viernes, 3 de agosto de 2012

Capítulo Siete.


 Hola chicas!
Esta vez tengo poco que decir, simplemente me voy a quejar. JAJAJ.
Sois 34 lectoras y solo me comentan como 16, SI SI, se que es casi la mitad, pero por favor! Comentadme que no duele!  De verdad! 
Y eso, gracias por leer, y como siempre COMENTADME en Texe Horan Pink Sparks, y hacedme una preguntilla (o dos ^^) al ask. :) ask.fm/youalreadygotme UN BESO, A LEER!


                                                                               ***
Harry me miro extrañado y se quedó quieto en el sitio. Puse un poco más de mi parte y me acerqué a él. Esto sin duda no sería fácil, pero la verdad; Prefería herir mi orgullo un poco ahora a tener que tragármelo todo a final de trimestre.

-Em.…Verás. He oído que eres bueno en…física.-Dije, intentando mirarle lo menos posible. – Y yo bueno…Yo no soy tan buena y…
-Y quieres que te ayude.-Terminó él.

Le miré un momento a los ojos y él levantaba las cejas esperando a que le contestara. Tenía una mezcla de sorpresa y diversión en la cara, y yo no sabía que era tan divertido. ¿A lo mejor se reía de mí por ser mala en física? ¿O se reía porque me estaba rebajando a pedirle ayuda? Fruncí el ceño y miré al suelo.

Narra HARRY.
-¡Harry!-Oí a mis espaldas. 

Me giré y vi a Lane mirándome dudosa. No estaba seguro de que me hubiera llamado a mí. ¿Había otros Harrys en el campus?, aún así, ella me miraba a mí, no a otro Harry. Vi como se acercaba y se miraba las manos, nerviosa.

-Em.…Verás. He oído que eres bueno en…física.-Dijo, jugando con sus manos, evitando mi mirada. – Y yo bueno…Yo no soy tan buena y…
-Y quieres que te ayude.- Dije, sorprendido. 

Lane Jefferson estaba delante de mí tragándose su orgullo y pidiéndome que la ayudara con física, no me lo podía creer, simplemente me resultaba hasta gracioso.

-Sí.-Dijo ella, dudosa de nuevo.-Si no es mucha molestia, claro.-Frunció el ceño y apartó la mirada.

Se notaba a kilómetros lo incómoda que estaba por tener que hablarme y más para pedirme un favor. Y sobre todo, por ser amable conmigo, porque no la convenía ser una borde.  ¿Y si la decía que no? ¿El orgullo de Lane se vería muy herido? ¿Iría mirándome mal durante el resto del curso? ¿Se excusaría con alguna tontería para evitar estar en la misma sala que yo? Lo pensé. Era gracioso que ahora yo podría ser un borde y ella tendría que seguir siendo amable para que la ayudara, pero no me aprovecharía. Tampoco era un gran esfuerzo ayudarla, si obviamos el hecho de que ella no me agradaba nada. Sin embargo, había destruido su orgullo por preguntarme, y bueno, si necesitaba ayuda y había tenido que llegar a preguntármelo a mí, ya que yo era la última opción para ella, sería por algo importante.

-Si.-Contesté.

Ella abrió los ojos como platos y luego volvió a fruncir el ceño de nuevo.

-¿Qué?-Dijo como si lo hubiera oído mal.
-He dicho que si. Que te ayudo. 

Pestañeó muy seguido y luego volvió a mirarme como si algo estuviera mal en mí.

-Oh…Vale.-Dijo incómoda, me divertía lo mal que lo estaba pasando. –Quiero decir…Gracias.

Narra LANE.

Vale. Bien hecho Lane, estabas quedando como una idiota. Pero me había dicho que sí, y eso era lo más raro de todo. 

-¿Dónde y cuándo?-Dijo él como si nada.

¿Por qué yo estaba tan incómoda y él lo decía como si todos los días le pidieran esto? ¿Cómo si no estuviera hablando conmigo? Pensé. En una biblioteca sería lo correcto, ¿no? Pero luego recapacité. En mi casa. Ese era mi terreno y nadie me hacía sentir incómoda allí.

-En mi casa.-Dije, rápidamente. Él se quedó callado esperando más datos.-Em, a las…Seis um…A partir del lunes.-Al parecer no era suficiente ya que él seguía esperando.- ¡Ah! Y...em…-Abrí la mochila para sacar un bolígrafo y un trozo de papel y escribir en él.- Mi dirección.

Harry cogió el papel y lo leyó. Un par de rizos cayeron por sus ojos por lo que no pude ver su expresión en ese momento. 

-Perfecto, el lunes estaré allí, a las seis.-Dijo, guardando el papel en su bolsillo.

Me quedé mirándote atónita. No podía haber sido tan fácil. Él no me había dicho que sí tan rápido. Yo pensé que se enfadaría y diría que ni loco, y se iría, y resultó que…no. 

-¿Querías algo más?-Dijo apartando la mirada debido a que yo me había quedado mirándole.
-Hola chicos, ¿qué hacéis?-Oí la voz de Louis.
-Yo…eh…-Dije, sin saber que decir.
-Me ha pedido que la ayude a estudiar.-Dijo Harry, tan tranquilo como siempre.
-¿Ah sí?-Dijo Louis, mirándome y sonriendo.-Me pidió ayuda a mí y al parecer a Liam también, pero ninguno somos demasiado buenos.

Miré a Harry y esperé que se enfadara por haber sido la última opción a escoger, sin embargo, levantó una ceja y sacudió la cabeza, como si de repente le hubiera dado la razón en algo muy obvio.

-Sí, empezaremos el lunes…en mi casa.-Dije.
-¿En tu casa?-Dijo Louis, ahora frunciendo el ceño y mirando a Harry intencionadamente.
Harry simplemente sonrió y se encogió de hombros. ¿Qué me había perdido?

-Ella lo ha querido así.
-¿Y no sería mejor que fuerais a una biblioteca?-Dijo Louis mirándome serio.

Harry y Louis me miraban y yo tenía que dar una respuesta rápida y que sonara convincente.
-Eh…No, no porque yo necesito repasar en voz alta para que se me quede bien en la cabeza y bueno…En la biblioteca no se puede hacer eso.

-Cierto.-Dijo Louis.-Bueno, pues estudiar. Estudiar MUCHO.-Recalcó el ‘mucho’.
-Lógico Louis.-Dije.

 ¿Qué otra cosa podía hacer con Harry en mi casa? Ni siquiera podríamos reírnos porque no nos llevábamos bien. No podríamos ni hablar, él simplemente me hablaría para explicarme las cosas y yo solo le hablaría para decirle que lo había entendido. O que no lo había entendido. Depende.

-¡Tú!-Gritó alguien.

Los tres nos giramos para ver a Eithan venir hacia nosotros con aires malhumorados.

-¿Podemos hablar?-Dijo, ignorando a Harry y a Louis.
-No.-Dije. Notaba las miradas de Louis y Harry taladrándonos.
-Oye.-Dijo Eithan apretando los dientes y agarrándome el brazo.-No creas que le puedes decir al director que yo he quemado su coche y quedarte tan ancha.
-No eres nadie para reclamarme nada.-Le contesté, pero él me agarraba muy fuerte, hasta hacerme daño, y no pude soltarme.
-¿Quién te crees que eres?-Dijo zarandeándome.
-¡Eh!-Dijo Harry.-Ni se te ocurra tocarla. 

Eithan levantó la mirada molesto y la enfrentó con la de Harry.

-¿Acaso te importa, Styles?-Le dijo con soberbia.
-A mi si me importa.-Dijo Louis.-Y si no la sueltas, te rompo la boca.
-Oh, mira que miedo.-Ironizó Eithan.

Un corro se había formado alrededor nuestro. Nos miraban esperando pelea. Eithan apretó más mi brazo hasta clavarme las uñas mientras miraba a Harry a propósito. Grité de dolor.

-Aparta a Lane y llévala al coche.-Le dijo Harry a Louis.

Harry rápidamente empujó a Eithan, que tropezó y casi cae al suelo. Louis llegó hasta a mí y me rodeó la cintura con un brazo.

-¿Estás bien?-Me dijo al oído.

Asentí con la cabeza mientras dejaba que Louis me inspeccionara el brazo. Yo miraba hacia otra parte, hacia donde estaba a punto de haber una pelea, otra vez por mi culpa. No quería que esto pasara, mientras Eithan y Harry se mataban con la mirada, yo solo esperaba que no llegaran a las manos. Otra vez no. No por mí. 

-¡Eh!-Gritó alguien.

Nos giramos a ver al director ahí parado. Mirando a Harry y a Eithan.

-Eithan.-Le dijo, señalándole con el dedo. – A mi despacho.

Louis tiró de mí suavemente, caminando hacia el coche de Harry, y yo simplemente no podía quitar los ojos de allí, no podía parar de pensar en ese momento.

-Vamos Lane, con cuidado.-Oí a Louis.
-Pero…-Dije, no quería que otra vez las cosas se liaran. No quería que otra vez volviéramos a lo mismo.

Louis suspiró porque yo no ponía de mi parte y me cogió en brazos.

-¡Louis!-Me quejé.
-¡Lane!-Dijo él, imitado mi tono de voz.

Me abrió la puerta del coche y entré. Louis subió a mi lado. Y yo simplemente miré por la ventanilla. Noté como Harry subía también. Pero yo no quise mirarle, no quise hablarle. Sabía que él iba a volver a estar amargo y borde conmigo, y no es que me importara, pero antes había sentido como que había conseguido dar un paso con Harry. No es que quisiera ser su amiga, pero hablarnos mal o ser bordes con el otro no nos sentaba bien a ninguno. Me sentía como si lo hubiera estropeado.
Harry tampoco habló, simplemente arrancó el coche, y sacó el papel con mi dirección de su bolsillo. Si, definitivamente, Harry yo dábamos un paso hacia adelante, y dos hacia atrás.

Narra HARRY.

-¿Por qué tengo que ir al despacho? ¡Es ese imbécil el que me empujó! -Dijo Eithan.
-A mi despacho, ya.-Le dijo el director, mirándole desafiante.- O si no…
-¿O si no?-Dijo él, con chulería.
-Está bien muchacho, yo no quería dejarte en ridículo delante de todo el mundo…Pero queda expulsado dos semanas. 

Yo me giré porque ya no me interesaba. El director había decidido excluirme de esa discusión, asique caminé al coche y me subí. Por un momento me pregunté donde debía llevarla, y casi la pregunto, pero al ver su cara a través del espejo retrovisor probablemente no quería que nadie la hablara. Asique saqué el papel que ella me había dado, y comencé a conducir. Supuse que llevarla a su casa era lo mejor que podía hacer.

-Déjame ver el brazo, Lane.-Dijo Louis.

Miré por el espejo a los dos. Ella miraba los ojos de Louis con cara de interrogación, como preguntándose el porqué de que Louis la cuidara tanto, y Louis…Louis bueno, él estaba más preocupado por las heridas de uñas en el brazo de Lane que por disimular lo mucho que ella le gustaba.

Conduje lentamente y con cuidado, sin parar de dar vueltas a la escena. Nadie debía tratar a una chica así, y no porque fuera una mujer, si no porque Lane claramente no quería pelear. Ella no tenía la culpa de haber visto eso. Era lógico que ella quisiera dejar de hacer un castigo injusto, y era normal que revelara el nombre. Pero cuando Eithan apretó más el brazo de Lane, hasta hacerla sangrar, provocándome, ahí no pude responder. Ahí sentí que mi cabeza iba a explotar de la rabia, nadie, y digo nadie, tenía derecho a hacer gritar a una mujer de dolor. Solo atiné a decirle a Louis que se la llevara al coche. 

Si el director no hubiera llegado, yo iba a hacer que ese estúpido gritara de dolor, con la cara rota. Vaya viernes, vaya comienzo de fin de semana.

-Au.-Oí quejarse a Lane.

Volví a mirar por el espejo y vi a Louis tocando la herida para ver que tan mal estaba. Seguramente Louis sería un buen novio.  Me lo imaginé con Lane, que nunca mostraba lo que pensaba y que era tan difícil de entender. Seguro que ella lo volvería loco.

Me preguntaba si le abría sus pensamientos a Liam. Puede que él fuera el único que había conseguido entender a Lane Jefferson, porque dudo que alguien más pudiera. Probablemente no se entendía ni ella.

Aunque tenía que reconocer, que la chica siempre estaba metida en líos. Louis siempre me pedía ayuda para ayudar a Lane, y eso era lo que me molestaba tanto de ella. Que no se valía por sí sola. Aunque ella no podía defenderse sola de Eithan en ninguna de las dos veces que la tuvimos que defender. Y ella no tenía la culpa de meterse en esos líos. Y ella tampoco pedía ayuda. Así que no entendía por qué seguía cayéndome mal. No soportaba verla entrar por la puerta. De verdad que no podía, sin embargo, el lunes estaría allí para ayudarla a estudiar.

Narra LANE.
Agradecía que Louis me cuidara tanto. Y no quería que pensara que soy una borde, pero si me ponía a hablar, probablemente acabaría diciendo alguna tontería, o acabaría con ganas de llorar. Y yo no era una llorona, pero en una situación de nervios no sabía cómo podía reaccionar. 

Aunque sonara egoísta, me preocupaba más que Harry no viniera a ayudarme antes de que no me hablara de nuevo. Yo quería aprobar. Pero de una forma u otra, siempre acababa a malas con él, y aún me preguntaba; ¿Yo que le había hecho si no le conocía? ¿Todavía podía odiarme por haberle seguido? ¿Qué clase de estúpidos enfados tenía? Era como un niño pequeño, o eso parecía.
Frenó el coche justo enfrente de mi casa.

-¿Seguro que estás bien?-Dijo Louis.
-Louis.-Dije, mirándole.-Estoy bien, tengo una herida que apenas duele, duele el moratón y no creo que vaya a morir por eso, de verdad. Te agradezco que me cuides, pero…
-Si quieres, puedo cuidarte ahora.-Dijo muy serio.

Me reí y le besé en la mejilla.

-Eres un cielo, Louis.- Se me quitó la sonrisa cuando hablé a Harry.- Em.…Gracias…por traerme.
-No hay de que.-Dijo él.

Como siempre. ‘No hay de qué’ y se quedaba callado. Como si hubiera sido así de simple. Los dos sabíamos que no era así. Que detrás de ese ‘no hay de qué’ había una larga y larga lista de pensamientos y mensajes ocultos. Pero él era así, y eso no me debía preocupar. Salí del coche despidiéndome una vez más, y entrando cansada a casa.

-¿Un día duro?-Dijo, una voz de mujer que no era la de mi madre.
-¡Tía!-Grité, y corrí al salón.
La abracé con cuidado debido al pequeño bulto que tenía entre sus brazos.
-Ella es…ella es…-Dije, mirando a la pequeña que dormía plácidamente en los brazos de su madre.
-Ella es Juliet.

Me quedé sin palabras. Simplemente me senté poco a poco en el sofá tapándome la boca con la mano. Juliet era mi segundo nombre.

4 comentarios:

  1. Ahh que lindo, me encanta es super bonito el capítulo y esta super currado :) siguientee cari

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado <3 espero que cuelgues el siguiente pronto, me muero de impacienciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    :)

    ResponderEliminar