¡Hola! TENGO VARIAS COSAS QUE DAROS, ASÍ QUE LEER. lol.
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2- Como os prometí (lol), aquí tenéis el One Shot de Zayn, si queréis leerlo, ir aquí: http://1direction1shots.blogspot.com.es/
Y 3- ESTÁIS LOQUÍSIMAS!! Ya tengo 11000 visitas y no me lo esperaba, muchas gracias chicas, de verdad.
Por cierto, ¿quién va al Take Me Home Tour? Yo voy aksjfaslkjf *_* Y eso que vivo a más de 300 km de Madrid, mi madre está loca dejándome jaja.
¿Os habéis comprado ya el Take Me Home? Yo ayer :3 Y no sé si tengo algo más que contaros... Que me pidáis siguiente anda, que así me alegráis el día aksjfasklf Os quiero slkfja.
RECOMENDACIÓN: http://upallnight1d.blogspot.com.es/ Llevo mucho tiempo leyéndola, es de una chica que fue a verles al Hormiguero y a la cual conoceré en Madrid el 24 *_* La novela tremenda, y la chica es mejor aún ;)
***
Entregué el proyecto y me sentí bien porque a Dylan le
hubieran asignado como compañera a JJ. Lo que me hacía pensar que JJ debía ser
realmente buena, porque Dylan bueno lo que se dice bueno…No era. Ni me
sorprendió ni me molestó que me pusieran con Harry, es más, debía admitir que
la idea no me desagradó en absoluto. Y lo mejor, o peor de todo, es que era
Harry en sí el que hacía que me agradara ponerme a su lado. Lo que me pareció
raro, y probablemente era porque hoy estaba especialmente sensible.
Me senté a su lado y le saludé, por educación. No me
apetecía saber nada del mundo. Ni de Harry, ni de Dylan, ni de Liam, ni de
nadie. Solo quería que pasara rápido el día para poder seguir estudiando para
el examen de física que sería dos días después.
Esa era otra, el examen de física. Tenía que decir que me
apetecía en parte quitármelo de encima,
porque sería el último examen que haríamos en lo que quedaba de curso
hasta las vacaciones de navidad, pero tenía miedo de repetir y no poder ir a la
universidad por culpa de esa maldita asignatura.
Me sentí algo abrumada y agobiada. Y sin darme cuenta, las
lágrimas caían por mis mejillas. Ni si quiera me di cuenta, y las dejé caer,
girando la cabeza para no llamar la atención. No pasó demasiado tiempo hasta
que noté algo a mi lado, y al mirar de reojo pude ver que era una mano. La mano
de Harry.
Le miré un momento a los ojos, él me ofrecía un pañuelo en
lo que me pareció un gesto extremadamente tierno. Lo cogí, agradeciéndoselo, y
cuando creí que tendría una pequeña oportunidad de hablarle o de que fuéramos
simpáticos el uno con el otro, él giró la cabeza. Y perdí las esperanzas. Pero
yo me quedé mirándole. A veces deseaba que se preocupara por mí. Yo sabía que
él notaba cuando yo estaba mal. Sabía que había cuidado bien de mí, y me había
defendido en condiciones. Casi vi pena en sus ojos cuando me vio llorando. Pero
se volvía frío como la piedra en el mismo momento en el que yo me ablandaba. Y
odiaba eso. Odiaba que nunca me preguntara, ni me hablara, pero sin embargo se
preocupara silenciosamente. Si él me hubiera pedido un abrazo, se lo hubiera
dado.
Me quedé totalmente paralizada ante mi último pensamiento.
¿Yo hubiera abrazado a Harry? ¿Cómo hubiera sido? Harry tenía unas manos
grandes y bonitas, y al ser bastante alto un abrazo suyo debía cubrirte entera,
reconfortándote completamente. Además, no olía nada mal. Para ser sinceras,
Harry olía tan bien que me ponía mala.
-¿Pasa algo?-Dijo Harry, mirándome.
Me había quedado mirándole tanto tiempo que ni me había dado
cuenta. Así que me aclaré la garganta y negué con la cabeza, mirando hacia el
libro de nuevo.
-Oye…Lane. ¿Qué tal llevas…el examen?-Dijo.
-Oh. Bien. Gracias. –Comenté, sin apartar la mirada del libro.
-Y tú… ¿Estás bien?-Esta vez le miré a los ojos, que me
miraban de vuelta.
-Sí, supongo.
Narra HARRY.
-Y tú… ¿Estás bien?-La pregunté. Sin duda esa era una
pregunta que me podría llevar por un buen camino para conseguir que volviera a
estar en el grupo, aunque debía admitir, que si podía hacer algo por que se
sintiera mejor probablemente lo haría.
-Sí, supongo. –Dijo. Pero mirándola bien, tenía unas
pequeñas ojeras bajo sus ojos, su cara estaba algo pálida y sus mejillas
estaban rosáceas. Parecía agobiada y su tono de voz era triste. Así que me tomé
ese ‘supongo’ como un no.
Fui a contestarla con un ‘estamos aquí para lo que quieras’,
cuando la profesora comenzó a apuntar el trabajo que había que hacer en clase,
por lo que no pude contestarla, y de hecho, no lo hice.
No podía decir que no lo había intentado. Notaba cómo de vez
en cuando Liam, o las chicas me echaban miradas de reojo, e incluso Zayn y
Niall. Yo suspiré, algo desagradado por la situación.
¿No sería más fácil
decirle a Lane que volviera? ¿No podíamos simplemente decírselo en lugar de
hacer planes absurdos y haciendo una montaña de un grano de arena, para algo
que podría solucionarse en 5 minutos? Yo ya había hecho ‘mi trabajo’, y si no
había funcionado, ya no estaba en mis manos.
Narra LIAM. (Esto es importante para el futuro, así que
recordarlo).
En la hora del descanso, me llevé a Sheila aparte para
consultarla una duda. Normalmente se lo pediría a Lane, (que no por ello Sheila
era menos), pero justo hoy ella no estaba disponible. Por supuesto, me llevé a
Sheila discretamente para que Elly no malpensara, lo último que quería era
tener una pelea tonta e inútil con ella.
-¿Qué pasa? Me has preocupado de veras. –Dijo Sheila,
poniendo la mano en su pecho en un gesto exagerado.
-No, por dios. –Reí. – Te lo voy a decir rápido para que me
ayudes…Rápidamente.
-Tiene sentido. – Dijo ella, haciendo una mueca.
-Quedan 5 días para el cumpleaños de Elly, y la voy a
regalar un viaje navideño…Para dos.
-Oh, qué romántico, Liam. –Dijo ella sonriendo. -¿Adónde
iréis?
-Ahí es donde entras tú. ¿Dónde crees que podrías llevar a
tu novia en navidades?
-Pues mira: Está París, que nevado es precioso, te lo digo
por experiencia, España está al lado de Francia y he visitado París en invierno
un par de veces, está Italia, concretamente Venecia, pero si quieres algo
original, no te vayas a los típicos sitios. Te recomiendo que investigues un
sitio que a ella pueda gustarla.
-A ella le gusta…Le gusta lo verde, el campo….Y los prados
en la montaña. –Dije, recordando algunas conversaciones. - Sé hablar un poco de
italiano, fui con Lane a clases de italiano de pequeño.
- Pues llévala a los Alpes Italianos.
-Sí, y en vez de Elly, la llamo Heilly, ¿no?-Dije, haciendo
un chiste malo, muy malo en realidad. (Para las que no lo habéis pillado, es
una mezcla de Heidi y Elly, lo siento, es casi la 1 de la mañana -.-)
Sheila se quedó un momento mirándome como si fuera estúpido,
pero luego estalló en carcajadas.
-¿Cómo eres tan tonto? Eso ha sido malísimo Liam, ¡malísimo!
Reí un poco.
-¿Entonces, es buena idea que la lleve a los Alpes
italianos?
-Yo creo que la va a encantar, he visto fotos y es precioso.
Pero por favor, no la llames Heilly.
Volví a reír, y comenzamos a andar, de vuelta al grupo.
Narra HARRY.
Cuando salimos de esa clase, y llegó la hora del descanso, Louis y yo nos quedamos apartados,
ya que ambos teníamos un examen y preferíamos repasar apartados del grupo.
Fuimos a la salida, y nos quedamos allí sentados con nuestros respectivos
libros.
-No puedo concentrarme. –Dijo Louis, después de un rato
mirando su libro.
-¿Qué te pasa? –Le
dije.
-Que estoy harto de esto, en cuanto vea a Lane, voy a hablar
con ella, y me da igual lo que penséis los demás, por que os creéis que ella va
a odiaros cuando realmente y probablemente lo más seguro es que esté igual de
mal que nosotros. Ella tiene a Dylan, nosotros nos tenemos a nosotros.
-Yo opino lo mismo, Louis. –Dije desinteresadamente, mirando
mi libro. –Parece que no eres capaz de mantenerte lejos de Lane, ¿eh?
Eso le calló. Louis me miró fijamente pero con su mente en
otro sitio. Y casi pude sentir yo lo mismo que sentía él, solo por su mirada. Y
no me gustó ver que sentía algo tan fuerte por Lane. Me obligaba a querer
protegerla después de haberla visto llorar como si ella fuera una niña
vulnerable, y más ahora que llevaba una escayola debido a su muñeca rota.
Cambié la mirada para no tener que mirar a Louis.
-¿Qué le ves a Lane? –Dije, por curiosidad.
Él volvió a quedarse pensativo.
-Que no es tan seria como parece ser. En cuanto la hablas
ella está ahí para ti, y no importa quién seas. Y en la intimidad, bueno se
vuelve un poco loca, eso me gusta. Que solo demuestre cómo es verdaderamente
con la gente que le importa. Y bueno…Parece tan vulnerable que me dan ganas de
protegerla, eso me hace cogerla cariño. Y más cosas que no quiero decirte por
que esto no es una escena de Crepúsculo -Dijo Louis, con una sonrisa en la
cara.
A mí, sin embargo, no me hizo gracia en absoluto, por que
como si de telepatía se tratase, Louis acababa de decir lo mismo que yo había
pensado: Que daban ganas de proteger a Lane. Y Louis y yo no sentíamos para
nada lo mismo por Lane. Comencé a plantearme el hecho de que Lane pudiera
gustarme aunque fuera un poco. Pero los pelos se me ponían de punta al
pensarlo, así que deseché la idea de mi cabeza inmediatamente.
-Supongo que es normal que le veas cosas buenas. –Comenté.
Y volví a concentrarme en mi libro. Lane no podía consumir
tanto tiempo en mi día a día, y menos un día de examen. Me negaba
completamente.
Narra LANE.
Dylan y yo íbamos haciendo el tonto por el pasillo, ya que a
esas horas no había nadie por allí, y además estábamos en la parte de atrás.
-¿Cómo te ha ido con JJ, pillín? ¿Es lista? – Le dije,
revolviéndole el pelo.
-No te lo esperarías, y tengo que decir que dentro de lo
borde que es, es maja.
-¿Es borde contigo? –Dije, sorprendida.
-No exactamente, creo que la hago gracia. Se ríe con mis
comentarios.
-Eso es bue….-Paré en mitad de la frase al ver varios coches
negros de ventanas tintadas en el exterior. -¿Es eso normal?
-Ni idea. –Contestó Dylan. - ¿Quién puede ser? ¿Por qué
tanto coche?
Varias personas salieron de uno de ellos, y le entregaron un
papel al director, que estaba allí a propósito. El director, firmó el papel
encima de un maletín, y miró hacia los dos lados, con temor. El otro hombre le
extendió otro maletín diferente y se lo entregó también. Y el director, entregó
el papel ya firmado. Acaba de presenciar un intercambio. Un soborno. ¿De qué
sería ahora? ¿Era normal que el director hiciera esas cosas? ¿Habría pasado
anteriormente?
Dylan y yo nos miramos atentamente y puedo jurar que
hablamos con la mirada. Dylan negó momentáneamente con la cabeza y se giró.
-Eso, no es normal. Habrá que hacer algo. –Dijo.
-Si bueno, ya me dirás tú el qué. Además, con qué pruebas.
-Me está empezando a repeler ese hombre de una manera que no
te imaginarías. –Comentó él, empezando a
andar de nuevo.
Yo le seguí hasta el vestíbulo principal, dónde había un par
de profesores hablando, como si pasara algo. Y yo, comencé a volverme
paranoica. ¿Qué estaba pasando? Probablemente no sería ni la mitad de grave de
lo que aparentaba, pero, ¿por qué tanto secreto? Me ponía nerviosa. Dylan
parecía haberlo visto también, y puso una expresión de concentración, como si
pudiera hacer algo por remediar los cuchicheos. Entramos en clase finalmente,
con la imagen del soborno, los coches oficiales, los profesores y Dylan
pensativo en mi cabeza.
En la hora de comer, tardamos un tiempo en llegar a la
cafetería, porque a Dylan se le había antojado comprarse un kit kat en una
máquina. ¡Un kit kat! ¡Pero si estaba a punto de comer! Además, teníamos la
suerte de poder decir que la comida de aquí era comestible. Si la comida aquí
fuera mala, se comprendería.
Se lo comió por el camino, y para cuando llegamos a la
cafetería ya no quedaba nada, lo cual me dejó algo tocada, era como si hubiera
engullido las barritas, así, a lo bestia. Me hizo reír. Lo mejor era que
probablemente se comería media cafetería ahora mismo.
Estábamos cogiendo la comida cuando empezamos a oír algún
cuchicheo cercano. Y eso no eran paranoias mías. Me giré hacia la mesa dónde
estaban los cuchicheos, pero no mostraban ninguna pista. Así que me volví a dar
la vuelta, pero alguien tocó mi hombro.
Al girarme, casi se me salen los ojos de órbita, y el
corazón comenzó a latirme intensamente, creando una sensación de miedo que me
molestaba bastante.
-Hombre Lane, cuánto tiempo. –Dijo Eithan, con malicia.
Dylan se había apartado porque estaba cogiendo la comida y
no se había dado cuenta de lo que pasaba.
-Ahora que he vuelto, tienes cosas que explicarme, ¿no? Como
cuando le dijiste al director que yo era culpable. –Dijo. Adair le acompañaba,
y me sorprendió verle allí.
Se fue acercando a mí amenazadoramente hasta quedar a la
altura de mis ojos. Yo solo podía buscar a Liam con la mirada, solo quería que
Liam me salvara, le necesitaba.
-Tenemos un tema pendiente. –Dijo ahora, amenazadoramente.
Sus ojos se volvieron fríos, y me sentí sola allí dentro.
Eithan, se acercó hasta besarme en la puta de la nariz, con
chulería y sin motivo aparente, y yo me aparté bruscamente, tropezando y casi
cayendo al suelo.
Narra HARRY.
Nos sentamos en la mesa de siempre, comenzando a comer.
Sheila y Liam se murmuraban cosas, y yo comentaba con Louis sobre el examen que
acabábamos de hacer. Ya estábamos planeando qué hacer en el fin de semana, y
sin duda, sería lo que comentamos, una fiesta en mi casa, de fin de trimestre.
Divisé a Lane y Dylan por mi campo de visión, así que avisé a Liam.
Lane entraba sonriente a la cafetería, y Dylan iba a lo que
iba, a por la comida. Seguimos comiendo tranquilamente para no estar los 6
girados hacia Lane. Pero yo miraba de reojo todo el tiempo.
En el momento en el que se abrieron las puertas de la
cafetería, no pude creerme que Eithan hubiera vuelto ese día. Ese no era el día
en el que debía de volver. Todos nos quedamos en silencio de repente,
observando la situación.
Lane estaba sola porque Dylan se había apartado, y la
cara de Lane palideció. Eithan se estaba acercando a ella, asustándola, se la
veía en la cara. La estaba amenazando. Una rabia intensa comenzó a crecer
dentro de mí. Más le valía no tocarla ni un pelo. Eithan se acercó hasta besar
la punta de su nariz, y ahí todos nos levantamos de nuestro sitio. ¿Cómo se
atrevía a besarla? ¿Cómo se atrevía a acercarse a ella, si quiera? Corrimos hacia
allí y lo primero que hice fue apartar a Lane, cogiéndola de los hombros y
llevándola lejos de Eithan. No podía dejar que estuviera cerca de él. La miré
para comprobar si se encontraba bien, y ella me miraba con los ojos rojos, como
si fuera a llorar.
Pero no apartó la mirada, y eso me sorprendió, por lo que me
quedé mirándola igualmente. Me gustó el tono marrón de sus ojos, y como sus
pecas resaltaban en sus mejillas. Su expresión asustada la hacía vulnerable, y
como dijo Louis, e igual que pensé yo anteriormente, me dieron ganas de
protegerla. Pero en el momento en el que tuve el impulso de abrazarla, y fui a
hacerlo, ella cambió su mirada y huyó de mis brazos, para reunirse con los de
Liam, el cual automáticamente la abrazó y hundió la cabeza en su pelo,
dejándome a mí con cara neutra, y pensando que era un idiota.