sábado, 20 de octubre de 2012

Capítulo Catorce.



 Hola chicas! Siento haber tardado tanto, pero últimamente no tengo NADA de tiempo :S
LEER ESTO, ES IMPORTANTE.
1-Chicas, entiendo que estéis ocupadas, pero si no me dejais aunque sea un simple ''SIGUIENTE''  en TEXE HORAN PINK SPARKS ,aparte de que no os puedo avisar, pues chicas, me siento como si ya no os interesara la novela :S Siento ser así, pero de verdad, un simple ''siguiente'' me sirve para saber que seguís ahí.
2-No sé cuando podré subir MARATÓN, y sí, se que lo prometí, y lo siento mucho, pero de verdad que no tengo tiempo y menos ahora que he empezado los exámenes. LO SIENTO MUCHÍSIMO, haré lo que pueda, de verdad, os quiero. 
Y RECORDAROS QUE TENGO ASK, PARA QUE PREGUNTÉIS LO QUE QUERÁIS. http://ask.fm/YouAlreadyGotMe

                                                                ***
Esperaba de todo corazón que hubiera entendido mal a Louis, pero no había forma posible de entender mal eso, así que no hice preguntas, simplemente me quedé callada. Procesando la información. Eithan no podía volver, no debía volver, era totalmente injusto. Él era el culpable de todo. De que yo llorara por ver a mis amigos ser apaleados, de que me castigaran sin motivos, de que casi me hicieran algo impensable aquella noche. ¿En qué estaba pensando el director? Incluso para él era caer muy bajo. 

-No Louis. –Dije lanzándome a sus brazos. Él rodeó mis espalda con los suyos, devolviéndome el abrazo. –No puede volver, no es justo.
-Lo sé Lane. – Ahora Louis susurraba en mi oído. – No te preocupes por nada, siempre vamos a estar contigo.
-Dios mío. –Fue lo único que fui capaz de decir.

Simplemente me quedé abrazada a Louis, me sentía mucho más tranquila así. Notaba mi cara arder por los nervios, y tenía una presión en el pecho inexplicable. Noté como Louis me frotaba la espalda.

-¿Estás bien?-Dijo él, sin soltarme, pero separándose lo suficiente para verme la cara.
-No lo sé. Estoy…No me lo creo, es como si nunca se fuera a ir de nuestras vidas.
-Solo tienes que ignorarle.- Contestó, pero su cara tenía la misma expresión insegura que la mía.
-Yo sí, el que tiene que ignorarme es él. – Le dije, respirando hondo. –Bueno, veremos cómo van las cosas, aún queda casi un mes, ¿no? 

Medio sonreí, lo que pareció agradar a Louis. Sonrió y se levantó, tendiéndome una mano para que yo me levantara también. Volví a abrazar a Louis.

-Gracias por todo. –Le dije.
-No te preocupes, Lane, para eso estoy. – Dijo, y seguidamente me besó en el pelo. – Y no estés mal.

Volví a coger aire, cuando comenzamos a caminar. Pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Es que acaso el campus había aceptado un soborno? Esa era una escuela importante. Tenía instituto, bachiller y universidad. Los campus así no podían aceptar sobornos. Me negaba a pensar que podrían hacerlo, era motivo de denuncia, o clausura del centro. Por no hablar de lo moralmente correcto, ya que se habían bajado los pantalones por unas malditas libras. Estaba muy interesada en saber quién era el que había enchufado a Eithan. Probablemente su padre. Eithan siempre había gozado de fama de rico, pero igualmente parecía que tanto hijo como padre tenían las mismas responsabilidades y valores: Ninguno.

Narra HARRY.

Cuando Lane y Louis se fueron, nos quedamos esperando en el mismo lugar de al lado del aparcamiento mientras todos hablaban sobre el tema. Mientras ellos pensaban en como alejar a Lane de Eithan, en mi cabeza recordaba todo el rato el día en el que casi nos pegamos. En el que expulsaron a aquel…aquel… Daba igual, no se merecía ni un insulto. Seguía sin creer como trató a Lane, haciendo fuerza en su brazo con las uñas y haciendo que la zona se volviera morada mientras ella gritaba. Tampoco se me olvidaba su sonrisa prepotente al ver que Lane sufría. Era un cobarde, más que otra cosa en el mundo, y yo le hubiera partido ese cara de cobarde felizmente.  No era de extrañar que el director hubiera aceptado sobornos. Yo bien sabía que si Eithan estaba ahí no era por su gran mente, si no por su gran bolsillo. A veces, incluso me daban ganas de poder irme ya a la universidad de arte. Pero eso significaba perder a la gente a la que había cogido cariño. Suspiré, intentando centrarme en lo que decían.

-¡Ya lo tengo!-Dijo Sheila. 

Todos la miramos, y sus ojos brillaron, probablemente porque pensaba que había tenido una buena idea. Escuché atentamente.

-A ver, ¿os acordáis de lo que le ha dicho Liam a Lane en la cafetería? –Se Quedó callada. –Da igual, la respuesta es Dylan. Es un buen chico o lo parece, y probablemente Eithan tendrá menos posibilidades de acercarse a Lane si está con un chico como Dylan, que si está con un chico como Harry.
-¿Cómo yo?-Dije confuso. ¿Es que Dylan era mejor que yo? Yo protegí a Lane. Y a él solo le había visto sonriendo y poniéndola ojitos.
-Quiero decir, -Se aclaró la garganta. –Que es obvio que si Eithan ve a Lane contigo se va a cabrear mucho más que si la ve con Dylan, porque Harry,-Me miró.- Tú diste la cara por ella. Dos veces, ¿no?
-No, solo una. –Dijo Liam. – La otra vez Harry cuidó de Lane en su coche. –Miró hacia el suelo, y yo solo podía mirar a Liam, que parecía sentirse igual de raro que yo, porque Dylan no me terminaba de caer bien, y parecía ser que a él tampoco. –No creo que la solución sea Dylan. Nosotros podemos alejarla mejor, somos más, y no sabemos qué haría Dylan en caso de que Eithan volviera a por Lane. 

Elly besó a Liam en la mejilla. 

-Pero, ¿qué mejor opción que dejar que Lane se olvide un poco de Eithan, en vez de estar con nosotros y notar la tensión en el aire? La podemos ayudar desde la distancia. –Dijo Elly. 

Liam la miró inseguro.

-Lane estará bien.-Intentó convencerle Elly.

Liam pasó la mirada por cada par de ojos que se encontraba allí, y todos estaban de acuerdo con Elly…Todos menos yo, y él lo vio en cuanto me miró. Hice una mueca, y él agachó la cabeza para negar.

-Hacer lo que queráis.-Dijo Liam, quedándose callado para siempre.

                                                          ***

Cuando entramos a la clase de física, pude notar perfectamente como las chicas se estaban poniendo estratégicamente para que Lane se sentara al lado de Dylan, así que yo me senté en una de las mesas compartidas de atrás. Elly se puso al lado de Liam, Zayn se puso al lado de Niall, Sheila se puso al lado de Louis, y yo me senté solo, observando como Lane entraba por la puerta y se sentaba en la fila de adelante, al lado de Dylan. 

Noté como alguien se sentaba a mi lado, y miré automáticamente. Era Abby Sullivan, mi compañera de proyecto. Me sonrió amablemente, y yo la devolví la sonrisa. Bajé la mirada hacia mi libro, poniendo toda la atención que me era posible, pese a que no podía evitar la sensación de rechazo hacia Dylan, nosotros podríamos haberla protegido mucho mejor.

-Perdona Harry, ¿puedes dejarme los apuntes de ayer? –Oí decir a mi compañera.

La miré confuso, ella mostraba una gran sonrisa.

-Oh, por supuesto. –Dije, sacando el cuaderno y dejándolo en la mesa. 

Abby parecía querer algo más, así que me quedé mirándola. 

-Esto… ¿cómo haremos el proyecto? En mi casa no se puede, porque bueno, siempre hay gente y nunca estaríamos…solos. –Dijo, apartando la mirada, pero volviendo a mirarme.
-No te preocupes, mi casa siempre está libre.-Murmuré, y eso parecío dejarla contenta, así que volví a centrar toda mi atención en la mesa de delante, todavía confuso por el razonamiento de Elly acerca de Dylan y yo.
                                                      ***

 Esperé a Louis en la salida, como siempre, aunque esta vez él tenía su coche, así que yo ya no tenía que llevarle. Cuando Louis llegó, Lane pasó delante de nosotros junto con Dylan y se despidió de nosotros. Yo me quedé mirando hacia donde ellos desaparecieron, hasta que Louis me dio un toque en el brazo. 

-¿Qué hace Lane con él? .Dijo, frunciendo el ceño.

Le hice un breve resumen de la conversación que tuvimos mientras él no estaba, y Louis se quedó mirándome sin expresión alguna, como pensativo.

-No le veo el punto.-Concluyó.
-Ni yo, pero en parte supongo que es buena idea. –Le dije. En el fondo la presencia de Lane me incomodaba, así que, no había nada de malo en que Lane se fuera con Dylan, pese que repentinamente Dylan ya no me caía tan bien, aunque realmente no sabía por qué.

Narra LANE.

Todos recogieron y me despedí de todos menos de Louis y Harry, que estarían fuera, como siempre. Fuimos los últimos en salir, porque yo había tardado más de la cuenta y lógicamente, Dylan se había quedado esperándome. Al salir vi a Louis y Harry, y qué menos que despedirme de ellos también.
Dylan estaba algo callado, como si la situación le pareciera casi incómoda. Yo, me sentía a gusto con él, así que no veía motivo para estar callada.

-¿Y tu casa está muy lejos?-Le dije. Era una pregunta para conversar, pero obviamente algo de curiosidad tenía.
-En coche no. –Dijo con una sonrisa vacilona.

Le correspondí a la sonrisa y él me abrió la puerta del coche, como un caballero. Y me recordó a Liam. En el trayecto en coche, descubrí que Dylan y yo teníamos unos gustos bastante parecidos en cuanto a música se refería. 

Parecía que a Dylan ya se le había pasado la vergüenza, porque ahora los dos cantábamos Turn Around de Ne-yo y Conor Maynard juntos. Y así fue el viaje; Tranquilo y musical. 

En cuanto llegamos a su casa, nos pusimos manos a la obra en seguida. No sin antes comer algo, Dylan trajo algo de beber y patatas de bolsa. Vamos, lo que viene a ser algo sano.  

Se me daba bien tener una opinión temprana sobre las personas, y no solía equivocarme. Dylan se centraba en hacer el proyecto conmigo, pero no faltaron en ningún momento los comentarios sarcásticos por su parte: Que siempre estaban ahí, y hacían que estuviéramos en un ambiente realmente tranquilo.

Yo intentaba ayudarle, pero cada vez que me metía en algo que tenía que ver con la electricidad, él me paraba, con la excusa de que ‘’podría darme un calambre’’ cuando la triste realidad era, que era demasiado torpe para conseguir nada.

Al final, y tras varios intentos, no conseguimos nada, por lo que Dylan se rindió.

-Parece que esto no sirve de nada. –Dijo, poniendo una mano en su cadera.
-¡Si me hubieras dejado ayudarte!-Le dije, irónicamente, yo sabía que era mala y torpe para la física incluso cuando eran proyectos.

Le hice reír, lógicamente. Y de repente, levantó la cabeza y me miró, con alguna idea en su mente.

-¿Quieres que lo dejemos para otro momento?-Dijo, apartando el proyecto hasta ponerlo a un lado de la mesa. –Podemos ir al jardín, a estas horas estará precioso.
-Claro, aún queda tiempo para arreglarlo y entregarlo, así que mientras no lo dejemos para el final por mí genial. 

Él asintió con la cabeza y bajamos al jardín, y una vez nos sentamos en dos sillas alrededor de una mesa de madera de jardín, Dylan sacó dos bebidas de una nevera portátil. 

-Gracias. –Dije, bebiendo de la mía. –La verdad es que esto es realmente precioso.

Y no mentía. A esas horas de la tarde las nubes se habían vuelto grisáceas y el cielo se tornaba azul anaranjado. Era realmente precioso, y sobrecogía la imagen. Pero en Londres nunca hacía calor, y menos en noviembre, asique me puse la chaqueta, entrando en un confortable calor instantáneo.
-Sí lo es. –Contestó, sentándose a mi lado.

Y así, pasaron los minutos, mientras teníamos una agradable conversación despreocupada. De amigos. Como si nos conociéramos desde siempre. Él me contó algunas cosas de su día a día, de su infancia, de su familia, y eso mismo hice yo. No tenía grandes secretos que contarle, por lo que podía ser bastante sincera. Por supuesto, algo dejaba para mí, porque Dylan no podía saberlo todo, básicamente porque era normal que aún no hubiera confianza total. Sin embargo, en un punto de la conversación, acabamos hablando de amor, y me entró curiosidad por algo que dijo.

-No todas las chicas del instituto son copias de las otras.-Susurró, mirando al cielo. – Hay alguna original.
-Como la chica que te gusta. –Dije yo, adivinando.
Él sonrió hacia el suelo. Y respiró hondo.
-Ella es…Diferente. Muy diferente. –Contestó. – Algo totalmente escaso en el mundo.
-¿Cómo se llama?
-JJ, se llama JJ. –Contestó.

JJ. No me sonaba, en mi vida había oído un nombre semejante. Sonaba a rapero, a rebelde. Obviamente ‘’JJ’’ probablemente sería un diminutivo de su nombre real. Pero nunca había tenido noticia de que alguien en el instituto se llamara JJ.

-¿Y cómo es? –Dije.
-Es diferente, tiene su propio estilo, tiene mucha personalidad. Y no sabe que existo.
-Mmhh, si quieres te puedo ayudar con eso.
Él me miró esperanzado, pero después el brillo desapareció de sus ojos.
-No creo que sea buena idea.
-¿Porqué?-Contesté, yo quería ayudarle de verdad.
-Verás Lane…No te ofendas, de verdad que eres una chica maja, y agradable, pero no creo que seas la clase de chica con la que ella…se lleve bien.
Solté una carcajada.
-Oh, vamos. –Le di un pequeño puñetazo.- Lo intentaré de todas formas, así que será mejor que me digas quién es.

                                                                     ***

A la hora de la comida, me reuní con Dylan, como prometí. Tenía verdadera curiosidad por saber quién era esa JJ, y más aún por saber porqué yo la caería mal.
Nos quedamos esperando en la puerta de la cafetería, antes de que nadie entrara, y observamos la gente pasar. Aunque yo no sabía que miraba, porque no tenía ni una vaga idea de quién era JJ.
De repente, noté como se ponía tenso y me dio un codazo. Yo busqué entre la gente como si me fuera la vida en ello.

-Es esa, la morena. –Me dijo al oído.
Yo busqué, pero solo veía dos morenas.
-¿Quién? ¿La de la camiseta rosa?
-No, la de la gorra. –Dijo él.

Y entonces la vi. Aquella era JJ, y su nombre pegaba perfectamente con su estilo. En ese momento comprendí porqué yo nunca la caería bien. En parte, tampoco que le pegaba nada a Dylan, que era más bien un niño pijo, todo lo contrario a JJ. Ella era lo que se llamaba una rebelde, justo como yo pensé. Tenía aspecto de rapera, con sudadera ancha, gorra, pantalones ajustados y zapatillas altas pero modernas. 

                                     (Ésta es JJ, debajo de la foto hay más capítulo ;D)
                                                

-Oh.-Susurré. Estaba realmente sorprendida.
-No te gusta, ¿no?-Dijo él, observando mi reacción.
-No es eso. No me lo esperaba…Es que…
-Es una malota. –Dijo con una sonrisa.
-No, es solo que no sé, tú eres tan pijo que…-Dejé la frase sin terminar.
-¡Habló! –Contestó, haciendo que los dos nos riéramos. –Creo que deberíamos ir a comer.
-Si…-Dije, yo realmente tenía hambre. -¿Quieres comer con nosotros?
-Mmh, ya había quedado con mis amigos, pero bah, por un día…
Caminamos hasta la mesa donde estaban mis amigos, y les di la noticia. Ellos nos miraban todos alucinados, como si fuéramos la atracción principal.
-Chicos, hoy Dylan come con nosotros.
Todos sonrieron, y asintieron dándole la bienvenida a Dylan, y hablándole, haciéndole chistes. Todos menos Harry, que se quedó mirándome con una expresión irreconocible, casi enfadada, y se puso a hablar con Louis como si yo no estuviera allí,como si yo no existiera.


sábado, 6 de octubre de 2012

Capítulo Trece.



 Bueno chicas: Ya sabéis lo del maratón, os lo he dejado en el comentario, si me organizo y eso, subiré maratón la próxima vez que suba :3
Muchas gracias a las 14 nuevas lectoras que tengo desde que subí el último capítulo, aunque no comentéis, de verdad, muchas gracias.
Bueno y dicho esto, SI AÚN NO HABÉIS LEIDO MI OTRA NOVELA, clicar AQUI.
Os dejo leer! *_* Como siempre, comentad en TEXE HORAN PINK SPARKS. Un besazo!
                                                           ***

Llegué de clase, y lo primero que hice fue encargarme de Juliet. La cambié el pañal y jugué con ella, ya que su madre ya la había dado el biberón antes de dejarla en mi casa.

Cuando terminé de hacer todo eso, fui desnudándome por el pasillo, hasta llegar al cuarto de baño y llené la bañera de agua caliente, dispuesta a darme un largo y relajante baño. Estuve allí en remojo como si fuera un garbanzo aproximadamente media hora, y cuando salí, me puse un pijama rosa de tirantes de Hello Kitty y aproveché para bañar a Juliet también.

Juliet jugaba con el agua, salpicándome y riendo, lo que me obligaba a reírme a mí también, ya que Juliet era una monada. No podía hacer más que hacerte sonreír como una boba. Cuando conseguí bañarla, la vestí y la metí en la cuna, haciendo que se durmiera casi instantáneamente. 

Volví al baño para secarme el pelo, pero en cuanto conecté el secador al enchufe, oí el timbre sonar. Estuve pensando quién podría ir a esas horas a mi casa, y antes de bajar a abrir, guardé el secador. Oí como llamaban de nuevo, así que tuve que darme prisa bajando las escaleras. Podía ser importante.
Llegué la puerta, y abrí rápidamente, antes de que la persona que llamaba se fuera.  Pero lo que no esperaba era encontrarme con Harry. 

-Harry, ¿qué haces aquí?-Dije cruzando las piernas cuando vi que me miraba de arriba abajo.
Él volvió a mirarme a la cara, bastante sorprendido, diría yo. Pero se aclaró la garganta y parecía que iba a decir algo.

-Vengo a ayudarte con física, Liam me dijo que le habías pedido que me lo pidiera.- Dijo él, poniendo su gesto impasible de siempre.

Liam. ¿Cómo no me había avisado? Que Harry me viera con un pijama corto de Hello Kitty y el pelo mojado no era divertido. Ni si quiera formaba parte de algo que yo fuera a hacer en un futuro lejano. Ni en uno cercano, pero como siempre, la suerte no estaba de mi parte.

-Cierto, se me había olvidado. –Mentí. – Pasa, Harry.

Me froté la frente ante lo incómodo del momento y abrí más la puerta para que Harry pasara. A estas alturas él ya se sabía el camino a mi habitación, así que pude ir detrás de él, escondiendo mi cara de vergüenza. Liam  y yo tendríamos una charla al día siguiente. Eso si no le mataba primero. Aunque la pobre Elly lo pasaría mal, y ella no tenía la culpa de que su novio fuera idiota. Suspiré y entré en mi habitación, y vi a Harry sentarse. Antes de que comenzara la aún más incómoda tarde, podía ser un buen momento para llamar a Liam rápidamente.

-Ahora vuelvo.-Dije, sonriendo amablemente, y salí de allí con pasos rápidos.

Fui a la cocina, pero decidí no llamarle, si no mandarle un mensaje. Cogí mi móvil y con la mano izquierda que era la que no podía mover debido a la escayola, marqué rápidamente las teclas, para escribir un: ‘’Te odio, Liam’’.  Y guardé el móvil de nuevo.

Para que Harry no sospechara, volví a la habitación con dos vasos de Fanta, igual que la otra vez. En cuanto puse los vasos en la mesa, mi móvil vibró. 

-Un momento.-Dije.

Abrí el móvil y vi que tenía un mensaje de Liam. Lo abrí. En él ponía: ‘JAJAJAJAJAJA’. No contesté. Volví a guardarme el móvil y saqué los libros de física. No debía quejarme, al fin y al cabo, esto me venía bien. Y con Harry las cosas ahora eran incómodas, que eso era mejor que  si fueran odiosas como cuando le conocí. Tenía esperanzas de poder hablar con él como si nada algún día.

Narra HARRY.

Me sentía mal por Lane, parecía demasiado sorprendida como para que mi visita no la hubiera pillado desprevenida, y más aún cuando me la había encontrado en pijama. ¿Qué es lo que Liam había hecho? Lane se sentó en la silla de al lado, como la otra vez. 

-¿Empezamos?-Dijo ella, abriendo el libro por una página al azar.
-Sí, ¿me dices lo que no entiendes?-La dije. Ella se quedó mirándome pensativa y asintió con la cabeza.
-La teoría la entiendo.-Contestó, mirando en su libro lo que había subrayado de la teoría. –Lo que no me salen son las fórmulas. Soy malísima.
-Vale, te explico. Coge un bolígrafo. –Al instante me di cuenta de lo que acababa de decir. – Bien.No cojas un bolígrafo.
Lane rio, ¿cómo va a escribir si su mano derecha estaba rota? Bien Harry, bien.
-Entonces tengo que explicártelo de otra manera. –Me quedé pensando.- Yo escribo, ¿vale? Y tú me vas contestando.
-Ahá. –Dijo Lane mirando las fórmulas de su libro.

Al principio, si era cierto que no se la daban demasiado bien las fórmulas, y podía apostar algo a que tampoco era demasiado buena en matemáticas, pero ya que estaba aquí, lo suyo era que cuando yo saliera de esa casa Lane supiera hacer fórmulas. 

Estos días había estado pensando en lo que pasó el fin de semana en mi casa, y en lo que yo pensaba al respecto. Me había dado cuenta de que la mayoría esperaba que Lane y yo nos lleváramos bien. Y  yo no podía hacerme amigo de Lane. Ella era demasiado diferente a mí, y dependía mucho de Liam, y a mí nunca me cayó bien. Y peor me debería de caer si mi mejor amigo estaba enamorado de ella.  Y sin embargo, cada dos por tres estaba ahí si ella me lo pedía. O si Liam me lo pedía por ella. 

 Necesitaba algo que me apartara de ella. 

-¿Harry?-Rio Lane, incómoda.
-Perdón, seguimos.-Contesté, haciendo una última reflexión.
Tenía que alejarme de Lane.
-No.- Dijo ella. – Es que, tengo el examen de física en dos semanas. Bueno, tenemos, que estás en mi clase. –Volvió a reír.
-Lo sé, ¿qué pasa?- Yo ya sabía que teníamos ese examen en dos semanas.
-¿Podrías darme una última clase la semana que viene?-No me miraba directa a los ojos, es más, pasaba de mirar de mis manos a mi cara, y de mi cara a mis manos.

Como había dicho hace un momento, tenía que alejarme de Lane. Pero no me gustaba verla así de incómoda por tener que pedirme algo, y si la decía que no, me iba a sentir realmente mal. No quería ver su cara si la decía que no. Y no podría volver a mirarla a los ojos. A lo mejor eso es lo que necesitaba: Decirla que no y hacer que ella me odiara, así no me volvería a hablar, y volveríamos a la relación de antes, en la que no nos hablábamos más que para odiarnos. Eso sería lo mejor para los dos.

-Claro.-Contesté, en cambio.- ¿El lunes a la hora de siempre?

O a lo mejor no era lo mejor. Daba igual lo que pensara, siempre acabaría ayudándola. Y odiaba eso de mí. A veces no me convenía en absoluto.

-Por mi bien. Si quieres…Puedo ir yo para que…No tengas que venir siempre tú. Me sabe realmente mal. – Se aclaró la garganta.
¿Cómo iba a hacer que Lane viniera a mi casa? Ella no tenía coche, no la iba a hacer caminar hasta mi casa cuando yo tenía un coche para ir a cualquier lado.
-No hace falta, no me importa venir yo. ¿Seguimos con esto?
-Sí. Muchas gracias, Harry.
Intenté ignorar ese comentario.
-De nada, Lane. –Pero no pude.

Narra LANE.

Cuando Harry se fue, y mi tía vino a buscar a Juliet, aproveché para ir a una ferretería a buscar y comprar los materiales que necesitaba para el proyecto de física con Dylan, ya que iba a quedar al día siguiente con él. Me lo propuse; Cuando antes termináramos el proyecto, mejor. Así además tendría más tiempo para estudiar física, porque el examen era justo después de la fecha de entrega del proyecto.

Cuando llegué a casa y dejé todos los materiales del proyecto encima de mi escritorio, cogí el móvil y saqué de mis pantalones el papel que me había dado Dylan esa misma tarde con su número de casa y su dirección, y marqué el número, aprovechando para guardarlo también en la memoria de mi teléfono.

(Conversación telefónica.)

‘’ ¿Si?’’ Contestó.’Hola Dylan, soy Lane, te llamaba para preguntarte si podríamos empezar nuestro proyecto mañana’’. ‘’ ¡Lane! No esperaba que me llamaras hoy, creo que sí puedo, ¿cómo lo hacemos?’’ Me quedé pensando un momento, pero antes de que yo pudiera contestar, Dylan se adelantó y contestó por mí. ‘’Mi casa está libre mañana, si quieres podemos ir allí. ’’ Pero el caso era que mi tía venía todas las tardes a traer a Juliet, ¿cómo iba a salir de mi casa si mi tía traía a Juliet? ‘’No sé si puedo ir allí, pero si no podemos, venimos a mi casa, que también está libre’’ Le contesté. Se formó un silencio al otro lado del teléfono. ‘’Está bien, mañana me dices si puedes. ¿Te espero a la salida de clase y te llevo? Así empezamos a hacer el proyecto nada más terminar las clases, es menos lio. ’’ Parecía que Dylan había estado pensando en todo, y me pareció bien. ‘’Claro, entonces todo bien. Nos vemos mañana Dylan’’ ‘’Vale Lane, hasta mañana’’ Oí como el teléfono colgaba, y lo aparté de mi oído.

Me quedé pensando en que Dylan me había dicho que ‘’él me llevaba’’. Y también me di cuenta de que Liam siempre ‘’me llevaba’’. No me gustaba para nada como sonaba eso, asique comencé a plantearme seriamente el apuntarme a una escuela de conducir. De hecho, cogí el ordenador para buscar una autoescuela que estuviera no demasiado lejos para matricularme allí. Busqué unas cuantas, pero ninguna me convencía excesivamente. Había una, que se llamaba ‘Autoescuela James&Company’ que parecía buena, por lo que apunté la dirección y el miércoles iría a mirar precios y si eso, a matricularme, ya que el martes, es decir, al día siguiente no podía, porque había quedado con Dylan.
Pero si algo tenía claro, era que Lane Juliet Jefferson, iba a tener el carnet de conducir antes de cumplir los 18.

                                                                   ***

Me pasé el día buscando a Dylan por todas partes, ya que si podría  ir a su casa ese día, porque mi tía se llevaría hoy a Juliet. Sin duda había sido un alivio y un golpe de suerte cuando me lo dijo, a pesar de que amaba cuidar a ese bebé. 

No quería tener que esperar a la clase de física para hablar con él, porque la profesora seguro que me pillaría, y yo no necesitaba marquitas negativas en física. Básicamente porque en el caso de que la media me diera un 5 por suerte, con esas marquitas negativas podía suspender. Y ya tenía bastantes probabilidades de suspender sin esas marquitas. 

Le encontré hablando con otro chico de la clase se física, del cual no sabía su nombre. Pero no importaba ahora. En cuanto Dylan me vio se quedó callado, y el otro chico me miró también.

-Hola Lane. –Dijo, ahora con una sonrisa.- ¿Pasa algo?
-Hoy si podemos hacer el proyecto, estoy libre.-Dije con una gran sonrisa. No me costaba nada hablar con Dylan.
-Perfecto.-Dijo él.- Entonces, ¿quedamos a la salida y te llevo?
-Claro, me voy ya, te veo luego. –Le saludé con la mano, igual que él hizo conmigo, y me fui a comer con mis chicos.

Fui la última en llegar, y todos me miraron extrañados.

-Te estuvimos esperando Lane, pero no aparecías. – Dijo Elly.
-Lo sé, lo siento, estaba quedando con Dylan.- Liam me miró curioso, y Louis cogió un vaso de agua mientras me miraba con el ceño fruncido. ¿Había hecho algo mal?
Ahora todos me prestaban atención, de hecho, la mayoría había dejado de comer solo para estar atentos al siguiente movimiento.
-¿Para qué?-Dijo Liam. – Le acabas de conocer.
-¿Qué?-Dije riéndome. – He quedado con él para el proyecto de física.
-Ah, vale, vale.-Dijo Louis volviendo a comer.
-Pensaba que ibas a quedar con él en plan cita, y después de lo de Eithan no creo que sea conveniente que lo hagas tan pronto. – Siguió diciendo Liam.

De repente, el ambiente se volvió un poco tenso. En vez de solo a mí, ahora nos prestaban atención a mí y a Liam, pero nadie decía nada. 

No me apreció nada apropiado que Liam hiciera ese comentario delante de todos. Me aclaré la garganta.

-En caso de que saliera con Dylan, sería cosa mía y tú no tendrías por qué meterte Liam, por que no puedes interferir en mis decisiones, creí que ya lo habíamos hablado. –Dije lo más amablemente posible, aunque se notaba de lejos que estaba molesta.

Liam sabía perfectamente que odiaba que me controlara o me diera consejos fuera de lugar, y también sabía que todas nuestras peleas habían sido por ese motivo.
Él me miró a la cara, notando que estaba intentando aguantarme las ganas de darle un guantazo. Yo intentaba respirar hondo sin parecer un perro rabioso.

-Lo sé. –Dijo. Pero parecía haberse tragado sus palabras. Yo sabía que se había tragado palabras que me harían sentir aún peor. Pero tampoco era como si yo hubiera tenido una larga relación con Eithan, como si hubieran llegado a violarme o como si yo me fuera con cualquiera. Quitando a Eithan, aunque personalmente yo no pensaba que Eithan fuera cualquiera, porque no era nadie, pero en cualquier caso, el comentario de Liam había estado muy fuera de lugar.

-Oh, Liam cállate.-Dijo Sheila, que era la primera vez que mandaba a nadie callar. – Lane no ha estado por ahí buscando a cualquiera. Como ella ha dicho es su vida, y de todas maneras te ha dicho que han quedado para estudiar, deberías creerla.

- Eres muy tonto Liam. –Dijo Niall, lanzándole un trozo de pan a Liam, haciendo que todos riéramos, incluido yo.

Agradecí el comentario de Sheila, pero más agradecí el de Niall, que le lanzó el trozo de pan para que se aliviara la tensión y termináramos el incómodo momento.
Miré mi comida y comencé a comer para no seguir con la tensión en el ambiente. No otra vez. No en la comida. Y pareció que todo volvía a la normalidad. 

Yo permanecí callada, aunque no por una razón en concreto, si no porque Liam parecía resentido y yo no sabía por qué. Había notado su comentario lleno de veneno, casi como si estuviera amargado.  Parecía estar mal por algo, pero no me lo había contado. Lo que me preocupó. Así que le miré, y él me miró, y pude ver que realmente le pasaba algo. Pero era algo de lo que no quería hablar. Al menos no ahora. Pero estaba segura de que Liam sabía que me había dado cuenta, ya eran muchos años juntos. Parecía preocupado.
El caso es que no solo él parecía preocupado. Harry tenía un extraño gesto en su cara, mientras que Louis no paraba de echarme miradas de reojo. Las chicas hablaban entre ellas, Zayn estaba callado y bueno, Niall…Niall comía. Pero serio, comía serio. 

Estuve pensando y dándole vueltas. Liam había sacado el tema de Eithan a relucir después de semanas. ¿Por alguna razón? Miré a Harry de nuevo, que mordió la manzana con rabia. Liam ni me miraba, parecía que cualquier cosa le iba a hacer explotar. Comencé a sentirme mal. 

Cuando terminamos de comer, Louis se situó a mi lado, que parecía que adivinaba cada vez que necesitaba hablar con alguien. Pero no me preguntó, simplemente me abrazó, como si algo malo me estuviera pasando.

-¿Y esto a que viene?-Le dije.
-Creí que lo necesitarías. –Dije como si nada.
-Louis… ¿Qué está pasando? Me estoy preocupando de verdad.
-No te preocupes, estás con nosotros. Siempre vamos a estar a tu lado.
-Louis. –Le insté, y esta vez le miré realmente angustiada.

Su sonrisa se fue en cuanto me miró a los ojos, como si de veras hubiera sentido lo mismo que yo, e intentó a apartar la mirada de mis ojos, pero volvió a mirarme de nuevo.

-No quería contártelo yo, por que esperaba que Liam lo hiciera, aunque parece ser que no está por la labor. – Dijo, cogiéndome de la mano y apartándome del grupo.
-¿A dónde vais?-Dijo Elly.
-Me la llevo un momento, ¿vale?-Dijo Louis, con una expresión tensa.

Todos nos miraron y Liam asintió con la cabeza seriamente.
Louis y yo nos sentamos debajo de un árbol, lejos de todo el mundo. Él comenzó a mover las manos nerviosamente.

-Antes de que llegaras. –Comenzó a decir. –El director vino a buscaros a Harry y a ti. Pero tú no estabas. Así que se llevó solo a Harry.
Empecé a atar cabos. Para lo único que nos llamaría el director a Harry y a mí sería para lo que pasó con su coche.
-Cuando Harry volvió. –Siguió diciendo.- Tenía cara de ir a matar a alguien, asi que no pudimos evitar hablar con él. Nos dijo que la cámara de seguridad afirmaba que Eithan había sido el autor. Y todos los que colaboraron han sido expulsados menos él.
-¿Menos ‘’él’’?.-Dije, confusa.
-Menos Eithan.
-Pero si él ya está expulsado. –Dije, comenzando a sentirme aún peor.
-Verás Lane… La ley no permite que un alumno sea expulsado más de un mes, y esto…Bueno, él no puede ser expulsado definitivamente puesto que está aquí enchufado…Y entrará al instituto de nuevo a principios de noviembre.