Harry tosió intencionadamente, y Louis volvió a mirarme.

-Vamos. –Dijo él, caminando conmigo, alejados del resto. -¿Qué tal estás?
-Yo…Bien…Bueno, estoy. –Contesté. ¿Cómo podía Louis ser tan natural con esto? Yo me sentía como una basura por hacer esto. Él era tan tierno…
-Dime, Lane. –Dijo, sentándose en un banco.
-Verás…He estado pensando en…Bueno.
-Ya sé, Lane. –Contestó bajando la cabeza.
-Bueno, sí. No te digo que no, pero, ¿puedes darme tiempo? Simplemente no quiero estropear nada, de verdad. –Dije, sin mirarle a la cara.
-No estropeas nada, entiendo que no tengas por qué sentir lo mismo, está todo bien. –Dijo, rodeándome con un brazo.

Le devolví el abrazo sintiéndome mal en cada sentido. 

-Yo sé que hay alguien que de verdad puede ofrecerte lo que te mereces.
-Otra cosa es que yo quiera a esa persona. –Dijo él, mirando al frente. –Me alegro de que hayas sido sincera. 

Fruncí el ceño. ¿Y ya estaba? Al menos no había sido tan dramático como creí, pero no por eso había sido menos incómodo. Y sin duda, había sido difícil. Agradecí en el alma que no hubiera pasado nada malo, aunque no podía esperarme menos de Louis Tomlinson. 

 Tanto Dylan como Liam intentaron sacarme información sobre qué me pasaba, porque me veían extremadamente callada. Y simplemente era que no sabía qué hacer. Me resultaba todo extraño y más aún lo que había pasado en esos tres días. Más bien en toda la semana. Eithan, reconciliación con Liam, beso con Louis, examen de física, carta a Harry, soborno del director. ¿Es que acaso podía pasarme algo más?  Oh sí, por supuesto, me daban ese día la nota del examen de física, ese examen que decidía mi futuro, por decirlo así. Y no podía repetir el último año de bachiller, simplemente tenía que llegar a la universidad.

Llegó la hora esperada, y salí de clase con Liam para mirar mi nota de el examen, vi como Liam había aprobado, y me sentí genial por él. Con un dedo, busqué mi nombre en la lista.
Jefferson, Jefferson…Ahí estaba. Lane Juliet Jefferson. Deslicé el dedo para descubrir mi nota, y me sentí totalmente confusa.

                                                                   ***

Una vez en casa, dejé la mochila en el suelo y dejé la carta que Harry vendría a recoger de un momento a otro dentro de un cajón. Tras ello, estuve haciendo los deberes esperando a que llegara, ya que sinceramente me apetecía quitarme aquello de encima. 

Cuando oí el timbre, bajé las escaleras como una bala y abrí la puerta. 

-Hola Harry. –Le dije,  abriéndole la puerta para que entrara.
-Hola. –Dijo él, quitándose la chaqueta.

No quise que pareciera que me fijaba en cómo se desvestía, así que me adelanté a él y subí las escaleras a trote, para darle su carta. ¿Debía preguntarle por qué le mandaban cartas desde otro país? Probablemente no, porque no era de mi incumbencia, pero tenía una curiosidad enorme. Oí sus pasos detrás de mí,  y entré en el cuarto, verificando  que no hubiera nada que Harry no pudiera o debiera ver.

-Bueno… -Dije- Dame un minuto.

Me agaché para buscar en el cajón, y mientras oía a Harry hablar.

-He visto…que has aprobado el examen. –Dijo él. 

Saqué la carta y la dejé encima del escritorio, apoyándome en él.

-He visto que tú también has aprobado el examen. –Dije, sonriendo, él rió también. –Supongo que enseñas bien…No hubiera aprobado si no me hubieras ayudado.

El silencio se hizo entre los dos. Ambos nos quedamos mirándonos en silencio durante un par de segundos. Harry se acercó a donde yo estaba, ya que me encontraba apoyada en el escritorio, y alargó el brazo para coger la carta. En cuanto alargó el brazo, su mano rozó la mía, y nuestras miradas se encontraron, avergonzadas. Intenté pretender que no lo había notado, pero en cuanto miré a Harry a la cara algo nuevo cambió mi forma de pensar: Él seguía mirándome. 

Rápidamente y casi sin darme cuenta, me había acercado hasta él buscando sus labios con desesperación. Puse mis manos a los dos lados de su cara y me alcé hasta encontrarlos. Y en el momento en el que él gimió y puso sus manos encima de las mías, supe que estaba perdida, muy perdida. Harry me abrazó, atrayéndome a él y dejándome totalmente inmovilizada en sus brazos. Movió la boca obligándome a moverla a mi también y algo se desató dentro de Harry, me alzó en sus brazos, y pude oír cómo con un brazo apartaba todo lo que había en mi escritorio tirándolo al suelo, para con un movimiento rápido sentarme a mí allí. Pasó la mano lentamente por detrás de mi nuca, y me besó con más intensidad aún. La otra mano la utilizó para levantar mi pierna hasta que rodeó su cintura, y así es como acabé con las piernas alrededor de él.  Sus labios se apartaron ligeramente de mí, haciéndome suspirar, y bajaron lentamente por mi mejilla, hasta que me hizo cosquillas en el cuello. Entrelacé mis manos en su nuca, como pude debido a la escayola, hundiéndolas en su pelo, y hundí la cabeza en su hombro intentando no gritar ante la sensación de que me estuviera besando el cuello.  

Bajé las manos por su espalda, sintiéndome totalmente abrumada por cada pequeño músculo que había en ella, y cogí el borde de su camiseta, queriendo tocar de cerca aquello que me había llamado tanto la atención. Levanté ligeramente la camiseta y oí a Harry aguantar la respiración. Se separó completamente de mí para quitarse la camiseta rápidamente y volvió a besarme, levantándome del escritorio para tumbarme en la cama, donde acabé debajo de él.  Sin pensármelo recorrí su pecho y estómago con la mano, completamente maravillada. Harry besó el hueco de mi garganta y con una mano fue desatando poco a poco los botones de mi camisa, lentamente, desesperantemente, y me volvía loca porque quería que terminara ya. Cuando terminó de desabrocharla, gemí en su oído, aliviada de notar por fin sus manos en mi cadera. 

-No gimas en mi oído. –Dijo sin apenas aire. –Me vuelve loco.

Dio un giro rápido que hizo que esta vez yo estuviera arriba, y me quitó la camiseta que anteriormente había desabrochado. Me incliné para besar su pecho por que por alguna razón no había podido para de mirarlo, y noté sus manos recorrer mi cuerpo hasta llegar al cierre de mis pantalones, desabrochándolos hábilmente. Cuando miró lo que había hecho, se mordió el labio y me miró fijamente, volviendo a besarme de nuevo.

El 10% de mi mente decía que no debía hacerlo…y al otro 90% simplemente le daba igual la opinión de cualquier otra cosa que no fueran mis ganas de besarle. 

Volvió a girarme para tenerme debajo, y comenzó a bajar mis pantalones. La parte racional de mi cerebro no paraba de decirme algo que yo no quería oír. Algo importante que yo estaba ignorando, pero mi mente estaba nublada, no podía pensar, solo sentir. 

Supe que si no paraba ahora, no podría hacerlo, y no sabía si quería parar.
Simplemente la sensación de las manos de Harry recorriendo mi espalda me anulaba completamente. Incluso cuando agarró el cierre de mi suj….

-¡LOUIS!-Grité, repentinamente. –No puedo hacerle esto a Louis.  Ni a Sheila.

Harry se alejó completamente esta vez. Haciendo que yo viviera una sensación de pérdida insoportable. Seguí con los ojos cerrados, intentando controlar mi respiración,  y cuando creí que estuve preparada, abrí los ojos.

Harry seguía encima de mí, sin camiseta y mirándome fijamente con culpabilidad. Se levantó de la cama, y cogió su camiseta.

-Creo que debería irme.-Dijo, con voz grave. No me miró pero incluso yo pude notar, sin mirarle, que esto había sido lo peor que habíamos hecho en tiempo. 

Se puso la camiseta y cogió la carta, saliendo de mi habitación como si nunca hubiera pasado nada. Yo, sin embargo, me quedé más de cinco minutos tumbada, medio desnuda, intentando entender lo que acababa de pasar, abatida por mi propio descontrol. Recordé mi pensamiento sobre tener una semana rara y añadí algo más a la lista: Besar a Harry Styles, esa sin duda, era la mayor ironía de mi vida.


viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo Dieciocho.

¡Hola! Me acabo de dar cuenta de que TENGO UN DYLAN EN CADA NOVELA.
Vaya viciosillo, que tiene una vida secreta como hermano y mejor amigo de las protagonistas. En fín, fallo mío, pero , ¿a quién le importa? JAJAJA. El caso, ESTO ES IMPORTANTE.
El próximo capítulo SERA MUY IMPORTANTE, asi que precisamente por ello, os pido 20 COMENTARIOS. Y sí, se que me acabo de pasar una barbaridad, pero es que ES IMPORTANTE DE VERDAD. En mi opinión merece la pena :) 
Y os deeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeejo leer, OS AMO A SLSKFDJSALFKJALKFJSALKFJSAKLF UNICORNIOSYMARIPOSASYARCOIRIS.
Por cierto, también he subido un capítulo de http://thisismyoathtoyou.blogspot.com.es/ , por si os interesa :D
                                                                      ***



Narra HARRY.

Salí de la ducha y fui con una toalla en la cintura hasta mi habitación.  Me había pasado la tarde repasando todo para el examen del día siguiente, y había necesitado la ducha para relajar toda la tensión que se había acumulado durante el día. Había sido un día demasiado completo en el mal sentido de la palabra, así que la ducha había sido el mejor remedio.

Cogí el pijama que guardaba debajo de la almohada debido a una manía que me venía desde que era un niño, y me dispuse a ponérmelo, no sin antes recibir la llamada de mi madre que ocurría todas las noches a la misma hora.

-Harry, la cena está lista, baja antes de que se enfríe. –La oí decir.
-Vale. –Grité yo desde la habitación.

Era raro que me oyera desde el piso de abajo, pero pasaba. Terminé de vestirme y comenzó a sonar mi móvil, y como pude suponer, era Louis.

-Dime Louis.-Contesté, volviendo a sentarme en la cama.
-Lo he hecho Harry, se lo he dicho todo a Lane. Fui a su casa...Y lo hice, se lo dije. –Oí al otro lado del teléfono, Louis sonaba realmente emocionado, y supongo…que me alegraba por él.
-¿Y qué hizo?-Dije, dándole el placer de dejar que me contara el resto de la historia.
-Pues al principio la conté un poco pues…Bueno ya sabes, lo que pensaba de ella. Luego la besé.

’Luego la besé’’. Louis la besó.  Me quedé en silencio un par de minutos.

-¿Harry? ¿Estás?-Dijo Louis.
-Sí. Y…Lane… ¿qué hizo?-Dije, aunque no sabía si quería oír la respuesta, todo este tema me ponía nervioso.
-Bueno…Ella no contestó, no dijo nada, así que me fui. Se quedó como en shock, sorprendida, ¿crees que eso es bueno? –Ahora Louis dudaba.

Si Lane no se esperaba el beso podía ser que nunca pensó en Louis en esa manera. O eso creía yo. O puede que simplemente Lane no se esperaba que Louis la besara y la gustara tanto que…No pudo reaccionar. Tragué saliva. 

-Seguro que sí Louis, no te comas la cabeza con esto.
-Gracias Harry, mañana tengo excursión con la clase, ni yo ni Liam estamos, así que cuida de Lane por mí.-Dijo riendo. –Que se lo bien que os lleváis. –Dijo ahora con ironía. 

Oí su risa de nuevo y escuché como colgaba el teléfono. Suspiré y bajé al comedor, dónde tenía la comida puesta en la mesa.

-Por fin.-Dijo mi madre. –Te has dignado a venir.
Me reí y me senté a comer.
-Harry. –Dijo Robin, mi padrastro, ya que mis padres estaban separados. –El domingo, ¿te apetece que vayamos a ver un partido? Juegan el Manchester United contra el Arsenal, va a ser un gran partido.

Robin, aficionado al fútbol como nadie lo había sido nunca, había ejercido de padre para mí desde la separación de mis padres biológicos, y de hecho, le consideraba mi padre a estas alturas, le quería como un padre, y le trataba como si lo fuera. Desde que era pequeño, me había llevado a partidos de fútbol, a los que yo no me había negado nunca, pese a que yo no fuera un gran aficionado del fútbol. Nunca estaba de más pasar un buen rato con un familiar, y menos si a éste le hacía ilusión.

-Por supuesto, ¿tienes las entradas?  .-Dije, aun que ya sabía la respuesta.
-Claro, ¿lo dudabas?-Dijo sonriente.
-Para nada. –Reí.

                                                                          ***

Me levanté con la preocupación en la cabeza. En exactamente media hora empezaría el examen de física, y aunque yo nunca había suspendido física, la duda siempre estaba ahí. Cogí el libro y las llaves de casa, y bajé a toda velocidad por las escaleras.

-Harry, ¿podemos hablar un momento?-Dijo mi madre, mientras se preparaba ella también para ir a trabajar.
-Claro, dime. –Contesté, comiendo una tostada con tanta rapidez que puede que ni la masticara.
-Me dijiste que si podías hacer una reunión de amigos este fin de semana, cuando nosotros nos íbamos al pueblo.
-Sí.-Contesté, bebiéndome la leche de un trago.
-¿De cuántos amigos hablamos? –Dijo mi madre frunciendo el ceño.
-Pues: Louis, Niall, Zayn, Sheila, Elly, Liam, Lane y puede que Dylan. Ocho. –Contesté.
-Harry Styles, te voy a dejar que hagas esa fiesta a la que llamas ‘reunión de amigos’ para que no me suene tan adolescente y  desastroso, pero como encuentre una sola cosa fuera de sitio, tendrás un problema. –Me dijo amenazante.
-Todo quedará perfecto mamá.-La dije besándola en la mejilla. –Me voy a clase.
-Adiós, suerte con el examen. –Oí decir a Robin.
-Gracias.- Casi grité, y me metí en el coche con rapidez. Parecía que mi día no iba a ser lento.

Llegué al campus 10 minutos después, y al llegar a clase, ya estaban todos dentro, excepto la profesora. Niall entró junto con Zayn, y se sentaron los dos en los asientos de detrás de mí.

-Hola Harry. –Dijeron.
-Hola chicos. 

Seguimos sacando cosas de la mochila y repasando, todos estábamos así, ya que el examen valía un 70% de la nota global. 
Dylan y Lane entraron por la puerta, y mi mirada fue directamente a Lane, a su cara, a su expresión.  Probablemente porque pensaba que podría quedar algo de lo que Louis me contó por teléfono, y efectivamente, no se la había olvidado. En cuanto Lane me vio, bajó la cabeza huyendo de mi mirada, como si supiera que yo estaba al tanto  de que Louis la besó. ¿Eso significaba que la importaba lo que pensaba? ¿Por qué yo seguía con mis líos mentales si a mí no me interesaba lo más mínimo? Me concentré en el libro, era mal momento para desconcentrarse.

La profesora entró en clase, y todos guardamos el libro, Todos estábamos en silencio, lo cual era extraño, y era también una  buena forma de saber que todos estábamos nerviosos. 
En silencio, comenzó a repartir los exámenes, y se oían suspiros y exclamaciones de gente que no sabía hacer algo que entraba en el examen, pero sin embargo, en cuanto vi la primera pregunta, supe que iba a ser un examen fácil para mí.

Aunque al mirar a Lane, y ver que miraba a Dylan con desesperación, supe que no iba a ser un examen fácil para ella.

Narra LANE.

En cuanto pusieron el examen en la mesa casi me desespero. Era casi todo operaciones, justo lo que peor se me daba. Maldije a la profesora mentalmente, de todas las maneras posibles, ya que podía haberlo puesto un pelín más fácil. Sin embargo, recordaba las fórmulas que Harry me enseñó el primer día que me ayudó a estudiar, así que suponía que ya tenía algo. Para sacar un cinco en la global solo tenía que sacar un…ocho en el examen.
 ¿Un ocho? Yo no conseguía eso ni en broma. Miré a Dylan, agobiada, y él me devolvió la mirada, exactamente igual que la mía. Moví los labios articulando un ‘suerte’ que él me devolvió con un ‘igualmente’, y volví a mirar mi examen.

-Tenéis una hora y media a partir de…Ya.-Dijo la profesora, sentándose de nuevo.

Y comenzamos a hacerlo, algunos mejor que otros. 

Tras una hora y media, los exámenes fueron recogidos, y la profesora nos informó de que las notas estarían en el tablón al día siguiente. Temí por mi salud mental. Pero intenté relajarme y reencontrarme con Zayn, con el que tenía una clase compartida justo en ese momento.

-¿Qué tal te ha salido el examen?-Me dijo Zayn, mientras caminábamos  hacia la clase de inglés.
-No tan mal como esperaba, pero sinceramente no creo que apruebe. ¿Y tú? Seguro que bien.
-No creas, ¿eh?-Dijo, poniendo una media sonrisa. –Creo que no paso del siete.

Le miré con odio y le di un golpe en el brazo.

-Te odio mucho, Zayn Malik.

Él comenzó a reírse. Nos sentamos juntos en la mesa doble del aula.

-Yo confío en las clases del mágico Harry Styles, ¿te enseñó mucha física?-Dijo con doble sentido.
-Pues sí.-Dije, sin seguirle el rollo, aunque sus carcajadas no tardaron en llegar. –Eres un bestia.
-¿Y Harry era un bestia también? –Dijo Zayn, sin parar de reír.
-¡ZAYN!-Me quejé, pegándole de nuevo y tapándome la cara con las manos, avergonzada.
-Vale, paro. –Dijo él, aún con una sonrisa. 

Sin embargo, él se quedó mirándome un momento y dejó de sonreír.

-¿Estás bien? Pareces estresada.
-Eso es porque estoy estresada, señor obvio. –Le dije, con un toque de humor.
-¿Y se puede saber por qué? –Dijo él, con una sonrisa de nuevo.

Nunca había tenido ningún momento de intimidad con Zayn, habíamos hablado y hablado, pero nunca habíamos llegado al extremo de contarnos nuestras cosas. Sin embargo, parecía realmente…confidente, pese a ser un bromista de los malos, pero malos malos,  supuse que a falta de Liam, seguía teniendo buenos amigos a quién pudiera contárselo.

-Verás.-Comencé.-Ayer Louis, vino a mi casa.
-Ahá :) x -Dijo él, ahora poniéndose serio y acercándose más a mí para oír mejor.
-Y bueno…Me dijo que me quería y…y me besó. –Dije, poniendo una mueca.
-Supongo que el problema es que no sabes lo que sientes, ¿no? –Me dijo él.
-El problema es que ni me lo imaginaba, ni si quiera me había imaginado una historia con él, es extraño, porque no quiero hacérselo pasar mal, pero tampoco sé lo que siento, literalmente.
-Tampoco sabes si deberías decírselo.- Siguió diciendo Zayn.
-Exacto. Quiero…que se sienta bien. Él me importa de verdad, pero no sé si en el mismo sentido que en el que le importo yo a él.
-Mira, vamos a hacer una cosa. –Dijo Zayn, pasando un brazo por mis hombros. –Vamos a estar hoy con Niall y Harry, ya que Elly y Sheila se quedarán estudiando en la biblioteca, y vas a pensarlo, o a relajarte, como tú lo sientas, y si necesitas algo, no dudes en contar conmigo.
-Oh Zayn, qué profundo, ¿quién lo diría? –Dije, sonriéndole.
-Oye, que tengo mis momentos, ¿vale? –Dijo, abrazándome.
-Vale, vale. –Dije riendo y abrazándole yo también.

Narra HARRY. 

Mi mente en ese momento estaba algo ausente, por lo que cuando Niall me hablaba simplemente no podía prestarle atención. Sin duda alguna, necesitaba relajarme. 

-¡Harry!-Dijo Niall por enésima vez.
-¿Qué? Oh, perdón.-Dije. –Sí, el viernes dormís todos en mi casa. Pero tenéis que ser limpios.
-¿Habrá alcohol? –Dijo él.
-Sí, es imposible que nos desmadremos demasiado entre nosotros, ¿no?

Niall rió.

-Veo que no estás muy familiarizado con el alcohol, Harry. –Me contestó, negando con la cabeza.
-Bueno, que cada uno beba lo que quiera. –Concluí.
-Exacto. Mira ahí están Lane, Dylan y Zayn, vamos con ellos. – Dijo señalándoles, ellos nos vieron y Zayn nos saludó con la mano. -¿Tenéis planes para pasado mañana?

Lane rió.

-Sí, cuidar de mi prima de casi un mes.- Dijo.
-Oh, qué planazo Lane. –Dijo Zayn haciéndola reír.

¿Qué pasaba? ¿Desde cuándo Zayn y Lane tenían tanta confianza? Me reí yo también y me senté en el suelo con ellos, preparado para saber qué pensaba Lane sobre venir a mi casa a dormir. Ya se había quedado a dormir antes, pero el mismo día que se quedó a dormir, se rompió la muñeca, y de hecho, aún no la habían quitado la escayola del brazo.

-No, en serio, tengo que cuidar de mi prima. –Dijo, poniendo una mueca. -¿Por qué?

Narra LANE.
 
Tenía que cuidar a mi prima, y aunque no serían muchas horas, consumía gran parte de mi tarde. De todas formas nunca me había gustado salir los viernes.

-Pues, porque Harry hará una pequeña fiesta, entre nosotros…Y bueno, nos quedaremos a dormir. –Dijo Niall.
-Me apunto. –Dijo Zayn.

Harry permaneció en silencio, como siempre. Suspiré e ignoré su cara de póker, ya que estaba segura de que tenía una opinión sobre esto, pero se limitaba a hacer como si no pasara nada. Sólo Harry era así.  

Pensé en la posibilidad de que al día siguiente no tuviera que cuidar de Juliet, pero es que se me hacía imposible. No podía  simplemente poner a mi tía en un apuro por quedar bien con Harry. ‘’Pero él lo hizo por ti’’ Dijo una parte de mi mente. ‘’Él le dijo que no a su madre, que es peor, para irse a cenar con vosotros, que es mucho más simple’’.   No me podía sentir mal sobre esto. No quería. Pero a lo mejor había una posibilidad de poder ir.

-Ve...ré lo que puedo hacer…Pero no creo, sinceramente. –Dije. –Mi madre y mis tíos trabajan.
-¿Y tu padre? –Dijo Dylan.
-¿Mi padre?-Dije confusa, y puse una mueca de tristeza. – Mi padre lleva desde junio en un viaje de negocios, no le he visto desde entonces, así que me da que no va a ser posible. –Dije con una ironía amarga.
Se hizo un incómodo silencio que decidí romper.

-El caso. –Dije. – Que yo lo intento, pero no sé si será posible. 

                                                                        ***

Volví a clase de francés, clase que daba con Liam pero ahora que no estaba la tendría que pasar sola. Mientras caminaba hacia clase, oí que alguien me llamaba, así que me di la vuelta. La jefa de estudios venía corriendo hacia mí, lo que se me hizo bastante cómico. 

-Hola.-Dije yo, algo confusa. 
-Lane, necesito que me hagas un favor. –Dijo con una carta en la mano.
-Claro, dime.
-Necesito que le des esta carta a Harry cuando puedas, es urgente. –Dijo, entregándome la carta.
-¿A Harry? ¿Y por qué no se la entregas a Louis?-Dije, confusa.
-¿Ves a Louis por aquí?-Me dijo ella con ironía.

Reí.

-Vale, se la doy en cuanto le vea.
-Gracias Lane.

Se fue por el pasillo de nuevo mientras yo me quedaba mirando la carta. Era una carta oficial desde otro país.