miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capítulo Dieciséis.



 ¡Hola! TENGO VARIAS COSAS QUE DAROS, ASÍ QUE LEER. lol. 
1- Como os prometí, aquí tenéis el capítulo DOS de la novela de Niall, My Oath To You. Si queréis leer, ir aquí: http://thisismyoathtoyou.blogspot.com.es/ 
2- Como os prometí (lol), aquí tenéis el One Shot de Zayn, si queréis leerlo, ir aquí: http://1direction1shots.blogspot.com.es/ 
Y 3- ESTÁIS LOQUÍSIMAS!! Ya tengo 11000 visitas y no me lo esperaba, muchas gracias chicas, de verdad. 
Por cierto, ¿quién va al Take Me Home Tour? Yo voy aksjfaslkjf *_* Y eso que vivo a más de 300 km de Madrid, mi madre está loca dejándome jaja. 
¿Os habéis comprado ya el Take Me Home?  Yo ayer :3 Y no sé si tengo algo más que contaros... Que me pidáis siguiente anda, que así me alegráis el día aksjfasklf Os quiero slkfja.
RECOMENDACIÓN:  http://upallnight1d.blogspot.com.es/ Llevo mucho tiempo leyéndola, es de una chica que fue a verles al Hormiguero y a la cual conoceré en Madrid el 24 *_* La novela tremenda,  y la chica es mejor aún ;)
                                                                 ***

Entregué el proyecto y me sentí bien porque a Dylan le hubieran asignado como compañera a JJ. Lo que me hacía pensar que JJ debía ser realmente buena, porque Dylan bueno lo que se dice bueno…No era. Ni me sorprendió ni me molestó que me pusieran con Harry, es más, debía admitir que la idea no me desagradó en absoluto. Y lo mejor, o peor de todo, es que era Harry en sí el que hacía que me agradara ponerme a su lado. Lo que me pareció raro, y probablemente era porque hoy estaba especialmente sensible.

Me senté a su lado y le saludé, por educación. No me apetecía saber nada del mundo. Ni de Harry, ni de Dylan, ni de Liam, ni de nadie. Solo quería que pasara rápido el día para poder seguir estudiando para el examen de física que sería dos días después. 

Esa era otra, el examen de física. Tenía que decir que me apetecía en parte quitármelo de encima,  porque sería el último examen que haríamos en lo que quedaba de curso hasta las vacaciones de navidad, pero tenía miedo de repetir y no poder ir a la universidad por culpa de esa maldita asignatura. 

Me sentí algo abrumada y agobiada. Y sin darme cuenta, las lágrimas caían por mis mejillas. Ni si quiera me di cuenta, y las dejé caer, girando la cabeza para no llamar la atención. No pasó demasiado tiempo hasta que noté algo a mi lado, y al mirar de reojo pude ver que era una mano. La mano de Harry.

Le miré un momento a los ojos, él me ofrecía un pañuelo en lo que me pareció un gesto extremadamente tierno. Lo cogí, agradeciéndoselo, y cuando creí que tendría una pequeña oportunidad de hablarle o de que fuéramos simpáticos el uno con el otro, él giró la cabeza. Y perdí las esperanzas. Pero yo me quedé mirándole. A veces deseaba que se preocupara por mí. Yo sabía que él notaba cuando yo estaba mal. Sabía que había cuidado bien de mí, y me había defendido en condiciones. Casi vi pena en sus ojos cuando me vio llorando. Pero se volvía frío como la piedra en el mismo momento en el que yo me ablandaba. Y odiaba eso. Odiaba que nunca me preguntara, ni me hablara, pero sin embargo se preocupara silenciosamente. Si él me hubiera pedido un abrazo, se lo hubiera dado.

Me quedé totalmente paralizada ante mi último pensamiento. ¿Yo hubiera abrazado a Harry? ¿Cómo hubiera sido? Harry tenía unas manos grandes y bonitas, y al ser bastante alto un abrazo suyo debía cubrirte entera, reconfortándote completamente. Además, no olía nada mal. Para ser sinceras, Harry olía tan bien que me ponía mala. 

-¿Pasa algo?-Dijo Harry, mirándome.

Me había quedado mirándole tanto tiempo que ni me había dado cuenta. Así que me aclaré la garganta y negué con la cabeza, mirando hacia el libro de nuevo.

-Oye…Lane. ¿Qué tal llevas…el examen?-Dijo.
-Oh. Bien. Gracias. –Comenté, sin apartar la mirada del libro.
-Y tú… ¿Estás bien?-Esta vez le miré a los ojos, que me miraban de vuelta.
-Sí, supongo.

Narra HARRY.

-Y tú… ¿Estás bien?-La pregunté. Sin duda esa era una pregunta que me podría llevar por un buen camino para conseguir que volviera a estar en el grupo, aunque debía admitir, que si podía hacer algo por que se sintiera mejor probablemente lo haría.

-Sí, supongo. –Dijo. Pero mirándola bien, tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos, su cara estaba algo pálida y sus mejillas estaban rosáceas. Parecía agobiada y su tono de voz era triste. Así que me tomé ese ‘supongo’ como un no.

Fui a contestarla con un ‘estamos aquí para lo que quieras’, cuando la profesora comenzó a apuntar el trabajo que había que hacer en clase, por lo que no pude contestarla, y de hecho, no lo hice.
No podía decir que no lo había intentado. Notaba cómo de vez en cuando Liam, o las chicas me echaban miradas de reojo, e incluso Zayn y Niall. Yo suspiré, algo desagradado por la situación. 
¿No sería más fácil decirle a Lane que volviera? ¿No podíamos simplemente decírselo en lugar de hacer planes absurdos y haciendo una montaña de un grano de arena, para algo que podría solucionarse en 5 minutos? Yo ya había hecho ‘mi trabajo’, y si no había funcionado, ya no estaba en mis manos.
                                                                   
Narra LIAM. (Esto es importante para el futuro, así que recordarlo).

En la hora del descanso, me llevé a Sheila aparte para consultarla una duda. Normalmente se lo pediría a Lane, (que no por ello Sheila era menos), pero justo hoy ella no estaba disponible. Por supuesto, me llevé a Sheila discretamente para que Elly no malpensara, lo último que quería era tener una pelea tonta e inútil con ella.

-¿Qué pasa? Me has preocupado de veras. –Dijo Sheila, poniendo la mano en su pecho en un gesto exagerado.
-No, por dios. –Reí. – Te lo voy a decir rápido para que me ayudes…Rápidamente.
-Tiene sentido. – Dijo ella, haciendo una mueca.
-Quedan 5 días para el cumpleaños de Elly, y la voy a regalar un viaje navideño…Para dos.
-Oh, qué romántico, Liam. –Dijo ella sonriendo. -¿Adónde iréis?
-Ahí es donde entras tú. ¿Dónde crees que podrías llevar a tu novia en navidades?
-Pues mira: Está París, que nevado es precioso, te lo digo por experiencia, España está al lado de Francia y he visitado París en invierno un par de veces, está Italia, concretamente Venecia, pero si quieres algo original, no te vayas a los típicos sitios. Te recomiendo que investigues un sitio que a ella pueda gustarla. 

-A ella le gusta…Le gusta lo verde, el campo….Y los prados en la montaña. –Dije, recordando algunas conversaciones. - Sé hablar un poco de italiano, fui con Lane a clases de italiano de pequeño.
- Pues llévala a los Alpes Italianos.

-Sí, y en vez de Elly, la llamo Heilly, ¿no?-Dije, haciendo un chiste malo, muy malo en realidad. (Para las que no lo habéis pillado, es una mezcla de Heidi y Elly, lo siento, es casi la 1 de la mañana -.-)
Sheila se quedó un momento mirándome como si fuera estúpido, pero luego estalló en carcajadas.
-¿Cómo eres tan tonto? Eso ha sido malísimo Liam, ¡malísimo! 

Reí un poco. 

-¿Entonces, es buena idea que la lleve a los Alpes italianos?
-Yo creo que la va a encantar, he visto fotos y es precioso. Pero por favor, no la llames Heilly.
Volví a reír, y comenzamos a andar, de vuelta al grupo.

Narra HARRY.

Cuando salimos de esa clase, y llegó la hora del  descanso, Louis y yo nos quedamos apartados, ya que ambos teníamos un examen y preferíamos repasar apartados del grupo. Fuimos a la salida, y nos quedamos allí sentados con nuestros respectivos libros. 

-No puedo concentrarme. –Dijo Louis, después de un rato mirando su libro.
-¿Qué te pasa?  –Le dije.
-Que estoy harto de esto, en cuanto vea a Lane, voy a hablar con ella, y me da igual lo que penséis los demás, por que os creéis que ella va a odiaros cuando realmente y probablemente lo más seguro es que esté igual de mal que nosotros. Ella tiene a Dylan, nosotros nos tenemos a nosotros.
-Yo opino lo mismo, Louis. –Dije desinteresadamente, mirando mi libro. –Parece que no eres capaz de mantenerte lejos de Lane, ¿eh? 

Eso le calló. Louis me miró fijamente pero con su mente en otro sitio. Y casi pude sentir yo lo mismo que sentía él, solo por su mirada. Y no me gustó ver que sentía algo tan fuerte por Lane. Me obligaba a querer protegerla después de haberla visto llorar como si ella fuera una niña vulnerable, y más ahora que llevaba una escayola debido a su muñeca rota. Cambié la mirada para no tener que mirar a Louis.

-¿Qué le ves a Lane? –Dije, por curiosidad.

Él volvió a quedarse pensativo. 

-Que no es tan seria como parece ser. En cuanto la hablas ella está ahí para ti, y no importa quién seas. Y en la intimidad, bueno se vuelve un poco loca, eso me gusta. Que solo demuestre cómo es verdaderamente con la gente que le importa. Y bueno…Parece tan vulnerable que me dan ganas de protegerla, eso me hace cogerla cariño. Y más cosas que no quiero decirte por que esto no es una escena de Crepúsculo -Dijo Louis, con una sonrisa en la cara. 

A mí, sin embargo, no me hizo gracia en absoluto, por que como si de telepatía se tratase, Louis acababa de decir lo mismo que yo había pensado: Que daban ganas de proteger a Lane. Y Louis y yo no sentíamos para nada lo mismo por Lane. Comencé a plantearme el hecho de que Lane pudiera gustarme aunque fuera un poco. Pero los pelos se me ponían de punta al pensarlo, así que deseché la idea de mi cabeza inmediatamente. 

-Supongo que es normal que le veas cosas buenas. –Comenté.
Y volví a concentrarme en mi libro. Lane no podía consumir tanto tiempo en mi día a día, y menos un día de examen. Me negaba completamente.

Narra LANE.

Dylan y yo íbamos haciendo el tonto por el pasillo, ya que a esas horas no había nadie por allí, y además estábamos en la parte de atrás.  

-¿Cómo te ha ido con JJ, pillín? ¿Es lista? – Le dije, revolviéndole el pelo.
-No te lo esperarías, y tengo que decir que dentro de lo borde que es, es maja.
-¿Es borde contigo? –Dije, sorprendida.
-No exactamente, creo que la hago gracia. Se ríe con mis comentarios.
-Eso es bue….-Paré en mitad de la frase al ver varios coches negros de ventanas tintadas en el exterior. -¿Es eso normal?
-Ni idea. –Contestó Dylan. - ¿Quién puede ser? ¿Por qué tanto coche? 

Varias personas salieron de uno de ellos, y le entregaron un papel al director, que estaba allí a propósito. El director, firmó el papel encima de un maletín, y miró hacia los dos lados, con temor. El otro hombre le extendió otro maletín diferente y se lo entregó también. Y el director, entregó el papel ya firmado. Acaba de presenciar un intercambio. Un soborno. ¿De qué sería ahora? ¿Era normal que el director hiciera esas cosas? ¿Habría pasado anteriormente? 

Dylan y yo nos miramos atentamente y puedo jurar que hablamos con la mirada. Dylan negó momentáneamente con la cabeza y se giró. 

-Eso, no es normal. Habrá que hacer algo. –Dijo.
-Si bueno, ya me dirás tú el qué. Además, con qué pruebas.
-Me está empezando a repeler ese hombre de una manera que no te imaginarías. –Comentó él,  empezando a andar de nuevo. 

Yo le seguí hasta el vestíbulo principal, dónde había un par de profesores hablando, como si pasara algo. Y yo, comencé a volverme paranoica. ¿Qué estaba pasando? Probablemente no sería ni la mitad de grave de lo que aparentaba, pero, ¿por qué tanto secreto? Me ponía nerviosa. Dylan parecía haberlo visto también, y puso una expresión de concentración, como si pudiera hacer algo por remediar los cuchicheos. Entramos en clase finalmente, con la imagen del soborno, los coches oficiales, los profesores y Dylan pensativo en mi cabeza. 

En la hora de comer, tardamos un tiempo en llegar a la cafetería, porque a Dylan se le había antojado comprarse un kit kat en una máquina. ¡Un kit kat! ¡Pero si estaba a punto de comer! Además, teníamos la suerte de poder decir que la comida de aquí era comestible. Si la comida aquí fuera mala, se comprendería.

Se lo comió por el camino, y para cuando llegamos a la cafetería ya no quedaba nada, lo cual me dejó algo tocada, era como si hubiera engullido las barritas, así, a lo bestia. Me hizo reír. Lo mejor era que probablemente se comería media cafetería ahora mismo.

Estábamos cogiendo la comida cuando empezamos a oír algún cuchicheo cercano. Y eso no eran paranoias mías. Me giré hacia la mesa dónde estaban los cuchicheos, pero no mostraban ninguna pista. Así que me volví a dar la vuelta, pero alguien tocó mi hombro.

Al girarme, casi se me salen los ojos de órbita, y el corazón comenzó a latirme intensamente, creando una sensación de miedo que me molestaba bastante. 

-Hombre Lane, cuánto tiempo. –Dijo Eithan, con malicia. 

Dylan se había apartado porque estaba cogiendo la comida y no se había dado cuenta de lo que pasaba.

-Ahora que he vuelto, tienes cosas que explicarme, ¿no? Como cuando le dijiste al director que yo era culpable. –Dijo. Adair le acompañaba, y me sorprendió verle allí. 

Se fue acercando a mí amenazadoramente hasta quedar a la altura de mis ojos. Yo solo podía buscar a Liam con la mirada, solo quería que Liam me salvara, le necesitaba. 

-Tenemos un tema pendiente. –Dijo ahora, amenazadoramente. Sus ojos se volvieron fríos, y me sentí sola allí dentro.
Eithan, se acercó hasta besarme en la puta de la nariz, con chulería y sin motivo aparente, y yo me aparté bruscamente, tropezando y casi cayendo al suelo.

Narra HARRY.

Nos sentamos en la mesa de siempre, comenzando a comer. Sheila y Liam se murmuraban cosas, y yo comentaba con Louis sobre el examen que acabábamos de hacer. Ya estábamos planeando qué hacer en el fin de semana, y sin duda, sería lo que comentamos, una fiesta en mi casa, de fin de trimestre. Divisé a Lane y Dylan por mi campo de visión, así que avisé a Liam. 

Lane entraba sonriente a la cafetería, y Dylan iba a lo que iba, a por la comida. Seguimos comiendo tranquilamente para no estar los 6 girados hacia Lane. Pero yo miraba de reojo todo el tiempo.

En el momento en el que se abrieron las puertas de la cafetería, no pude creerme que Eithan hubiera vuelto ese día. Ese no era el día en el que debía de volver. Todos nos quedamos en silencio de repente, observando la situación.
 Lane estaba sola porque Dylan se había apartado, y la cara de Lane palideció. Eithan se estaba acercando a ella, asustándola, se la veía en la cara. La estaba amenazando. Una rabia intensa comenzó a crecer dentro de mí. Más le valía no tocarla ni un pelo. Eithan se acercó hasta besar la punta de su nariz, y ahí todos nos levantamos de nuestro sitio. ¿Cómo se atrevía a besarla? ¿Cómo se atrevía a acercarse a ella, si quiera? Corrimos hacia allí y lo primero que hice fue apartar a Lane, cogiéndola de los hombros y llevándola lejos de Eithan. No podía dejar que estuviera cerca de él. La miré para comprobar si se encontraba bien, y ella me miraba con los ojos rojos, como si fuera a llorar.

 Pero no apartó la mirada, y eso me sorprendió, por lo que me quedé mirándola igualmente. Me gustó el tono marrón de sus ojos, y como sus pecas resaltaban en sus mejillas. Su expresión asustada la hacía vulnerable, y como dijo Louis, e igual que pensé yo anteriormente, me dieron ganas de protegerla. Pero en el momento en el que tuve el impulso de abrazarla, y fui a hacerlo, ella cambió su mirada y huyó de mis brazos, para reunirse con los de Liam, el cual automáticamente la abrazó y hundió la cabeza en su pelo, dejándome a mí con cara neutra, y pensando que era un idiota.


sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo Quince.



 LEER ESTO: ONE SHOT, CAPÍTULO 16 Y CAPÍTULO 2.
¡Hola! klajfas. He vuelto tarde, pero con más capítulo OLÉ. En fin, voy a lo importante. 
La próxima vez que suba capítulo, voy a subir también un ONE SHOT de Zayn, ya sabéis, en ésta página, el segundo capítulo de My Oath to You. (La novela de Niall) Y por supuesto el capítulo Dieciséis de esta novela.
Pero, como he visto que me comentáis 10 contadas, pero en el estado de tuenti me disteis 'me gusta' 34 personas, SOLO SUBIRÉ todo esto si tengo MÁS de 15 comentarios que no sea un simple 'siguiente'. Hasta que no tenga esos más de 15 comentarios, no subiré nada de nada, ni de esta novela, ni de la de Niall, ni el One Shot. Por cierto, los comentarios que me dejáis aquí, en el blog, también cuentan.
''Vaya rancia'' diréis, pero es que me siento mal si no me ponéis aunque sea una simple opinión porque es como si os olvidaráis de mí y de alguna forma me gusta saber que seguís ahí, leyendo la novela. Siento si molesto,pero no os pido mucho, ¿no? :D Un beso preciosas! Y gracias por leer, POR CIERTO, en el siguiente capítulo aparece EITHAN UHH UHH UHHH. ¿QUÉ PASARÁ? *música misteriosa* lol. 
Y, me estoy leyendo una novela que es buenísima, si la queréis leer, aquí la tenéis:  http://unadireccionunahistoria.blogspot.com.es/
                                  ***

‘’ Caminamos hasta la mesa donde estaban mis amigos, y les di la noticia. Ellos nos miraban todos alucinados, como si fuéramos la atracción principal.

-Chicos, hoy Dylan come con nosotros.

Todos sonrieron, y asintieron dándole la bienvenida a Dylan, y hablándole, haciéndole chistes. Todos menos Harry, que se quedó mirándome con una expresión irreconocible, casi enfadada, y se puso a hablar con Louis como si yo no estuviera allí, como si yo no existiera. ’’

                                                    ***

  TRES SEMANAS DESPUÉS:

-Y recordad. –Dijo la profesora de física. –Mañana me tenéis que entregar los proyectos que os mandé hacer.
-¿¡Que!?-Le dije a Dylan lo más bajo que pude. – Tío, te dije que no lo dejáramos para el final.

Él se empezó a reír, y varias personas se giraron para mirarnos. Yo me tapé la cara con las manos.

-¿Qué es tan gracioso, señorito Johannson? –Inquirió la profesora.

Yo me aguanté las ganas de reír ante lo absurdo de la situación y me encontré con los ojos de Liam y Elly, que me miraban curiosos. Busqué a Louis con la mirada, que sonreía al verme roja por aguantarme la risa. Y se me escapó, se me escapó la risa en medio de la bronca a Dylan.

-¿Usted también, Jefferson? –Me señalo ahora a mí, y vio que mi cara estaba roja debido a aguantarme la risa. –Quizá deberían contarle al director qué es tan gracioso de la física, seguro que él también se ríe.
-No es necesario. –Dijo Dylan.
-Lo que voy a hacer, es cambiarles de sitio, me niego a que se pasen las clases riendo cuando ambos necesitan estudiar. –Dijo. –La clase siguiente no se pondrán juntos, yo elegiré con quién se pondrán, y si os volvéis a reír, os mando a dirección, ¿estamos?

Asentimos con la cabeza, y ella siguió dando clase. Dylan y yo no pudimos evitar mirarnos y aguantar la risa. En medio de nuestra risa silenciosa él habló.

-Entonces, ¿terminamos hoy el proyecto? –Dijo, sonriendo.
-Por favor. –Le rogué. –Y cállate, que nos van a echar.

Él me dio un golpe en el hombro tan fuerte que casi me tira de la silla, y tuve que fingir que se me había caído un bolígrafo por que la profesora había vuelto a mirarnos. Yo se la devolví clavándole el codo en las costillas cuando la profesora se dio la vuelta.

Narra HARRY.

Era increíble cómo el plan de las chicas había dado resultado, Lane ya ni recordaba quién era Eithan, probablemente gracias a Dylan. Ya apenas estaba con nosotros, quitando los fines de semana y las horas de la comida, y en mi opinión, probablemente no deberían haber dicho que Lane pasara más tiempo con Dylan, porque ahora apenas estaba con nosotros, y hasta Liam se había molestado por ello.

Lane era la mejor amiga de Liam desde ellos sabían cuánto tiempo, y ahora parecía que Dylan era su mejor amigo, e incluso algo más. Dylan pasaba casi todas las horas del día con ella, y eso ponía celoso a Liam, no en el sentido amoroso, por supuesto. Lane era su mejor amiga, y él tenía suerte si podía venir a clase algún día con ella, porque ahora también quedaba con Dylan por las mañanas.
Por supuesto, comían juntos, Dylan venía a comer siempre con nosotros, e incluso en ese momento, tampoco hablaba con nosotros gran cosa, como si sólo fuéramos compañeros de clase. ¿Qué por qué me molestaba? Me molestaba porque Dylan no me caía bien. Desde el momento que supe de su existencia, no me caía bien, y ahora encima tenía que pasar tiempo en su presencia.

-¿Sabéis? –Dijo Niall, cuando nos sentamos todos en el césped. Aunque por supuesto, Lane y Dylan no estaban. – Creo que hicisteis mal en planear lo de Lane y Dylan. No estamos en un juego de los sims como para decidir quién conoce a quién y quién pasa tiempo con quién. Ahora Lane apenas está con nosotros. La hemos alejado como si no quisiéramos estar con ella, y yo no quiero que se aleje de nosotros, Lane me cae demasiado bien.

-Yo estuve en contra de esto desde el principio. –Dijo Liam. Y todos nos quedamos mirando a la nada. –La echo de menos.
-No es como si se hubiera muerto. –Contesté, resentido.
-Qué tacto tienes Harry, hijo. –Dijo Elly, girando los ojos.
-Me refiero a que podéis hablarla siempre que queráis, ella está ahí, no os…nos ha dicho adiós, si queréis que vuelva, pedírselo. –Aclaré.
-¿Creéis que se ha olvidado de nosotros? –Dijo Louis.

Esa era otra. Louis. Probablemente, después de Liam, era Louis al que más le dolía que Lane no pasara tanto tiempo con nosotros. Claro que Lane no tenía ni idea de lo que un movimiento suyo podía afectar a Louis, y al parecer, a todo el grupo.

-No.-Dijo Liam rápidamente. –No es así. Lane no es así.
-¿Y por qué no habláis con ella? -Dije, verdaderamente molesto. Una persona no se iba de tu vida si tú no querías.
-Quedaré con ella esta tarde. –Dijo Liam.

Mi mente, inconscientemente, se esforzó por buscar una solución. Puede que en el fondo yo tampoco quisiera que Lane se fuera.

Narra LANE.

Volví andando desde la autoescuela, por razones obvias, y al llegar a casa dejé todas mis cosas sobre la cama, mirando mi móvil. Tenía 3 llamadas perdidas, y probablemente no debería haberme dejado el móvil en casa. Eran de Liam, lo que me sorprendió bastante, porque en las últimas tres semanas apenas habíamos hablado.

Me conecté al ordenador para ver si estaba conectado al Skype, le echaba de menos. Efectivamente, estaba conectado, asique le llamé, y por supuesto, me cogió.

-Hola, Lane. –Dijo él, Elly estaba con él, por supuesto.
-¡Hola chicos!-Dije sonriente, me alegraba de hablar con ellos.
-Qué, Lane, ¿hoy estás libre?-Dijo Liam.
Puse una mueca.
-La verdad es que no, acabo de volver de la autoescuela y ahora mismo voy con Dylan a terminar el proyecto.
-¿Te has apuntado a clases de conducir?-Dijo Liam, sorprendido, casi decepcionado. -¿Por qué no me lo habías contado?
Me quedé callada un momento.
-No hemos hablado mucho estos días…-Le dije. –Y lo poco que hemos hablado ha sido sobre las clases…
-Pero puedes quedar conmigo siempre que quieras. –Dijo Liam, como si no pudiera creerse lo que estaba oyendo.
-Lo sé, y te echo muchísimo de menos. –Dije, comenzando a sentirme mal. –A todos, pero es como si os hubierais olvidado de mí, ya ni me habláis como antes, y solo han pasado tres semanas, Liam.

Él negó con la cabeza.

-Lane, no queremos que te vayas, eres tú la que parece que está obsesionada con estar con Dylan, pasas todo el día con él. Incluso parecéis novios.

-¿Qué estás diciendo Liam?-Dije, cabreada de verdad. –Si de verdad te preocupa que pase tanto tiempo con Dylan a lo mejor no deberíais haber hecho un complot para que solo quedara su sitio libre, como si yo fuera la peste, a lo mejor ahora no estaríamos así, pero bueno, tú verás, ahora me tengo que ir, y sí, me voy con Dylan. Pasároslo bien. –Dije, y cerré la pestaña de la conversación.

Nada más apagar el ordenador, me entraron unas ganas de llorar terribles. Sin embargo, no lloré. Yo no quería dejar de estar con ellos. Eran ellos los que parecían no querer estar conmigo, y yo necesitaba a Liam demasiado en mi vida, pero ahora él era el que parecía haber cambiado.

Con un sentimiento horrible en mi pecho, cogí las cosas de física y caminé hacia la casa de Dylan, que no estaba demasiado lejos de la mía.
Sí que era cierto que ahora pasaba mucho tiempo con Dylan, y que se había convertido en un importante para mí, pero simplemente era por que los demás parecían haberse olvidado de mí, y el único que estaba ahí para mí en aquel momento era Dylan.

Dylan me abrió la puerta, y nada más verme la cara me preguntó.

-¿Estás bien?-Dijo, sin su habitual sonrisa.
-Sí, no me apetece hablar de ello.
-Como quieras, Lane. –Dijo él, dejándome entrar en casa.

Fuimos a su habitación y él sacó el proyecto que no habíamos tocado desde el primer día que estuvimos en su casa.

-Mira que somos desastres.-Dije.
-Lo sé, pero en fin, hay que vivir mientras seamos jóvenes, ¿no?
-Sí, pero hacer este proyecto sólo debía habernos llevado un día, no tres semanas.

Eso le hizo reír.

-Sí, pero te recuerdo de que no conseguimos que funcionara.
-Sí, eso también es cierto. –Le contesté, y ambos reímos.

Comenzamos de nuevo a revisar qué era lo que podía estar mal con el proyecto. Lo investigamos e investigamos, pero no encontramos nada. Harta del proyecto, me senté en la cama, clavándome algo.

-¡Ah!-Grité, levantándome.

Dylan me miró extrañado y yo miré qué era en lo que me había sentado. Cogí un pequeño interruptor de plástico que se había salido de la bolsa en la que guardaba todo lo de física.

-Me he clavado esto en el culo.-Me quejé, pero Dylan no paraba de reírse.- ¡No te rías!

Pero no pude evitarme reírme yo también. Se me ocurrió algo.

-¿Y si es esto lo que necesitamos para terminar el proyecto? –Dije.

Él me quitó el interruptor de las manos y se acercó al proyecto.

-Ya lo hago yo, que tú eres demasiado torpe. –Me dijo.

En fin, al menos ahora era sincero en vez de poner excusas tontas. Puso el interruptor conectado a dos cables, uno rojo y otro azul, y salto una chispa.

-¿Eso es bueno o malo?-Dije.
-No lo sé, aléjate un poco Lane. –Me pidió.

Yo hice lo que me dijo y me senté en la cama, observando con atención cada movimiento de Dylan. Él pulsó el botón rápidamente y se alejó, pero sin embargo, las tuercas y el mecanismo del proyecto comenzó a moverse como por arte de magia.

-No me lo creo. –Dije.- ¿De verdad me estás diciendo que me he clavado en el culo la pieza fundamental del proyecto?
-Eso parece.-Dijo él dándome un abrazo y levantándome en el aire. –Pero al menos lo hemos terminado.

Me soltó y se puso los brazos en jarra.

-Para que luego diga la profesora que necesitamos estudiar.- Dijo.-Seguro que es el mejor trabajo que ha visto en su vida, lo que pasa es que está amargada.
-Eso ni lo dudes.-Dije riendo.
-¿Qué? ¿Somos un buen equipo o no? Choca esos cinco.
-Sin duda que lo somos. –Dije riendo, y levanté la mano para chocar la mano de Dylan.

                                                           ***

Me desperté más pronto de lo habitual, supongo que era normal, ya que no sabía si había perdido a mi mejor amigo o no. Esperaba que la conversación de ayer no hubiera sido el final, porque realmente necesitaba a Liam.

Me quedé tumbada en la cama, mirando al techo en la oscuridad de mi habitación hasta que sonó el despertador, y cuando sonó, me levanté lentamente. Sinceramente no tenía ganas de ir a clase, pero igualmente tenía que hacerlo, no solamente porque no podía faltar a clase así porque sí, si no porque tenía que entregar el estúpido proyecto. Suspiré y me levanté de la cama, sin duda, ese sería un día intenso, y no en el buen sentido.

A clase, fui con Dylan, por supuesto, ya que hubiera sido raro que hubiera ido con Liam. Ni si quiera sabía si Liam quería ir conmigo. ¿La había cagado? No lo sé. Y pese a que siempre supe lo importante que era Liam en mi vida, nunca pensé que podría estar tan angustiada por si se había acabado todo. Dylan parecía olerse algo de lo que pasaba, pero probablemente prefirió no preguntar, puso la música en su coche, y así fuimos todo el camino a clase, en silencio.

Narra HARRY.

-¿Y ella piensa que nosotros éramos los que quería que no estuviese con nosotros? –Dijo Sheila. -¡Pero si queríamos algo totalmente distinto!
-Hemos metido la pata. Tenemos que hablar con ella. –Dijo Niall, decidido.
-No creo que quiera hablar con nosotros, después de lo de ayer. –Contestó Liam, el cual dejaba que su novia le acariciara el pelo una y otra vez.
-Estaba muy sorprendida, ofendida incluso, era como si estuviera realmente decepcionada.-Siguió diciendo Elly.
-Hasta se ha apuntado a clases de conducir.-Terminó Liam.
-Además…No vamos a dejarla sola cuando la semana que viene…-Dijo Zayn. Vuelven Eithan, y Adair.
-¡Por supuesto que no! ¡Yo hablaré con Lane!-Dijo Louis, de repente.-Le diré que se ponga conmigo en física.

Mi preocupación se dirigió hacia otro sentido. En dos días teníamos el tan ‘esperado’ examen de física, el cual Lane iba a suspender según ella, y eso la haría sentir peor con todo lo que se la había venido encima de repente. No era como si no pudiera volver a tener amigos, porque aunque ella no se fijara, podría tener a cada chico de este campus babeando detrás de ella esperando órdenes de su reina, y cada chica que sabía quién era Lane quería ser como ella. Sin embargo, ella había reducido su vida social a Dylan.
Me sentí mal por ella. Después de todo, quería que aprobara ese examen. Recordé que se tragó su orgullo para pedirme clases y eso me hizo reír.

-¿Qué pasa, Harry? – Dijo Louis.
-Nada, solo pensaba. –Contesté.
-¿No la iban a cambiar de sitio en física? Pues ya está. Ahí empezaremos a hablar con ella, si la ponen con alguno de nosotros, o cerca de nuestro asiento.-Dijo Sheila, repentinamente.

Miré a Sheila por un buen rato, no hablaba mucho, pero sin embargo tenía las ideas más brillantes y sencillas del grupo. Y aunque ya me caía bien, ahora me cayó realmente bien. ¿Cómo no se le había ocurrido a nadie? Todos vimos como la decían que la cambiarían de sitio, y también vi lo bien que me sentí cuando la dijeron que la iban a poner en otro sitio que no fuera con Dylan, que seguía sin caerme bien por algún motivo.

-Me…parece bien. –Dije.
-¿Ah sí?-Dijeron todos, sorprendidos.

Seguramente lo dijeron porque nunca opinaba en voz alta sobre lo que pensaba de este tema, pero me sentó mal que pudieran pensar que no quería que Lane volviera a estar con nosotros.

-Sí.

Y no volvimos a hablar del tema, simplemente hicimos planes para el fin de semana, haríamos una pequeña fiesta en honor a que por fin terminábamos los exámenes del semestre. Y que pronto llegaban las vacaciones, en menos de un mes. Al día siguiente empezaba noviembre, y con ello, el relax. Nos daban vacaciones de navidad realmente pronto, teníamos todo diciembre y la primera semana de enero para nosotros, y eso era una de las geniales cosas de este campus.

Llegó la esperada clase de  física, y yo, que no supe qué tenía que hacer, simplemente me senté en mi sitio, al lado de Abby,  y como siempre, mirando a la fila de delante donde estaban la pelirroja y el rubio, riendo, como hacían habitualmente.

-Harry…-Oí a mi izquierda, miré a mi compañera de pupitre, y ella me sonrió. -¿Te apetece…que quedemos algún día?

-Claro, este sábado habrá fiesta en mi casa, si quieres puedes venir. –Contesté.

-Oh…eh…Yo me refería a tú y yo. Solos. –Dijo, lo que me dejó descolocado.

La profesora entró justo en aquel momento, y no tuve oportunidad de contestar a Abby. Nada más entrar, nos miró a todos por encima de las gafas, y se aclaró la garganta.

-He hecho cambios en los asientos de clase; Los que peor vayan, se sentarán al lado de los que mejor. Cuanto peor vayan, se sentarán con alguien que mejor se le dé mi asignatura. No habrá cambios posibles, y más les vale no articular palabra para decir alguna tontería, o una queja como soléis hacer. –Dijo. Y dicho esto, miró el papel que tenía en sus manos.

Todos mis amigos se miraron entre ellos, pensado en lo que habíamos hablado antes. Lane no era de lo peor que había visto en física, pero sin duda no la pondrían con Dylan, ya que a él la teoría de física no se le daba nada bien.

-En cuando os cambie de sitio, quiero que me entreguéis vuestros proyectos.-Dijo.- Bien. JJ, tú te pondrás con Dylan, Jaimie, tú te pondrás con Josh. George, tú te pondrás con Niall. –Fue diciendo nombres hasta que casi todos mis amigos quedaron separados de su respectiva pareja. –Lane, tú con Harry. Y las parejas que se quedan exactamente igual son Elly y Liam, y Sheila y Louis.

Dylan miró de reojo a Lane, la cual le correspondió con otra mirada igual. Abby se levantó de su sitio y se cambió a donde la habían puesto. Lane se tomó un momento para entregar su proyecto, y caminó hacia mi mesa, con su mochila en la mano. Dejó la mochila en el suelo y se sentó en la silla. Se sentó tan cerca que casi podíamos rozarnos.

-Hola.-Dijo, con voz apagada.
-Hola.- Contesté automáticamente.

Lane miraba sus pies, incómoda, y yo la miraba a ella. No podía evitarlo, tenía mucha curiosidad por saber qué pasaba por su mente. Y me di cuenta de que no debería. Pero no pude evitar seguir observándola hasta que oí a alguien toser. Era Niall. Todos mis amigos me miraban, para que hiciera el primer movimiento del plan. ‘Mala suerte, Harry’. –Pensé.

La clase de física comenzó y ninguno de  mis amigos volvió a mirarme, seguramente por que confiaban en que pudiera conseguirlo. Y a mi estas cosas se me daban mal, muy mal, especialmente con ella. Me mordí el labio pensando en las palabras que podría decir. Unas palabras que no la hirieran o la hicieran sentir mal. Unas palabras sencillas con doble sentido, o algo que la hiciera reír, para aliviar la tensión.

Me aclaré la garganta y la miré, pero esta vez ella había girado la cabeza, y su pelo cubría la cara. Con el dorso de la mano se limpiaba la cara y se oía como sorbía con la nariz. ¿Estaba llorando? No era cierto, Lane no podía…estar llorando.  

No sabía qué hacer. Me sentí realmente mal, como si me estuviera transmitiendo los mismos sentimientos que ella sentía en aquel momento. Quería ayudarla, pero no sabía cómo. Claramente no podía hablarla como si nada pasara, ella necesitaba una respuesta efectiva, que la hiciera sentir mejor. Pero yo no sabía qué era lo que Lane necesitaba, y eso me hizo sentir peor. En su mochila, un paquete de pañuelos de bolsillo llamó mi atención, y lo cogí, dándome igual que aquella mochila no fuera mía.

Se los ofrecí, y ella los vio de reojo, los cogió y me miró brevemente. Sus ojos estaban rojos como si se hubiera estado reprimiendo de llorar durante algún tiempo.

-Gracias. –Dijo, con la voz rota.

Y eso, me rompió en dos. Nunca  había oído a Lane con la voz rota, y me debilitó de una manera que yo no quería que me debilitara. Me aclaré la garganta para disimularlo y miré al frente.

-De nada. –Dije.