Hola chicas! Siento haber tardado tanto, pero últimamente no tengo NADA de tiempo :S
LEER ESTO, ES IMPORTANTE.
1-Chicas, entiendo que estéis ocupadas, pero si no me dejais aunque sea un simple ''SIGUIENTE'' en TEXE HORAN PINK SPARKS ,aparte de que no os puedo avisar, pues chicas, me siento como si ya no os interesara la novela :S Siento ser así, pero de verdad, un simple ''siguiente'' me sirve para saber que seguís ahí.
2-No sé cuando podré subir MARATÓN, y sí, se que lo prometí, y lo siento mucho, pero de verdad que no tengo tiempo y menos ahora que he empezado los exámenes. LO SIENTO MUCHÍSIMO, haré lo que pueda, de verdad, os quiero.
Y RECORDAROS QUE TENGO ASK, PARA QUE PREGUNTÉIS LO QUE QUERÁIS. http://ask.fm/YouAlreadyGotMe
Y RECORDAROS QUE TENGO ASK, PARA QUE PREGUNTÉIS LO QUE QUERÁIS. http://ask.fm/YouAlreadyGotMe
***
Esperaba de todo corazón que hubiera entendido mal a Louis,
pero no había forma posible de entender mal eso, así que no hice preguntas,
simplemente me quedé callada. Procesando la información. Eithan no podía
volver, no debía volver, era totalmente injusto. Él era el culpable de todo. De
que yo llorara por ver a mis amigos ser apaleados, de que me castigaran sin motivos,
de que casi me hicieran algo impensable aquella noche. ¿En qué estaba pensando
el director? Incluso para él era caer muy bajo.
-No Louis. –Dije lanzándome a sus brazos. Él rodeó mis
espalda con los suyos, devolviéndome el abrazo. –No puede volver, no es justo.
-Lo sé Lane. – Ahora Louis susurraba en mi oído. – No te
preocupes por nada, siempre vamos a estar contigo.
-Dios mío. –Fue lo único que fui capaz de decir.
Simplemente me quedé abrazada a Louis, me sentía mucho más
tranquila así. Notaba mi cara arder por los nervios, y tenía una presión en el
pecho inexplicable. Noté como Louis me frotaba la espalda.
-¿Estás bien?-Dijo él, sin soltarme, pero separándose lo
suficiente para verme la cara.
-No lo sé. Estoy…No me lo creo, es como si nunca se fuera a
ir de nuestras vidas.
-Solo tienes que ignorarle.- Contestó, pero su cara tenía la
misma expresión insegura que la mía.
-Yo sí, el que tiene que ignorarme es él. – Le dije,
respirando hondo. –Bueno, veremos cómo van las cosas, aún queda casi un mes, ¿no?
Medio sonreí, lo que pareció agradar a Louis. Sonrió y se
levantó, tendiéndome una mano para que yo me levantara también. Volví a abrazar
a Louis.
-Gracias por todo. –Le dije.
-No te preocupes, Lane, para eso estoy. – Dijo, y
seguidamente me besó en el pelo. – Y no estés mal.
Volví a coger aire, cuando comenzamos a caminar. Pero mi
cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Es que acaso el campus había aceptado un
soborno? Esa era una escuela importante. Tenía instituto, bachiller y
universidad. Los campus así no podían aceptar sobornos. Me negaba a pensar que
podrían hacerlo, era motivo de denuncia, o clausura del centro. Por no hablar
de lo moralmente correcto, ya que se habían bajado los pantalones por unas
malditas libras. Estaba muy interesada en saber quién era el que había
enchufado a Eithan. Probablemente su padre. Eithan siempre había gozado de fama
de rico, pero igualmente parecía que tanto hijo como padre tenían las mismas
responsabilidades y valores: Ninguno.
Narra HARRY.
Cuando Lane y Louis se fueron, nos quedamos esperando en el
mismo lugar de al lado del aparcamiento mientras todos hablaban sobre el tema.
Mientras ellos pensaban en como alejar a Lane de Eithan, en mi cabeza recordaba
todo el rato el día en el que casi nos pegamos. En el que expulsaron a
aquel…aquel… Daba igual, no se merecía ni un insulto. Seguía sin creer como
trató a Lane, haciendo fuerza en su brazo con las uñas y haciendo que la zona
se volviera morada mientras ella gritaba. Tampoco se me olvidaba su sonrisa
prepotente al ver que Lane sufría. Era un cobarde, más que otra cosa en el
mundo, y yo le hubiera partido ese cara de cobarde felizmente. No era de extrañar que el director hubiera
aceptado sobornos. Yo bien sabía que si Eithan estaba ahí no era por su gran
mente, si no por su gran bolsillo. A veces, incluso me daban ganas de poder
irme ya a la universidad de arte. Pero eso significaba perder a la gente a la
que había cogido cariño. Suspiré, intentando centrarme en lo que decían.
-¡Ya lo tengo!-Dijo Sheila.
Todos la miramos, y sus ojos brillaron, probablemente porque
pensaba que había tenido una buena idea. Escuché atentamente.
-A ver, ¿os acordáis de lo que le ha dicho Liam a Lane en la
cafetería? –Se Quedó callada. –Da igual, la respuesta es Dylan. Es un buen
chico o lo parece, y probablemente Eithan tendrá menos posibilidades de
acercarse a Lane si está con un chico como Dylan, que si está con un chico como
Harry.
-¿Cómo yo?-Dije confuso. ¿Es que Dylan era mejor que yo? Yo
protegí a Lane. Y a él solo le había visto sonriendo y poniéndola ojitos.
-Quiero decir, -Se aclaró la garganta. –Que es obvio que si
Eithan ve a Lane contigo se va a cabrear mucho más que si la ve con Dylan,
porque Harry,-Me miró.- Tú diste la cara por ella. Dos veces, ¿no?
-No, solo una. –Dijo Liam. – La otra vez Harry cuidó de Lane
en su coche. –Miró hacia el suelo, y yo solo podía mirar a Liam, que parecía
sentirse igual de raro que yo, porque Dylan no me terminaba de caer bien, y
parecía ser que a él tampoco. –No creo que la solución sea Dylan. Nosotros
podemos alejarla mejor, somos más, y no sabemos qué haría Dylan en caso de que
Eithan volviera a por Lane.
Elly besó a Liam en la mejilla.
-Pero, ¿qué mejor opción que dejar que Lane se olvide un
poco de Eithan, en vez de estar con nosotros y notar la tensión en el aire? La
podemos ayudar desde la distancia. –Dijo Elly.
Liam la miró inseguro.
-Lane estará bien.-Intentó convencerle Elly.
Liam pasó la mirada por cada par de ojos que se encontraba
allí, y todos estaban de acuerdo con Elly…Todos menos yo, y él lo vio en cuanto
me miró. Hice una mueca, y él agachó la cabeza para negar.
-Hacer lo que queráis.-Dijo Liam, quedándose callado para
siempre.
***
Cuando entramos a la clase de física, pude notar
perfectamente como las chicas se estaban poniendo estratégicamente para que
Lane se sentara al lado de Dylan, así que yo me senté en una de las mesas
compartidas de atrás. Elly se puso al lado de Liam, Zayn se puso al lado de
Niall, Sheila se puso al lado de Louis, y yo me senté solo, observando como
Lane entraba por la puerta y se sentaba en la fila de adelante, al lado de
Dylan.
Noté como alguien se sentaba a mi lado, y miré
automáticamente. Era Abby Sullivan, mi compañera de proyecto. Me sonrió
amablemente, y yo la devolví la sonrisa. Bajé la mirada hacia mi libro,
poniendo toda la atención que me era posible, pese a que no podía evitar la
sensación de rechazo hacia Dylan, nosotros podríamos haberla protegido mucho
mejor.
-Perdona Harry, ¿puedes dejarme los apuntes de ayer? –Oí
decir a mi compañera.
La miré confuso, ella mostraba una gran sonrisa.
-Oh, por supuesto. –Dije, sacando el cuaderno y dejándolo en
la mesa.
Abby parecía querer algo más, así que me quedé mirándola.
-Esto… ¿cómo haremos el proyecto? En mi casa no se puede,
porque bueno, siempre hay gente y nunca estaríamos…solos. –Dijo, apartando la
mirada, pero volviendo a mirarme.
-No te preocupes, mi casa siempre está libre.-Murmuré, y eso
parecío dejarla contenta, así que volví a centrar toda mi atención en la mesa
de delante, todavía confuso por el razonamiento de Elly acerca de Dylan y yo.
***
Esperé a Louis en la
salida, como siempre, aunque esta vez él tenía su coche, así que yo ya no tenía
que llevarle. Cuando Louis llegó, Lane pasó delante de nosotros junto con Dylan
y se despidió de nosotros. Yo me quedé mirando hacia donde ellos
desaparecieron, hasta que Louis me dio un toque en el brazo.
-¿Qué hace Lane con él? .Dijo, frunciendo el ceño.
Le hice un breve resumen de la conversación que tuvimos
mientras él no estaba, y Louis se quedó mirándome sin expresión alguna, como
pensativo.
-No le veo el punto.-Concluyó.
-Ni yo, pero en parte supongo que es buena idea. –Le dije.
En el fondo la presencia de Lane me incomodaba, así que, no había nada de malo
en que Lane se fuera con Dylan, pese que repentinamente Dylan ya no me caía tan
bien, aunque realmente no sabía por qué.
Narra LANE.
Todos recogieron y me despedí de todos menos de Louis y
Harry, que estarían fuera, como siempre. Fuimos los últimos en salir, porque yo
había tardado más de la cuenta y lógicamente, Dylan se había quedado
esperándome. Al salir vi a Louis y Harry, y qué menos que despedirme de ellos
también.
Dylan estaba algo callado, como si la situación le pareciera
casi incómoda. Yo, me sentía a gusto con él, así que no veía motivo para estar
callada.
-¿Y tu casa está muy lejos?-Le dije. Era una pregunta para
conversar, pero obviamente algo de curiosidad tenía.
-En coche no. –Dijo con una sonrisa vacilona.
Le correspondí a la sonrisa y él me abrió la puerta del
coche, como un caballero. Y me recordó a Liam. En el trayecto en coche,
descubrí que Dylan y yo teníamos unos gustos bastante parecidos en cuanto a
música se refería.
Parecía que a Dylan ya se le había pasado la vergüenza,
porque ahora los dos cantábamos Turn Around de Ne-yo y Conor Maynard juntos. Y
así fue el viaje; Tranquilo y musical.
En cuanto llegamos a su casa, nos pusimos manos a la obra en
seguida. No sin antes comer algo, Dylan trajo algo de beber y patatas de bolsa.
Vamos, lo que viene a ser algo sano.
Se me daba bien tener una opinión temprana sobre las
personas, y no solía equivocarme. Dylan se centraba en hacer el proyecto
conmigo, pero no faltaron en ningún momento los comentarios sarcásticos por su
parte: Que siempre estaban ahí, y hacían que estuviéramos en un ambiente
realmente tranquilo.
Yo intentaba ayudarle, pero cada vez que me metía en algo
que tenía que ver con la electricidad, él me paraba, con la excusa de que ‘’podría
darme un calambre’’ cuando la triste realidad era, que era demasiado torpe para
conseguir nada.
Al final, y tras varios intentos, no conseguimos nada, por
lo que Dylan se rindió.
-Parece que esto no sirve de nada. –Dijo, poniendo una mano
en su cadera.
-¡Si me hubieras dejado ayudarte!-Le dije, irónicamente, yo
sabía que era mala y torpe para la física incluso cuando eran proyectos.
Le hice reír, lógicamente. Y de repente, levantó la cabeza y
me miró, con alguna idea en su mente.
-¿Quieres que lo dejemos para otro momento?-Dijo, apartando
el proyecto hasta ponerlo a un lado de la mesa. –Podemos ir al jardín, a estas
horas estará precioso.
-Claro, aún queda tiempo para arreglarlo y entregarlo, así
que mientras no lo dejemos para el final por mí genial.
Él asintió con la cabeza y bajamos al jardín, y una vez nos
sentamos en dos sillas alrededor de una mesa de madera de jardín, Dylan sacó
dos bebidas de una nevera portátil.
-Gracias. –Dije, bebiendo de la mía. –La verdad es que esto
es realmente precioso.
Y no mentía. A esas horas de la tarde las nubes se habían
vuelto grisáceas y el cielo se tornaba azul anaranjado. Era realmente precioso,
y sobrecogía la imagen. Pero en Londres nunca hacía calor, y menos en
noviembre, asique me puse la chaqueta, entrando en un confortable calor
instantáneo.
-Sí lo es. –Contestó, sentándose a mi lado.
Y así, pasaron los minutos, mientras teníamos una agradable
conversación despreocupada. De amigos. Como si nos conociéramos desde siempre.
Él me contó algunas cosas de su día a día, de su infancia, de su familia, y eso
mismo hice yo. No tenía grandes secretos que contarle, por lo que podía ser
bastante sincera. Por supuesto, algo dejaba para mí, porque Dylan no podía
saberlo todo, básicamente porque era normal que aún no hubiera confianza total.
Sin embargo, en un punto de la conversación, acabamos hablando de amor, y me
entró curiosidad por algo que dijo.
-No todas las chicas del instituto son copias de las
otras.-Susurró, mirando al cielo. – Hay alguna original.
-Como la chica que te gusta. –Dije yo, adivinando.
Él sonrió hacia el suelo. Y respiró hondo.
-Ella es…Diferente. Muy diferente. –Contestó. – Algo totalmente
escaso en el mundo.
-¿Cómo se llama?
-JJ, se llama JJ. –Contestó.
JJ. No me sonaba, en mi vida había oído un nombre semejante.
Sonaba a rapero, a rebelde. Obviamente ‘’JJ’’ probablemente sería un diminutivo
de su nombre real. Pero nunca había tenido noticia de que alguien en el
instituto se llamara JJ.
-¿Y cómo es? –Dije.
-Es diferente, tiene su propio estilo, tiene mucha
personalidad. Y no sabe que existo.
-Mmhh, si quieres te puedo ayudar con eso.
Él me miró esperanzado, pero después el brillo desapareció
de sus ojos.
-No creo que sea buena idea.
-¿Porqué?-Contesté, yo quería ayudarle de verdad.
-Verás Lane…No te ofendas, de verdad que eres una chica
maja, y agradable, pero no creo que seas la clase de chica con la que ella…se
lleve bien.
Solté una carcajada.
-Oh, vamos. –Le di un pequeño puñetazo.- Lo intentaré de todas
formas, así que será mejor que me digas quién es.
***
A la hora de la comida, me reuní con Dylan, como prometí.
Tenía verdadera curiosidad por saber quién era esa JJ, y más aún por saber
porqué yo la caería mal.
Nos quedamos esperando en la puerta de la cafetería, antes
de que nadie entrara, y observamos la gente pasar. Aunque yo no sabía que miraba,
porque no tenía ni una vaga idea de quién era JJ.
De repente, noté como se ponía tenso y me dio un codazo. Yo
busqué entre la gente como si me fuera la vida en ello.
-Es esa, la morena. –Me dijo al oído.
Yo busqué, pero solo veía dos morenas.
-¿Quién? ¿La de la camiseta rosa?
-No, la de la gorra. –Dijo él.
Y entonces la vi. Aquella era JJ, y su nombre pegaba
perfectamente con su estilo. En ese momento comprendí porqué yo nunca la caería
bien. En parte, tampoco que le pegaba nada a Dylan, que era más bien un niño
pijo, todo lo contrario a JJ. Ella era lo que se llamaba una rebelde, justo
como yo pensé. Tenía aspecto de rapera, con sudadera ancha, gorra, pantalones
ajustados y zapatillas altas pero modernas.
(Ésta es JJ, debajo de la foto hay más
capítulo ;D)
-Oh.-Susurré. Estaba realmente sorprendida.
-No te gusta, ¿no?-Dijo él, observando mi reacción.
-No es eso. No me lo esperaba…Es que…
-Es una malota. –Dijo con una sonrisa.
-No, es solo que no sé, tú eres tan pijo que…-Dejé la frase
sin terminar.
-¡Habló! –Contestó, haciendo que los dos nos riéramos. –Creo
que deberíamos ir a comer.
-Si…-Dije, yo realmente tenía hambre. -¿Quieres comer con
nosotros?
-Mmh, ya había quedado con mis amigos, pero bah, por un día…
Caminamos hasta la mesa donde estaban mis amigos, y les di
la noticia. Ellos nos miraban todos alucinados, como si fuéramos la atracción
principal.
-Chicos, hoy Dylan come con nosotros.
Todos sonrieron, y asintieron dándole la bienvenida a Dylan,
y hablándole, haciéndole chistes. Todos menos Harry, que se quedó mirándome con
una expresión irreconocible, casi enfadada, y se puso a hablar con Louis como
si yo no estuviera allí,como si yo no existiera.